El incesante robo de los tenis Jordan: el lado oscuro del coleccionismo de calzado deportivo
Desde que era niño, a Efraín González le ha gustado hacer negocios. Vendía papas fritas y burritos en su escuela para ganar algo de dinero. Tenía 13 años cuando comenzó en la popular reventa de calzado deportivo nuevo y usado. En febrero, a los 20 años, se materializó el sueño de ser emprendedor con la apertura de su tienda de tenis en la ciudad de El Monte, un suburbio de Los Ángeles, California.
“Puse todo mi esfuerzo en esta tienda: pisos nuevos y reacondicionamiento de la tienda por dentro y por fuera. Con suministro de tenis, muebles, estantes, letreros y mi vitrina”, describe González en una entrevista con Univision Noticias. “Llevábamos invertidos entre 20,000 y 30,000 dólares”.
Pero solo tres días después de la inauguración, los ladrones le dieron la bienvenida al barrio. Burlaron las pocas medidas de seguridad: quebraron un cristal y entraron para tomar los pares que más les gustaron, los de la marca Jordan, inspirados en el legendario jugador de baloncesto Michael Jordan. Se llevaron un par completo y confundieron tallas y modelos del resto, que valían entre 250 y 500 dólares.
No pudieron robar más mercancía porque González recibió una alerta a su celular y los asustó a través del micrófono de la cámara de vigilancia. Al hacer el recuento de daños, el joven estima que perdió unos 10,000 dólares en artículos, reparaciones y en colocar más medidas de protección en su local.
“Con toda honestidad, la persona que entró no sabía nada de tenis y solo pensó que sería fácil encontrar los modelos que buscaba para robar y vender”, dijo este emprendedor, nieto de inmigrantes de México y El Salvador. “Tuvieron que sacar los tenis de la parte trasera de la tienda y buscar la caja y la talla exactas, así que no pudieron conseguir lo que querían”.
A principios de agosto los amantes de lo ajeno volvieron a su establecimiento. Esa vez, en medio de la noche, tres jóvenes rompieron un vidrio, pero huyeron al escuchar el sonido de la alarma, que estaba conectada a un sistema que llamó a la policía, según se observa en un video de seguridad.
González dice que ese segundo incidente lo hizo reflexionar y prefirió cerrar la tienda, cuyas ganancias aún no despegaban. Temía que lo asaltaran personalmente y le hicieran daño. “Estaba devastado, después de vaciar mi tienda todos mis recuerdos me deprimieron”, recuerda.
Ahora este muchacho originario de Huntington Park vende tenis en internet y su nuevo objetivo es terminar una carrera universitaria, conseguir un empleo formal y, si tiene ahorros suficientes, abrir otro local más protegido. “Mentalmente no puedo dormir por la noche sabiendo que tengo tanto dinero en un lugar esperando a que la gente entre a robar”, lamenta.
Una industria multimillonaria
El caso de este joven hispano no es único: en todo el país se registra una ola de robos a tiendas de calzado deportivo de alta gama, mientras el coleccionismo de tenis o sneakers se ha vuelto una industria multimillonaria. Hay pares que se venden en miles de dólares y ahora es común que decenas de jóvenes duerman afuera de un local para ser los primeros en comprarlos.
Los modelos de Michael Jordan son los más cotizados, sobre todo los que resultaron de la colaboración con el gigante Nike: los Air Jordan. Hasta hace unos años dos tenis relacionados con la estrella del baloncesto eran los más caros del mundo: en 2017 el par de Converse firmados por él y que usó en los Juegos Olímpicos de 1984 se vendieron en más de 190,000 dólares; y en 2020 un par de Nike Air Jordan 1 fueron comprados en más de 610,000 dólares.
Parecía que se había llegado a un tope, hasta que los tenis Nike x Yeezys que el rapero Kanye West portó en los Grammy de 2008 se vendieron en 1.8 millones de dólares a principios de 2021.
La búsqueda incesante de calzado original, aunque tengan un desgaste evidente por el uso, también generó un mercado negro.
La Federación Nacional de Minoristas (NRF) indica en su informe anual de 2021 que el artículo más robado en negocios de este país es la “ropa de diseñador”, una categoría en la que están los sneakers. Estos productos representan tanto como el 22% del total de hurtos.
