null: nullpx
CityLab Política

¿Podrá la tecnología derrotar a la manipulación de distritos electorales?

El llamado 'gerrymandering' está siendo discutido en la Corte Suprema. Mientras tanto, algunos activistas creen que el análisis de datos podría ayudar a crear circunscripciones más justas.
Patrocina:
9 Oct 2017 – 01:01 PM EDT
Comparte
Default image alt
Un recinto de votación en California, durante la última elección. Crédito: BILL WECHTER/AFP/Getty Images

En 1788 John Adams escribió que la Cámara de Representantes deben ser un “retrato exacto” del pueblo en general. Pero, a medida que las fronteras de los distritos electorales se manipulan cada vez más (mediante la práctica partidista llamada gerrymandering), ese retrato se parece ya a un cuadro cubista de Picasso.

La pregunta sobre la legalidad de este establecimiento arbitrario de las fronteras entre circunscripciones nuevamente se está poniendo a prueba en un caso en la Corte Suprema. En este se determinará si los creadores de mapas electorales en Wisconsin realizaron un redibujo ilegal y partidista de distritos electorales. Ese tema ha estado bajo escrutinio durante dos siglos, pero este caso (llamado Gil v. Whitford) es el primero en llegar a la Corte Suprema en trece años. Este fallo podría ser particularmente influyente en estos momentos porque las tácticas de crear los mapas electorales se han vuelto mucho más sofisticadas. Las autoridades tienen a más datos detallados que nunca antes y están usando esos datos para propósitos partidistas con una precisión impresionante.

“Si los mapas creados en 2010 te parecieron malos, prepárate”, dice Michael Li, abogado sénior en el Brennan Center for Justice de la Universidad de Nueva York. “ Las técnicas que se ven como tecnología de la era espacial serán comunes y corrientes cuando se reestructuren las cosas en 2021”.

Cargando Video...
#EnriqueExplica qué es el polémico Gerrymandering

Los distritos para los representantes legislativos se crean basados en la población, pero también toman en cuenta otros factores, como raza. Las autoridades tienen la oportunidad de reestructurar las fronteras de estos distritos cuando hay cambios en la población, pero hace mucho tiempo han usado este derecho de reestructuración como una oportunidad para distorsionar distritos a favor de su partido político preferido. El hecho de que existe software para crear mapas electorales como Maptitude —el cual se usa con frecuencia para reestructurar las fronteras de distritos electorales— y la disponibilidad de datos censales detallados significan que los legisladores pueden obtener todo tipo de datos y aprovecharlos. Dado que las herramientas para manipular distritos se han vuelto tan precisas, la restructuración que antes era tajante y cruda hoy día es “como cirugía política con láser”, dice David Thornburgh, presidente y director ejecutivo del Committee of Seventy, una organización en Pensilvania cuyo fin es combatir la corrupción.

“El software ha avanzado hasta el punto en que se puede realizar de manera muy metódicamente al escribir el código que establece la meta de tener la mayor cantidad de votos desperdiciados”, dice Bernie Langer, analista sénior de datos en PolicyMap, un sitio que provee datos de mapeo para el uso público. “Debido a toda la polarización que está sucediendo, es mucho más fácil que antes adivinar por quién votaría un individuo basado en su grupo demográfico y estatus de ingresos. No es necesario enterarse de los registros individuales de votación: sólo se puede usar datos censales para ver dónde hay personas de ciertas razas, ingresos y nivel educativo. Esos datos son tan detallados que se pueden reducir a un grupo de bloque censal y el software eficientemente puede crear esos distritos manipulados”.

“Las técnicas que se ven como tecnología de la era espacial serán comunes y corrientes cuando se reestructure el mapa en 2021”.


Reestructurar los distritos según motivos partidistas puede crear una desconexión entre las acciones oficiales y las creencias de los votantes. En un reporte reciente, el Centro para el Progreso Estadounidense expuso los efectos del gerrymandering en seis estados diferentes en donde leyes promulgadas por legisladores electos perjudican las causas progresistas, incluso cuando los votantes las apoyan. En Carolina del Norte —en donde un 64% de los residentes apoyan a las leyes que se oponen a la discriminación contra la comunidad lesbiana, gay, bisexual o transexual o LGBT por sus siglas en inglés— la legislatura estatal aprobó un proyecto de ley para efectivamente anular la autoridad de los gobiernos locales de extender la protección de derechos civiles a la comunidad LGBT.

