Había partido de Newark, Nueva Jersey, con destino a San Francisco, California, a las 8:42 AM del 11 de septiembre y a 40 minutos del despegue cuatro de Al Qaeda tomaron el control de la aeronave. A diferencia de los otros vuelos implicados en el ataque terrorista, los pasajeros y la tripulación descubrieron la intención de los secuestradores y lucharon por retomar el control.
Esta imagen de marzo de 2002 muestra un monumento improvisado cerca del lugar donde cayó el vuelo 93 de United Airlines en Shanksville, Pennsylvania. Crédito: The Washington Post/The Washington Post via Getty Im
Esta imagen de marzo de 2002 muestra un monumento improvisado cerca del lugar donde cayó el vuelo 93 de United Airlines en Shanksville, Pennsylvania. Crédito: The Washington Post/The Washington Post via Getty Im
En el avión viajaban siete tripulantes y 33 pasajeros, menos de la mitad de su capacidad máxima. Los secuestradores habían abordado el avión con cuchillos y cortadores de cajas.
Investigadores del FBI examinan el lugar donde se estrelló el vuelo 93 en Shanksville, Pennsylvania, el 16 de septiembre de 2001. Crédito: Gene J. Puskar/AP
Investigadores del FBI examinan el lugar donde se estrelló el vuelo 93 en Shanksville, Pennsylvania, el 16 de septiembre de 2001. Crédito: Gene J. Puskar/AP
La salida del vuelo se había retrasado casi 45 minutos y esto interrumpió el cronograma de los terroristas para lanzar su ataque. Los pilotos del vuelo 93 fueron informados de los aviones estrellados en el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono cerca de las 9:20 AM.
A las 9:28 los terroristas lograron entrar en la cabina del avión y los controladores de tráfico aéreo escucharon lo que creían que eran dos llamadas de emergencia en medio de sonidos de una lucha.
La fotografía muestra a los agentes del FBI en el área el mismo día del accidente.
Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
A las 9:28 los terroristas lograron entrar en la cabina del avión y los controladores de tráfico aéreo escucharon lo que creían que eran dos llamadas de emergencia en medio de sonidos de una lucha.
La fotografía muestra a los agentes del FBI en el área el mismo día del accidente.
Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
Las grabaciones muestran que a las 9:32am un secuestrador identificado como Ziad Jarrah controlaba el avión. Pidió a los pasajeros que se sentaran y les dijo que había una bomba a bordo. Jarrah giró el avión de regreso al este.
En la fotografía los investigadores en el terreno el 12 de septiembre.
Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
En la fotografía los investigadores en el terreno el 12 de septiembre.
Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
Agazapados en la parte trasera del avión, los pasajeros llamaron a sus familiares y se enteraron de lo que sucedía en Nueva York y Washington DC. Se dieron cuenta de que su avión estaba involucrado en un complot terrorista más grande y que el vuelo 93 probablemente sería utilizado para otro ataque.
La foto muestra la cinta amarilla que delimitaba lo que fue considerado una escena de crimen en Shanksville. Los escombros del avión quedaron esparcidos en casi ocho millas desde el punto inicial del impacto.
Crédito: Mark Boster/Los Angeles Times via Getty Imag
La foto muestra la cinta amarilla que delimitaba lo que fue considerado una escena de crimen en Shanksville. Los escombros del avión quedaron esparcidos en casi ocho millas desde el punto inicial del impacto.
Crédito: Mark Boster/Los Angeles Times via Getty Imag
Después de una breve discusión los pasajeros decidieron luchar contra los secuestradores.
"Sé que todos vamos a morir, somos tres los que vamos a hacer algo al respecto, te amo cariño", le dijo el pasajero Thomas Burnett Jr a su esposa por teléfono. La asistente de vuelo Sandy Bradshaw llamó a su esposo y le explicó que estaba llenando jarras con agua hirviendo. “Todos corren a primera clase, tengo que ir, adiós”, fue lo último que le dijo.
En la fotografía un monumento improvisado erigido en el lugar seis meses después de la tragedia.
Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
"Sé que todos vamos a morir, somos tres los que vamos a hacer algo al respecto, te amo cariño", le dijo el pasajero Thomas Burnett Jr a su esposa por teléfono. La asistente de vuelo Sandy Bradshaw llamó a su esposo y le explicó que estaba llenando jarras con agua hirviendo. “Todos corren a primera clase, tengo que ir, adiós”, fue lo último que le dijo.
En la fotografía un monumento improvisado erigido en el lugar seis meses después de la tragedia.
Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
Todd Beamer, un ejecutivo de Oracle, no quiso llamar a su esposa embarazada pero habló varios minutos con una operadora telefónica a la que le contó detalles de los secuestradores, el cambio de ruta del avión y la decisión de los pasajeros de contraatacar.
