Qué cabe esperar de la Cumbre del Clima COP27 que arranca este domingo en Egipto
La conferencia del año pasado, la COP 26, que se celebró en Glasgow (Reino Unido) terminó con un consenso mundial sobre la necesidad de limitar el aumento de la temperatura a 1.5C por encima de los niveles preindustriales. Aunque se produjeron muchos escollos de último minuto, el mundo mostró, por una vez, un frente unificado y se produjeron importantes avances en los planes de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Todo ha salido mal desde entonces. La invasión rusa de Ucrania no solo ha desencadenado una crisis humanitaria sino también energética y alimentaria, y ha agravado problemas económicos de países que ya habían sido fuertemente golpeados por la pandemia. Esto ha supuesto que algunos países de la Unión Europa dependientes del gas de Rusia vuelvan al carbón.
Por otro lado, los dos mayores emisores de CO2 del mundo, EEUU y China, que se comprometieron en un anuncio sorpresa de último minuto a impulsar la cooperación climática durante la próxima década, están en una crisis diplomática desde el verano. Un acuerdo entre ambos países se considera fundamental para mantener el umbral de aumento de la temperatura a su alcance.
COP27 y el temido punto de inflexión climática
La COP 27, que se celebra hasta el 18 de noviembre (en principio; en la práctica las negociaciones suelen alargarse algún día más), se celebra en medio de megasequía en Estados Unidos y las condiciones de hambruna en algunas regiones de África o, más recientemente, la noticia de que el cambio climático borrará del mapa 460 glaciares que son Patrimonio de la Humanidad.
Todo esto supone que corremos un peligro cada vez más real de alcanzar el temido punto de inflexión: es decir, se acelerará un proceso que, en algunos casos, no tendrá vuelta atrás.
A pesar de ello, Sameh Shoukry, ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, dijo que será más difícil llegar a un acuerdo este año incluso que en París en 2015, o en Glasgow el año pasado. "Debido a las circunstancias actuales, las tensiones geopolíticas y las direcciones y presiones económicas, es bastante diferente y más difícil", dijo en una entrevista con The Guardian.
Shoukry hizo un llamamiento a los países para que dejaran sus disputas geopolíticas de lado y se centraran únicamente en el clima durante los quince días de conversaciones. Sin embargo, es probable que Rusia y sus aliados pongan trabas, y que la crisis energética se interponga en los compromisos para reducir los gases que ocasionan el calentamiento global.
Recogemos aspectos importantes en torno a esta cumbre climática: