El cardenal convicto Angelo Becciu desiste de participar en el cónclave para elegir al nuevo papa
Giovanni Angelo Becciu, el cardenal italiano en el centro del 'juicio del siglo' por malversación de fondos del Vaticano, retiró su participación en las reuniones previas al cónclave.
La presencia de Becciu en las 'congregaciones generales' de los cardenales que llegaron al Vaticano a despedir a Francisco, quien falleció la semana pasada a los 88 años, generó interrogantes sobre si podía o no ser parte del cónclave.
Esto porque tras su caída en desgracia en 2020 había dicho que no sería parte de un futuro cónclave, pero en días recientes aseguró que tenía derecho de participar en él.
El asunto quedó zanjado este martes, cuando el cardenal de 76 años emitió un comunicado a través de su abogado. "Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, a la cual he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, y para contribuir con la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer como siempre he hecho la voluntad del papa Francisco de no ingresar al cónclave, al mismo tiempo que sigo convencido de mi inocencia", rezó el comunicado.
La compraventa del edificio de la foto de abajo, ubicado en 60 Sloan Avenue de Londres, fue hace unos años el centro de ese juicio sin precedente en el Tribunal Vaticano.
Becciu fue sentenciado a cinco años y medio de cárcel, y se le inhabilitó de por vida de ocupar un cargo público en 2023 tras ser hallado culpable de tres cargos de malversación de fondos, uno de ellos por la operación relacionada con esa propiedad de lujo en el corazón de la capital británica.
Fue el primer cardenal condenado por el tribunal penal del Vaticano. Su defensa aseguró el día de su sentencia que Becciu es inocente y, desde entonces, está en curso una apelación.
El llamado 'caso Becciu' fue un obstáculo en los esfuerzos del papa Francisco por renovar el oscuro sector de las finanzas del Vaticano. Había creado en 2014 un Secretariado para la Economía, aplicado un marco para las inversiones y avanzado medidas anticorrupción.
También había ordenado el saneamiento del Banco del Vaticano, con el cierre de 5,000 cuentas. Pero ese caso supuso un sismo de magnitud mayor.
El Tribunal Vaticano "consideró probado el delito de malversación por el uso ilícito de la suma de 200.5 millones de dólares", reportó en 2023 Vatican News, el medio oficial del Vaticano. Se trataba de una cantidad que representaba cerca de un tercio de los activos que en ese momento tenía la Secretaría de Estado, agregó ese informe.
Unos años antes, cuando explotó el escándalo en 2020, el papa Francisco convocó a Becciu a su casa, lo relevó del cargo que ocupaba en un departamento del Vaticano, lo acusó de nepotismo y le dijo que ya no confiaba en él, según reportes de medios.
Pero Becciu mantuvo su título eclesiástico y, mientras sigue su apelación judicial, también vive en un apartamento en el Vaticano.
De acuerdo con artículos de archivo de Vatican News, Becciu "renunció en 2020 en el cardenalato tras una serie de acciones legales".
Becciu había dicho que sus "hermanos cardenales" tenían que decidir su participación en el cónclave
La cuestión sobre los derechos que puede o no puede tener Becciu se complicaron en medio del proceso del cónclave. Él dijo al medio local L'Unione Sarda antes de partir a Roma para despedir al pontífice que podría "participar en el cónclave". Consideró que sus privilegios como cardenal "siguen intactos" y que "no existe un impedimento formal ni legal para su presencia en el cónclave entre los que elegirán al nuevo papa".
Ya en el Vaticano, Becciu se reafirmó en ello en una conversación con la agencia Reuters y dio un poco más de detalles. Dijo a ese medio que se había reunido con el papa en enero y aseguró que Francisco le había precisado: "Creo que he encontrado una solución".
Semanas después, en febrero, el pontífice fue hospitalizado. Becciu afirmó a Reuters que, después de ese encuentro en enero, no supo más. Por eso consideró que "serán mis hermanos cardenales los que decidan" si participa del cónclave, agregó Becciu a Reuters en ese momento previo a su decisión final.
Los del Colegio Cardenalicio votarán desde este 7 de mayo a puerta cerrada en la Capilla Sixtina y, para poder hacerlo, el cardenal debe tener menos de 80 años. De los 252 integrantes del Colegio Cardenalicio, solo 135 pueden votar para seleccionar al nuevo papa.