La conversación terminó cuando con la llamada abierta Beamer dijo a los demás pasajeros “Ok, let’s roll” (“listo, vamos a la carga”) y esta expresión se convirtió en una referencia del acto heroico de los pasajeros.
La foto muestra el reloj que perteneció a Beamer y que fue encontrado en el área del accidente. Es una de las piezas de la colección del Museo y Monumento Nacional del 11 de septiembre.
La conversación terminó cuando con la llamada abierta Beamer dijo a los demás pasajeros “Ok, let’s roll” (“listo, vamos a la carga”) y esta expresión se convirtió en una referencia del acto heroico de los pasajeros.
La foto muestra el reloj que perteneció a Beamer y que fue encontrado en el área del accidente. Es una de las piezas de la colección del Museo y Monumento Nacional del 11 de septiembre.
A las 9:57am los pasajeros y de la tripulación comenzaron el contraataque, según lo registrado por la grabadora de voz de la cabina.
En respuesta, el secuestrador que pilotaba el avión movió la nave violentamente hacia arriba y hacia abajo para desequilibrar a los pasajeros. Finalmente los secuestradores se dieron cuenta que lograrían entrar a la cabina y decidieron estrellar el avión antes de llegar a su destino.
En la fotografía visitantes en el área del accidente casi un año después de la tragedia.
Crédito: SHAWN THEW/AFP via Getty Images
En respuesta, el secuestrador que pilotaba el avión movió la nave violentamente hacia arriba y hacia abajo para desequilibrar a los pasajeros. Finalmente los secuestradores se dieron cuenta que lograrían entrar a la cabina y decidieron estrellar el avión antes de llegar a su destino.
En la fotografía visitantes en el área del accidente casi un año después de la tragedia.
Crédito: SHAWN THEW/AFP via Getty Images
A las 10:02am quedó grabada una voz que decía "bájalo". Luego el avión se estrelló en el campo vacío a 580 millas por hora.
A pesar de la devastación, los investigadores pudieron recuperar tanto la grabadora de datos de vuelo del avión como la grabadora de voz de la cabina del piloto, o ‘caja negra’ (en la fotografía), hallada a más de 25 pies bajo tierra. Crédito: Handout/Getty Images
A pesar de la devastación, los investigadores pudieron recuperar tanto la grabadora de datos de vuelo del avión como la grabadora de voz de la cabina del piloto, o ‘caja negra’ (en la fotografía), hallada a más de 25 pies bajo tierra. Crédito: Handout/Getty Images
Aunque se recuperaron pocos restos humanos en el sitio, los médicos forenses finalmente pudieron identificar a los 33 pasajeros, siete de la tripulación y cuatro secuestradores a bordo del vuelo 93. El pasajero más joven del vuelo 93 era Deora s Bodley, de 20 años.
En la fotografía los investigadores en el área al día siguiente de los ataques. Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
En la fotografía los investigadores en el área al día siguiente de los ataques. Crédito: DAVID MAXWELL/AFP via Getty Images
En 2002 el Congreso estableció la creación de un Monumento Nacional en el área que se completó en 2011. Los que lo visitan pueden acercarse al lugar donde descansan los restos de las víctimas, un área llamada "tierra sagrada".
El complejo está istrado por el Servicio de Parques Nacionales y abarca más de tres millas cuadradas.
En la fotografía un muro conmemorativo con los nombres de las víctimas.
Crédito: Jeff Swensen/Getty Images
El complejo está istrado por el Servicio de Parques Nacionales y abarca más de tres millas cuadradas.
En la fotografía un muro conmemorativo con los nombres de las víctimas.
Crédito: Jeff Swensen/Getty Images
Familiares de los fallecidos en el lugar donde cayó el avión. Realizan una ceremonia conmemorativa por el decimotercer aniversario del ataque.
El objetivo previsto por los secuestradores del vuelo 93 no se conoce definitivamente, pero se cree que podía ser la Casa Blanca, el Capitolio, la casa presidencial en Camp David o alguna planta de energía nuclear de la costa este. El acto valeroso de los pasajeros y la tripulación evitó que la tragedia del 11 de septiembre fuera peor.
Crédito: Jeff Swensen/Getty Images
El objetivo previsto por los secuestradores del vuelo 93 no se conoce definitivamente, pero se cree que podía ser la Casa Blanca, el Capitolio, la casa presidencial en Camp David o alguna planta de energía nuclear de la costa este. El acto valeroso de los pasajeros y la tripulación evitó que la tragedia del 11 de septiembre fuera peor.
Crédito: Jeff Swensen/Getty Images