“Ellos (los ladrones) esperan ganar dinero fácil al robar esos zapatos y venderlos por cualquier cosa porque no pueden ser rastreados; también saben que los tenis promedian alrededor de 250 dólares, hasta 1,000 dólares”, explica González.
Facebook, Instagram, eBay, WhatsApp, Craigslist, prácticamente cualquier plataforma digital se vuelve un escaparate para la venta de modelos robados. “Porque en esos sitios todo se hace de persona a persona, y quien compra desconoce de dónde se obtuvo… hacen un buen trato porque el ladrón está recibiendo básicamente dinero gratis”, dice González.
La última publicación que hizo en Instagram el dueño de la tienda KKG Kickz en Little Canada, Minnesota, es la imagen de una camioneta SUV de color blanco en la que llegaron los hombres que la saquearon.
Sucedió la noche del 23 de febrero y fue el quinto atraco en seis meses, desde que fue inaugurada en septiembre de 2021. Los delincuentes quebraron una ventana, entraron y se llevaron 30,000 dólares en mercancía, incluyendo 20 pares completos y 250 tenis del pie izquierdo. Pasó lo mismo que en la tienda de González: los rateros tomaron lo que les gustó, aunque estaba incompleto.
Tres hombres que portaban mascarillas, gorras, sudaderas con capucha y guantes irrumpieron en el negocio, según se observa en el video de vigilancia.
“Ni siquiera creo lo que veo en el televisor. Es devastador”, dijo Walter Dillon, propietario del local, en una entrevista con el canal ABC5 en marzo. “Es tan horrible ver algo por lo que trabajé muy duro, soñé, ejecuté, ver que todo se desvanece de esa manera es desgarrador”.
Dillon reforzó la puerta trasera, pero finalmente cerró el establecimiento.
Seis asaltos al mismo negocio
Algo similar les sucedió a los dueños de la tienda Flee Club de Chicago, a pesar de que invirtieron “cientos de miles de dólares” en guardias armados, candados, alarmas y barras “antirrobos”.
Flee Club perdió 70,000 dólares en un atraco ocurrido el 1 de abril y otros 40,000 dólares en un incidente registrado el 18 de marzo. Se llevaron ropa y zapatillas deportivas. Pero su botín más preciado fueron dos pares Jordan 1, que uno de los dueños describió como “tenis gema”.
“Queremos salir de este lugar… Tomaron todo lo que teníamos”, dijo el copropietario Darris Kelly al medio Block Club Chicago. “Estoy cansado de esto”, enfatizó.
Reportes de prensa informan sobre varios negocios que han sido saqueados en múltiples ocasiones. Es el caso de la tienda GetchaSneakers en Lunenberg, Massachussets, que en noviembre ya había sido asaltada seis veces. En el último incidente perdieron alrededor de 70,000 dólares. Cuando llegaron los policías encontraron una pila de cajas vacías y ganchos de ropa tirados en el suelo.
De los casos más recientes, el golpe más duro se lo dieron a Fix Kicks de Santa Clara, en el norte de California, de donde robaron más de 200,000 dólares en tenis de alta gama, ropa y gorras.
La policía detuvo en enero a uno de los sospechosos, Gregory Jefferson, de 19 años. En su casa en Pittsburgh solo encontraron 30 cajas de sneakers y ganchos con el nombre de la tienda afectada. Le decomisaron una pistola de fabricación casera, conocida como “arma fantasma”.
También arrestaron a tres hombres que tomaron casi 100,000 dólares en artículos de una tienda de Miami. Entre lo que se llevaron había un par de tenis valorados en 8,000 dólares.
A principios de agosto, un juez emitió una sentencia contra el tercer implicado en el robo de una colección de 50 pares de tenis Nike Air Jordan que eran de una joven del estado de Washington.
El exnovio de la víctima, Omari Steele, y dos mujeres entraron a su apartamento, la sometieron y golpearon. La mujer logró escapar saltando por un balcón. Mientras ella pedía ayuda desesperada, los tres se fueron con los tenis, algunos valorados hasta en 2,500 dólares.
Steele fue sentenciado a un año de cárcel. Las coacusadas recibieron condenas bastante reducidas: 26 días de cárcel y seis meses de libertad condicional.
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