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Cartel Jalisco Nueva Generación

Poderoso rifle que el Cartel de Jalisco usó para derribar un helicóptero en México fue comprado en Oregon

Ocho militares y un policía federal perdieron la vida después de que las balas de un fusil Barret calibre 50 averiaron un helicóptero que sobrevolaba las montañas de Jalisco buscando al narcotraficante Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’.
Publicado 28 Oct 2022 – 04:39 PM EDT | Actualizado 28 Oct 2022 – 04:39 PM EDT
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La operación se inició con depósitos hechos a finales de 2013 desde la frontera entre México y California. Erick Flores Elortegui recibió 66,000 dólares y fue a tres armerías en Oregon a comprar un fusil de francotirador Barret calibre 50, varios rifles AK-47 ('cuernos de chivo') y una pistola Colt calibre 38 súper.

El 5 de mayo de 2014, Flores Elortegui le envió a uno de sus cómplices, Robert Allen Cummins, el enlace de una página de internet indicando que fusiles calibre 50 se vendían en otra tienda de armas en Oregon. En clave les decían “burritos”. Diez días después, Cummins recogió en ese negocio tres Barret y varios rifles de guerra por los que pagó 38,000 dólares, y se los entregó a su socio.

Estos son los indicios que agentes federales han detectado respecto a las compras de armamento que hizo el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y que estarían vinculadas con el derribo de un helicóptero militar en México durante un operativo que en 2015 intentó arrestar al jefe de ese grupo, Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, de acuerdo con el diario The Courier Journal.


En corridos el incidente se narra como una hazaña de ‘El Mencho’: Y lo del boludo que tumbé me viene guango/ Tuve mis motivos por la bronca en Huachinango, dice una canción de la banda Enigma Norteño.

Pero fue una verdadera tragedia: el ‘boludo’ (como los narcos les dicen a los helicópteros del gobierno) que resultó averiado por las balas de una Barret cayó en las montañas del estado de Jalisco, donde se escondía ‘El Mencho’. Allí murieron ocho soldados y un policía federal. Solo un oficial sobrevivió.


Por pedido del gobierno mexicano, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) rastreó el número de serie del fusil que derribó el helicóptero y así descubrieron que el comprador había sido Flores Elortegui, según The Courier Journal.

La acusación indica que dos Barret que le entregó su cómplice en Oregon “fueron encontrados en Sonora, México, el 8 de julio de 2014, junto con otras armas de fuego con números de serie borrados”. No está claro si uno de esos fusiles calibre 50 fue usado en la ofensiva del operativo militar en Jalisco.

“¿Listo para comer burritos?”

Nacido en México en 1982, Flores Elortegui está en la lista de los fugitivos más buscados de la ATF.

En su caso criminal, que fue interpuesto el 16 de septiembre de 2015 en el Distrito de Oregon del Departamento de Justicia, se describe que recibió varios depósitos bancarios por decenas de miles de dólares para adquirir el armamento. Se refería a los intermediarios del CJNG como “los tabacaleros”.

La investigación alega que él llevaba las armas hasta la ciudad fronteriza de Calexico, California, y también las cruzó a Mexicali, una localidad del estado mexicano de Baja California donde opera el CJNG.

Dos días después de hacer una entrega su cómplice le envió este mensaje de texto: “¿Listo para comer burritos?”. En realidad, le preguntaba si harían más compras de rifles y pistolas para el cartel.


“Los acusados y otros que compraron, vendieron y facilitaron el transporte de las armas de fuego sabían que tenían la intención de exportarse ilegalmente a México. Para evitar ser detectados, los de la conspiración borraron los números de serie de ciertas armas de fuego y las traficaron a México”, señala la acusación.

“Estas organizaciones criminales representan un mercado listo y lucrativo para las armas de fuego y prefieren ciertas marcas, modelos y calibres. Estas ‘armas preferidas’ son generalmente versiones semiautomáticas de rifles y pistolas de tipo militar, incluidos los rifles calibre 50”, agrega.

El cartel mejor armado

Se estima que más de 500,000 armas estadounidenses cruzan ilegalmente la frontera sur cada año.

Entre el 70% y el 90% de las armas que son decomisadas en México fueron fabricadas en EEUU y la mayoría las tenían del crimen organizado, afirma una demanda que el gobierno mexicano interpuso en contra de seis armerías de este país, culpándolos de enriquecerse a costillas del terror sembrado por los narcos. La querella fue desestimada hace unos días.

El Cartel de Jalisco es considerado el mejor armado de México y se sabe que, al igual que otros grupos criminales, está interesado en adquirir los potentes fusiles Barret. De hecho, también usó armas de ese calibre para tratar de asesinar al secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México en 2020.

A principios de este año, un operativo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) logró desarticular una célula que adquiría armas de tipo militar para el CJNG y las ocultaba en un suburbio de Los Ángeles.

En la operación llamada ‘Semper Infidelis’, las autoridades decomisaron seis rifles de asalto, más de 250,000 rondas de municiones, así como más de 300,000 dólares en piezas de armas y kits para ensamblar varias ametralladoras rotativas de seis cañones o “mini-pistolas”, capaces de efectuar hasta 6,000 disparos por minuto. Adquirían el arsenal en tiendas de Oregon y Nevada.

En julio, la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro fichó a otro traficante de armas de Cartel de Jalisco. Se trata de Obed Christian Sepúlveda Portillo, de 40 años y originario de Jalisco.

De acuerdo con la OFAC, Sepúlveda Portillo “trafica armas y municiones de alto calibre de Estados Unidos hacia México en nombre del CJNG” y agrega que el grupo “depende de armamento de alto poder… para emplear la violencia extrema en la promoción de sus actividades de narcotráfico”.

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