La fuerte caída de la gasolina, un alivio que no impide que la inflación siga golpeando a millones de estadounidenses
Las fuertes caídas que ha experimentado esta semana la gasolina ha llevado el precio promedio nacional del galón de normal por debajo de los $3.50, valores de antes de la invasión de Rusia a Ucrania, según datos de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA). Se espera, según la empresa de seguimiento de precios de la gasolina GasBuddy, que incluso llegue a los $3 por galón para Navidad.
Aunque supone un alivio para millones de hogares en Estados Unidos, y probablemente fue uno de los factores que impulsó los sólidos números en las compras durante el fin de semana de Acción de Gracias, la gasolina más barata puede dar una impresión equivocada de que todo vuelve a su cauce y la inflación está bajo control.
Al contrario, los bancos de alimentos y las organizaciones benéficas de todo el país están informando de niveles de inseguridad alimentaria más altos de lo esperado, ya que los precios suben y los alimentos son menos accesibles para millones de familias estadounidenses.
Un informe de septiembre del Instituto Urbano de EEUU indica que alrededor de 1 de cada 5 adultos experimentaron inseguridad alimentaria en sus hogares el verano pasado, más o menos lo mismo que durante el primer año de la pandemia, pero un fuerte aumento desde la primavera de 2021. Los adultos negros e hispanos reportaron tasas más altas de inseguridad alimentaria que sus homólogos blancos, según el informe.
"En la pandemia, nadie tenía trabajo y nadie tenía dinero", dijo Nancy Murphy, una cuidadora de 45 años citada por la AP, que recogió un pavo congelado y comestibles la semana pasada de una donación en la iglesia Redeemed Christian Church of God New Wine Assembly en el noreste de Washington. "Ahora han vuelto a sus puestos de trabajo, pero el dinero no llega para nada. Sigue siendo difícil", dijo Murphy.
Los factores que han hecho caer los precios del combustible
Los precios de la gasolina están bajando porque la demanda de petróleo y gas está cayendo, a pesar de los recortes de producción con que la OPEP y sus aliados han intentado evitarlo. Los conductores también han reducido el consumo de gasolina intentando ahorrar dinero para cubrir los disparados pagos de las hipotecas, dice un reporte del diario The Washington Post.
Ben Cahill, analista de seguridad energética del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, entrevistado por el mismo diario, alerta de que "nos dirigimos a una grave recesión en Europa y a una mayor ralentización económica en Estados Unidos, ya que la gente lucha contra los altos tipos de interés y se preocupa por su riqueza y sus ahorros personales".
Estos factores, según Cahill, han hecho que se cree un "panorama sombrío para la demanda de petróleo", que se ve reflejada en los precios a la baja.
También ha contribuido a contener los precios de la gasolina el hecho de que varias refinerías de petróleo clave de Estados Unidos volvieron a producir tras meses de estar fuera de servicio por mantenimiento y reparaciones.
Un factor adicional es lo que está sucediendo en China con los confinamientos estrictos para intentar controlar la propagación del coronavirus. Los cierres ha desencadenado protestas inéditas en todo el país, ante lo cual los operadores de petróleo han reaccionado con bajas expectativas.
Bancos de alimentos tienen problemas para atender una demanda cada vez mayor
A contravía de lo que sucede con el precio de la gasolina en EEUU, el gobierno de EEUU estima que los precios de los alimentos subirán entre un 9.5% y un 10.5% este año.
El precio del pollo, por ejemplo, se ha duplicado con creces: de 78 centavos de dólar por libra el año pasado a 1.64 dólares por libra este año. Las estimaciones de la Oficina de Agricultura fijan el coste del pavo en un 21% más alto que el año pasado.
El investigador de mercados Datasembly calcula que una caja de 16 onzas de relleno cuesta un 14% más que el año pasado, mientras que una bolsa de 5 libras de patatas Russet cuesta un 45.5% más de media.
Esta situación está comprimiendo los presupuestos de muchos estadounidenses y de los bancos de alimentos, especialmente tras la expiración del flujo masivo de ayudas federales por la pandemia.
"La inflación ha sido la historia del año", comenta Michael Altfest, director de compromiso comunitario del Banco de Alimentos del Condado de Alameda, en Oakland, California.
Altfest afirma que el nivel de necesidad de la comunidad sigue siendo entre un 50% y un 70% más alto que los niveles anteriores a la pandemia, y alrededor del 30% de las llamadas al teléfono de ayuda de emergencia del banco de alimentos son de personas que llaman por primera vez.
El aumento de los precios está obligando a la gente a hacer "sacrificios en su alimentación", concluyó Altfest.
La Fed prevé ralentizar las subidas de tasas de interés en diciembre
El combate de la inflación, que ha resultado un problema mayor de lo que habían augurado, es una de las prioridades de la política económica del presidente Joe Biden.
El gobierno la atribuye a la rápida recuperación de la economía tras la pandemia y a los problemas de escasez que causó la interrupción de la cadena de suministros, además de a que la invasión de Ucrania impactó mucho en los precios de combustibles y alimentos.
Las fuertes subidas de tasas de interés con que la Reserva Federal (Fed) la ha combatido van a comenzar a ralentizarse "tan pronto como en diciembre", según adelantó el miércoles su presidente, Jerome Powell, informa Efe.
Powell pareció dar a entender que el próximo aumento será de 0.5 puntos en lugar de 0.75 que se han aprobado en los últimos meses.
" Tiene sentido moderar el ritmo de nuestras subidas de tasas a medida que nos acercamos al nivel de restricción necesario para poner coto a la inflación. Ese momento (...) podría llegar tan pronto como la reunión de diciembre", explicó.
Durante un evento en la institución Brookings en Washington, Powell apuntó, sin embargo, que la inflación continúa demasiado elevada para dejar de subir las tasas, y que el tipo de interés oficial deberá mantenerse elevado durante más tiempo del esperado.
"Me parece probable que el nivel definitivo de tasas deberá ser un poco más alto del que se incluía en nuestro resumen de predicciones económicas de septiembre", explicó.