Gobierno extiende hasta el 31 de agosto la pausa a los pagos de los préstamos estudiantiles federales
El gobierno de Joe Biden extendió hasta el 31 de agosto la pausa a los pagos de algunos préstamos estudiantiles federales, en una nueva ampliación que asegura busca evitar que algunas personas afronten un incumplimiento de sus pagos.
Es la cuarta extensión que decreta la istración de Biden en medio del persistente impacto de la pandemia del covid-19 y más recientemente del acelerado ritmo de la inflación en Estados Unidos. La actual moratoria a los pagos y el cobro de intereses sobre este tipo de préstamos se supone que venciera el 1 de mayo.
"Todavía nos estamos recuperando de la pandemia y de la interrupción sin precedentes que ocasionó. Si los pagos eran reanudados en mayo, análisis de datos recientes de la Reserva Federal sugiere que millones de prestatarios de deuda estudiantil enfrentarán problemas económicos significativos, y 'defaults' y demora (en los pagos) pueden amenazar la estabilidad financiera" en Estados Unidos, dijo Biden en un comunicado.
El mandatario agregó que unos 41 millones de personas se han beneficiado de la pausa a los pagos de algunos préstamos estudiantiles federales, mientras que datos de la Reserva Federal muestran que esos pagos suspendidos temporalmente ascienden a cerca de $7,500 millones cada mes.
En medio del golpe financiero de la pandemia, el mandatario también ha recibido crecientes pedidos para que perdone la deuda estudiantil que pesa sobre los hombros de millones de personas. El año pasado, su istración dijo que estaba evaluando si el presidente tiene autoridad legal para perdonar hasta $50,000 a quienes tengan préstamos estudiantiles federales.
El jefe de gabinete dijo en ese momento que esperaban tener "en unas semanas" un análisis sobre si ello era posible. Pero ha pasado casi un año y no ha habido anuncio al respecto.
Al llamado a perdonar una parte de la deuda estudiantil federal se han sumado legisladores demócratas y actualmente hay sobre la mesa un proyecto de ley en el Congreso impulsado, entre otros, por los senadores Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Chuck Schumer, de Nueva York, y la representante Ayanna Pressley, de Massachusetts.
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