Para nadie es un secreto que los elefantes de Tanzania, y en general de África, están en peligro. Desde 2005 cuando se disparó nuevamente la cacería debido al tráfico de marfil mueren en promedio 30,000 elefantes al año, unos 100 cada día. Aunque la comunidad internacional continúa siendo vigilante y ha implementado normativas para reducir la cacería de estos animales, el descenso histórico de sus poblaciones continúa. Crédito: © Rob Beechey/WWF
Cansados de ver fallecer tantos animales a pesar de las medidas ya implementadas para proteger a los elefantes que viven en estado silvestre, los funcionarios del Parque Nacional Mikumi de Tanzania se han dado a la tarea de identificar a los individuos de las poblaciones cercanas mucho más de cerca y con la ayuda de tecnología. Este es el escuadrón que está cumpliendo una nueva estrategia para cuidar a los animales. Crédito: © Rob Beechey/WWF
"La colocación de collares en los elefantes de Selous es clave para proteger a las manadas de elefantes de los grupos de cazadores furtivos y ante las comunidades que los atacan, cuando entran a sus tierras de cultivo, creando conflictos entre los elefantes y los humanos. En un lugar tan extenso como éste, necesitamos este tipo tecnología para entender mejor los movimientos de los elefantes”, dijo Bas Huijbregts, director de especies africanas de World Wildlife Fund. Así se coloca el collar a una elefante hembra de 20 años.
Crédito: © Rob Beechey/WWF
Crédito: © Rob Beechey/WWF
Así luce el collar colocado en uno de los ejemplares. No falta quienes critiquen que el dispositivo pueda estorbarles, pero los defensores de los animales aseguran que es una medida necesaria para garantizar su sobrevivencia. En total se colocarán 60 collares, una cantidad sin precedentes. La iniciativa es posible gracias al apoyo de WWF. Crédito: © Rob Beechey/WWF
Tras la colocación del collar, el animal se puede mover a cualquier sitio libremente y los funcionarios encargados de protegerlos podrán no solo monitorear que se mantienen en movimiento (es decir, que están vivos), sino cuáles son las rutas que usan y su comportamiento. Además, podrán reaccionar y ayudar en caso de que se aleje de la zona protegida y se acerque a zonas donde se convierten en presas para la cacería. "La información en tiempo real sobre su paradero y patrones de movimiento también puede permitir que los guardaparques y los exploradores de las aldeas respondan rápidamente a la caza furtiva o a los conflictos entre los humanos y los elefantes", concluyó Bas Huijbregts, de WWF. Crédito: © Rob Beechey/WWF