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Récord Guinness

Muere Bobi, el perro "más longevo" del mundo

Bobi vivía en una granja de la localidad portuguesa de Conqueiros con su dueño Leonel Costa y cuatro gatos. El can nació el 11 de mayo de 1992, cuando su dueño tenía sólo 8 años.
Publicado 23 Oct 2023 – 03:05 PM EDT | Actualizado 23 Oct 2023 – 03:05 PM EDT
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El célebre dicho asegura que "todos los perros van al cielo". Esta vez fue el turno de Bobi, el can que obtuvo este año e l récord Guinness por ser el más longevo del mundo. Murió el sábado a los 31 años, según informó a través de redes sociales la veterinaria Karen Becker que no especificó la causa de muerte.

Bobi vivía en una granja de la localidad portuguesa de Conqueiros con su dueño Leonel Costa y cuatro gatos. El can nació el 11 de mayo de 1992, cuando su dueño tenía sólo 8 años.

A principios de este año Bobi se volvió popular a nivel mundial por ser el perro más longevo, circularon imágenes celebrando su cumpleaños número 31 en compañía de más de 100 habitantes del pequeño pueblo donde vivía.

En una entrevista Costa declaró que el secreto de Bobi para una larga vida era la buena comida, el aire fresco y mucho amor. "Bobi come lo mismo que nosotros", dijo Costa. Además nunca le habían puesto una correa, siempre anduvo libre.

Bobi arrebató el récord Guinness a Bluey, un perro australiano de ganado, que murió en 1939 a los 29 años y había ostentado el récord durante casi un siglo.

Los responsables del Guinness se declararon este lunes "entristecidos por la noticia de la muerte de Bobi". En un comunicado publicado en su página web, indicaron que Bobi vivió 31 años y 165 días.

Bobi era un Rafeiro do Alentejo de raza pura. La esperanza de vida de estos ejemplares es de unos 10 a 14 años.

Bobi, un perro que vivió una larga vida

Cuando se dio a conocer la historia de Bobi en febrero de este año, su dueño contó que Bobi era parte de una camada de cachorritos a los cuales su familia sacrificó debido a que ya tenían muchos animales en casa.

"Desgraciadamente, en aquella época la gente mayor consideraba normal [...] enterrar a los animales en un agujero para que no sobrevivieran", reveló Costa.

Costa y sus hermanos escondieron a Bobi por muchos días hasta que creció. Cuando sus padres se dieron cuenta de la existencia de Bobi, ya era demasiado tarde para sacrificarlo, así que Bobi pasó a formar parte de la familia.

"Gritaron mucho y nos castigaron, ¡pero valió la pena y por una buena razón!", contó su dueño.

Bobi no fue el único perro de Costa que vivió una larga vida. La madre de Bobi vivió hasta los 18 años, mientras que otro de los perros de la familia murió a los 22 años.

“Anoche este dulce niño se ganó sus alas”, escribió la veterinaria de Bobi en Instagram.

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