Con 76 años, Becciu cumplía con el requisito de que solo los cardenales de menos de 80 años pueden participar en la elección de un papa. Imágenes lo mostraron dentro de la Basílica de San Pedro, donde decenas de miles de feligreses despidieron a Francisco. También ha participado en 'las congregaciones generales de los cardenales'.
Dos escritos de Francisco pidiendo que Becciu no estuviese en el cónclave
Lo que era de por sí una situación compleja que evocó partes del guion de la película 'Cónclave' se dificultó más con el pasar de los días. Un reporte del diario Domani aseguró el viernes pasado que Francisco había dejado dos escritos en los que pidió excluir a Becciu del cónclave. Uno de ellos fue redactado en marzo, es decir, después del encuentro que Becciu aseguró haber tenido con Francisco y mientras el papa se encontraba en el hospital, según ese informe.
El periodista que firmó el reporte, Giovanni Maria Vian, dijo al medio Europa Press que Pietro Parolin, el secretario de Estado del Vaticano (y también uno de los nombres que se menciona entre los potenciales sucesores de Francisco), le comunicó a Becciu la existencia de ambos escritos.
Reportes de medios también han precisado que Francisco dijo antes de morir al camarlengo, Kevin Farrell, que no permitieran la participación de Becciu en la selección del próximo pontífice.
El lenguaje del comunicado de Becciu sugiere que esos escritos existen, ya que dijo en específico que respetará la última voluntad de Francisco.
La opaca operación inmobiliaria que llevó a la caída de Becciu se remonta al 2013 y 2014. El cardenal, que en ese entonces era el 'monseñor sustituto' o una suerte de jefe de gabinete del papa, instó al Vaticano a pagar esa suma por, entre otros inmuebles, una participación del 45% en el edificio en 60 Sloan Avenue.
El dinero se dio para comprar acciones en un fondo de inversión "altamente especulativo" llamado Athena Capital Commodities y liderado por el inversor Raffaele Mincione. "Suponía un alto riesgo para el inversor", es decir para el Vaticano, porque era poner el dinero sin poder controlar su gestión.
"Por ello, el Tribunal (Vaticano) declaró culpables del delito de malversación al cardenal Becciu y a Mincione, que habían estado en o directo con la Secretaría de Estado para obtener el pago del dinero, incluso sin que se hubieran cumplido las condiciones", se lee en un reporte de Vatican News.
El entramado continuó en 2018 y 2019 cuando el Vaticano puso más dinero para comprar las sociedades propietarias del edificio en Londres. Y concluyó con condenas por estafa agravada, extorsión y otros delitos que salpicaron a otros funcionarios de la Iglesia.
Dinero para la supuesta liberación de una monja secuestrada en África
Las tramoyas del cardenal Becciu fueron, de acuerdo con lo hallado por el tribunal, más allá de la compra inmobiliaria en Londres.
En otra línea de investigación se le encontró culpable por haber entregado más de 570,000 euros a Cecilia Marogna, una supuesta consultora de seguridad que fue apodada como 'la dama del cardenal', "con el argumento, que no se corresponde con la verdad, de que el dinero debía utilizarse para ayudar a liberar a una monja víctima de un secuestro en África", de acuerdo con Vatican News.
En los documentos judiciales, la fiscalía argumentó que esa suma fue mayormente usada para otras cosas y no para la liberación de la monja. "Por ende, injustificable, en lo que respecta al propósito de la compañía" de Marogna que recibió los fondos: Logsic Humanitarne Dejavosti D.O.O.
La fiscalía dijo que el dinero se usó para comprar ropa costosa y en hoteles de lujo. También que hubo retiros en efectivo por un monto de 69,000 euros. "Fue Becciu quien, incluso cuando ya no era 'sustituto' (o jefe de gabinete del papa), ordenó los pagos a Marogna", esgrimió la fiscalía.
Por último, Becciu también fue declarado culpable de malversación por haber ingresado, en dos ocasiones, en una cuenta a nombre de Cáritas-Diócesis de Ozieri, la suma total de 125,000 euros destinada en realidad a la cooperativa SPES, de la que era presidente su hermano Antonino Becciu, informó Vatican News.
Con información de las agencias AP y AFP.
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