Alabama ejecuta por inyección letal a James Osgood, el reo condenado por degollar y violar a una mujer
Alabama ejecutó este jueves a James Osgood, de 55 años, sentenciado a muerte por violar y asesinar a una mujer en 2010.
Osgood fue ejecutado por inyección letal en el Centro Correccional William Holman en Atmore, Alabama, sumándose a aproximadamente una de cada 10 personas condenadas a muerte en todo Estados Unidos que han pedido su propia ejecución.
El hombre había dicho que merecía morir por los delitos que cometió y que por esta razón abandonó los esfuerzos de su defensa legal para apelar la sentencia. Dijo que, al buscar alargar el proceso, solo estaba “haciendo perder el tiempo y el dinero de todos”.
Un jurado condenó a Osgood por el asesinato de Tracy Lynn Brown, quien fue descrita como una madre trabajadora, en el condado de Chilton. Los fiscales dijeron que Osgood le cortó el cuello a Brown después de que él y su novia la agredieran sexualmente.
“Soy culpable del asesinato”, dijo Osgood en una entrevista antes de morir
Previamente, Osgood dijo en una entrevista con The Associated Press que quería disculparse con la familia de Brown y que abandonó sus apelaciones porque “soy culpable de asesinato”.
En una carta a su abogado explicando su decisión de solicitar una fecha de ejecución, escribió que está cansado y que ya no siente que “ni siquiera existe”.
"Creo firmemente, como dije en el tribunal, ojo por ojo, diente por diente. Tomé una vida y la mía fue perdida. No creo en sentarme aquí y hacer perder el tiempo y el dinero de todos", dijo Osgood a la AP.
Brown fue encontrada muerta en su casa el 23 de octubre de 2010. Los fiscales dijeron que Osgood itió ante la policía que él y su novia agredieron sexualmente a Brown, obligándola a realizar actos sexuales, después de discutir cómo tenían fantasías sobre secuestrar y torturar a alguien. Luego le cortó el cuello. Su novia, que era prima de Brown, fue condenada a cadena perpetua.
Según recuentos de la detención de Osgood, él dijo a los policías que recordaba haber visto “el miedo” en los ojos de su víctima cuando la mató.
"No puedo imaginarme a nadie haciéndole eso a alguien, ni siquiera a su peor enemigo. No sé qué clase de mente tiene ese tipo de pensamiento", dijo Jackie Wileman, madrastra de Brown, al juez en la audiencia de sentencia de Osgood en 2014.
Osgood tuvo una vida plagada de abusos y "sufrimiento", dijo el juez que lo sentenció a muerte
Al dictar la sentencia de muerte, el juez señaló que Osgood tuvo una infancia difícil que incluyó abuso sexual, abandono e intento de suicidio. Su madre fue una trabajadora sexual con adicción a las drogas.
De acuerdo con el testimonio de su hermana durante el juicio y de documentos judiciales citados por USA Today, Osgood fue abusado por un hombre en un bar cuando era un niño.
También tuvo un hijo cuando tenía 14 años con una mujer de 24, reportó USA Today. Luego fue ingresado a un hospital psiquiátrico siendo un adolescente.
Pero el juez también dijo que fue Osgood quien cortó el cuello de Brown y la apuñaló mientras ella le rogaba a la pareja que no la lastimara.
Osgood dijo la semana pasada que lamentaba todo el “dolor y sufrimiento” que ha causado a la familia de Brown y a la suya propia.
"Me gustaría pedir disculpas a la familia de la víctima", dijo Osgood. “No les voy a pedir perdón porque sé que no me lo pueden dar”. Sólo Dios puede conceder el perdón, afirmó.
La sentencia de muerte inicial de Osgood fue anulada por un tribunal de apelaciones que dictaminó que los del jurado recibieron instrucciones inadecuadas.
En su nueva sentencia en 2018, Osgood pidió ser ejecutado, diciendo que no quería que las familias tuvieran que soportar otra audiencia.
El Centro de Información sobre la Pena de Muerte informó el año pasado que 165 de las personas ejecutadas desde que terminó la moratoria sobre la pena de muerte en 1977 (un total que desde entonces ha aumentado a más de 1,650 personas) pidieron ser ejecutadas.
El centro también dijo que la inmensa mayoría de estos voluntarios tenían antecedentes de enfermedades mentales, abuso de sustancias o ideas suicidas.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, tomó una medida inusual este año al conceder el indulto a otro condenado a muerte, conmutando la sentencia de muerte de Robin “Rocky” Myers por cadena perpetua.
La gobernadora dijo que había suficientes dudas sobre su culpabilidad como para no poder seguir adelante con su ejecución. Fue la única vez que Ivey concedió el indulto y la primera vez que un gobernador de Alabama conmutó una pena de muerte desde 1999.
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