Este es el mapa de la desigualdad racial en California

Aunque a menudo se considera a California una gran utopía liberal, el Estado Dorado no siempre brilla cuando se trata de equidad racial, según el Advancement Project , un grupo de derechos civiles. Esta organización creó Race Counts, una herramienta web interactiva que analiza las cargas desiguales que soportan los diferentes grupos en todo el estado. Este proyecto analiza siete parámetros clave de la calidad de vida — oportunidad económica, a servicios de salud, educación, vivienda, democracia, delincuencia y justicia, y entornos construidos sanos—y muestra cómo le va a cada comunidad minoritaria, incluídos los latinos, en cada uno de ellos.
Race Counts traza estas variables en cada uno de los 58 condados de California. Haga clic en el condado de Monterey, por ejemplo, y sabrá que los jóvenes afroestadounidenses que viven allí son tres veces más propensos a sufrir arrestos por absentismo escolar que sus homólogos blancos. En el condado de Fresno, los residentes blancos están empleados en puestos gerenciales al doble de la tasa de residentes negros y asiáticos y al triple de la tasa de latinos y nativos americanos. Los residentes de raza negra tienen 15 veces más probabilidades de ser encarcelados que los residentes blancos en el Condado de Santa Clara, el corazón de Silicon Valley.
En este mapa, los condados verdes son los que están en mejores condiciones (baja disparidad racial y alto desempeño). Los amarillos tienen baja disparidad, pero también bajo desempeño. En los naranjas, solo unos pocos prosperan (alta disparidad y alto desempeño). Finalmente, los rojos están en la peor condición, con alta disparidad racial y bajo desempeño.
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A John Kim, director ejecutivo del Advancement Project California, se le ocurrió la idea de mapear la desigualdad por raza luego de ver los resultados del proyecto de mapeo anterior de la organización, healthycity.org , que se enfocó en los vecindarios de Los Ángeles. Usando el mapa, Kim pudo ver cómo ciertas comunidades se veían afectadas de forma desproporcionada por problemas como la violencia armada.
"Cada vecindario descuidado tenía altas concentraciones de personas de color, pero no hablábamos de la raza antes", dijo. "Hablábamos de códigos postales y estado socioeconómico, pero el denominador más común era la raza. Con el tiempo, decidimos que el hecho de no incluir la raza en la conversación significaba que estábamos perdiendo demasiadas dinámicas importantes y factores clave para el cambio".
Así es como el grupo recolectó datos de varias fuentes, incluyendo la Oficina del Censo de Estados Unidos y el Departamento de Educación, el Departamento de Policía de Los Ángeles y la Universidad de California en Los Ángeles, que muestran cómo las políticas de vivienda o la vigilancia policial influyeron de manera diferente en los grupos étnicos.
A diferencia de la mayoría de los sitios que recopilan y muestran datos basados en la raza, Race Counts divide a los asiático-estadounidenses y los isleños del Pacífico siempre que sea posible, y estos últimos suelen quedar rezagados con respecto a los primeros en términos de indicadores socioeconómicos. "Creo que lo realmente importante es romper los mitos con los datos siempre que podamos", dijo Kim sobre esta opción. "Y uno de los mitos realmente desafortunados en torno a la comunidad asiático-estadounidense y de las Islas del Pacífico es la idea de la minoría modelo: si eres asiático o de las islas del Pacífico, te va bien en todo. Y ése no es el caso en lo absoluto".
Los isleños del Pacífico son personas que según el censo tienen orígenes "en cualquiera de los pueblos originarios de Hawái, Guam, Samoa u otras islas del Pacífico". Según los datos del censo de 2013, la comunidad tiene una tasa de pobreza de aproximadamente un 20%, que es casi un 7% mayor que la tasa de pobreza de los asiático-estadounidenses.
Incluso dentro del grupo demográfico asiático-estadounidense, hay diferencias marcadas. A nivel nacional, menos de un 20% de los estadounidenses hmong o camboyanos tienen una licenciatura o más, en comparación con más de la mitad de los estadounidenses de origen chino y casi un 75% de los estadounidenses de origen indio. "Depende de cómo inmigraste, si eras un refugiado, cuál era tu clase o tu condición social en tu país de origen", dijo Kim. "Existen grandes diferencias dentro de esa comunidad y tenemos que mostrar eso. No podemos seguir utilizando los estereotipos de los años setenta".
El mapa muestra cómo las injusticias sistémicas tardan mucho tiempo en sanar. Como Richard Rothstein describió en Los Angeles Times, después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno federal destruyó vecindarios diversos en el sur de California para construir viviendas segregadas, y utilizó tácticas como las prácticas discrimintaorias para evitar que los afroestadounidenses compraran viviendas con préstamos federales. Se implementaron prácticas similares en el resto del estado y la nación.
"Los propietarios blancos ganaron, en generaciones sucesivas, cientos de miles de dólares provenientes del aumento de la equidad; los inquilinos afroestadounidenses no", escribió Rothstein. "En la actualidad, el ingreso nacional promedio de las personas de raza negra es el equivalente a un 60% del de los blancos, pero la riqueza promedio de las personas de raza negra es solo equivalente a un 7% de la de los blancos, una disparidad que se debe principalmente a una política de vivienda federal inconstitucional (esos hogares de la istración Federal de Vivienda de mediados de siglo, que hoy se venden por 300,000 dólares y mucho más, ahora están fuera del alcance de familias de clase trabajadora de cualquier raza).
Esto preparó el estado para las profundas disparidades que resultan evidentes hoy. En toda California, a los propietarios asiáticos y blancos les quedan casi 25,000 dólares más de sus ingresos después de pagar la vivienda que a los afroestadounidenses, los nativos americanos, los isleños del Pacífico y los latinos. En el condado de San Mateo, solo un 37% de las poblaciones negras, latinas, nativas americanas e isleñas del Pacífico son propietarias de las casas donde viven, en comparación con la tasa de propiedad de la vivienda de un 67% de la población blanca. "La vivienda es uno de esos espacios donde la segregación racial se mantiene viva, y es un eco del pasado, pero aún seguimos renovándolo", dijo Kim.
El proyecto no siempre muestra la imagen completa: el Condado de Santa Clara se considera de ‘baja disparidad’, aunque los hogares son célebremente inasequibles en la región. Kim lo ite y señala que ningún proyecto de datos puede contar toda la historia de un área. "Los datos son solo la mitad de la imagen", dijo. "Tenemos claro que lo que tenemos es una herramienta poderosa, pero tenemos que llevar esto a la práctica. A nivel de condado, se enmascaran muchos de los problemas de los subcondados". Por ejemplo, el condado de Los Ángeles abarca tanto Beverly Hills como el sur más pobre de Los Ángeles. En la siguiente versión del proyecto, el Advancement Project espera poder realizar análisis incluso al nivel de ciudad.
Kim espera que tanto los legisladores como los defensores usen los mapas y los datos para analizar la raza y la disparidad en tándem. "Creemos que a California se le ha hecho muy cómodo no hablar de la raza", dijo. "Esperamos que esto pueda crear nuevos espacios que pueden incluir a personas que de otro modo habrían quedado fuera de esas conversaciones".
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.