En Virginia un 69% de los votantes apoyan la expansión del programa Medicaid de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, pero la legislatura estatal aún rechazó cualquier expansión. En Rhode Island —uno de los pocos ejemplos recientes en que los demócratas estaban empleando el gerrymandering— la legislatura estatal aumentó el impuesto de gasolina a pesar de las objeciones de los residentes. Cuando se reestructuraron los mapas de distritos electorales de Wisconsin en 2011, los creadores explícitamente reconocieron que estaban basando los límites del mapa en los datos demográficos al etiquetar los nombres de archivos del mapa según cuán favorablemente partidista eran. El resultado cambió el equilibrio del poder: los republicanos se ganaron 60 de un total de 90 asientos en la asamblea estatal aunque perdieron el voto popular.

El Campaign Legal Center (Centro Legal de Campañas) está representando a los demandantes en el caso de Wisconsin y está tratando de establecer un criterio legal para comprobar que el gerrymandering partidista haya ocurrido. Dicho criterio emplearía una prueba de tres partes: primero establecería que un distrito se haya reestructurado con un propósito discriminatorio, entonces comprobaría que la reestructuración afectó a los resultados de la elección y, por último, demostraría que el estado podría haber hecho un mejor trabajo con la estructuración de distritos equilibrados.

En este caso la tecnología se puede usar para más que obtener ganancias ilícitas. Por más que las herramientas para crear mapas electorales están ayudando en el proceso del gerrymandering, también están dando a los defensores una forma de monitorizarlo cuando ocurra y de contraatacar. Ruth Greenwood —abogada sénior en el Campaign Legal Center— se acuerda de un caso en Texas cerca del Río Grande en que los demandantes comprobaron que los legisladores habían usado datos sobre el número de votantes latinos en un distrito para cuidadosamente incluir vecindarios y casas que no votaron y excluir a los que sí votaron. Greenwood espera que los tribunales usarán los mismos datos que usan los creadores de mapas para identificar y desatar los nudos partidistas. “La tecnología y los datos han cambiado las reglas del juego”, dice Greenwood. “Lo que estamos haciendo es decir ‘no usemos toda esa tecnología para el mal, dejemos que los tribunales la utilicen para el bien’”.

A la izquierda, los mapas muestran los distritos electorales de Milwaukee entre 2002 y 2010. Los mapas a la derecha muestran los distritos desde 2012 hasta ahora. La reestructuración electoral cambió la proporción de votantes republicanos a demócratas de 4R/4D (4 republicanos por cada 4 demócratas) en el sureste de Milwaukee a 6R/2D (6 republicanos por cada 2 demócratas) al reubicar a los votantes demócratas en el lado oeste del Condado Milwaukee. Además, cambiaron a las ciudades de Racine y Kenosha de proporciones 2R/4D a 3R/3D (Campaign Legal Center).

Jowei Chen, profesor auxiliar en la Universidad de Michigan, ya ha estado usando la tecnología para ayudar a los tribunales a navegar el proceso de fallos judiciales. Usando algoritmos, Chen ingresa los criterios de reestructuración de un estado y produce miles de mapas alternativas para ver si sería posible estructurar a distritos electorales de manera menos partidista que los que crean la legislatura de un estado. Por ejemplo, en el caso de Wisconsin, los mapas de Chen muestran que los mapas de la asamblea no eran tan compactos como podrían haber sido y dice que descubrió que “es más fácil [hacer esto] mucho mejor”.

Sin embargo, Chen observa que hay obstáculos si se depende solamente de la tecnología para conservar la democracia. “Los algoritmos sólo son tan buenos como los criterios de estructuración electoral que les indicamos que sigan”, dice.

“No usemos toda esa tecnología para el mal, dejemos que los tribunales la utilicen para el bien”.

Mientras tanto, el Committee of Seventy está tratando de usar crowdsourcing para crear distritos electorales mejores y más equitativos mediante su nueva iniciativa, la cual se llama Draw the Lines (Dibuja las fronteras). Ésta invita a la gente común a estructurar mapas legislativos. “Esta es una demostración de fuente abierta de lo que pensamos debería ser una oportunidad básica de la ciudadanía: que se te permita pensar bien cómo se te representa”, dice Thornburgh. Su meta es hacer que 10,000 residentes de Pensilvania se pongan a estructurar mapas electorales. Es posible que lleguen a esta meta: reuniones organizadas por Fair Districts Pennsylvania (Distritos Equitativos Pensilvania, un grupo que lucha por frenar al gerrymandering) han atraído a 15,000 personas que querían aprender más sobre el asunto.

“Contra todas las probabilidades y la sabiduría convencional este proceso obscuro ha motivado a la gente”, dice Thornburgh.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

Loading
Cargando galería
Comparte
RELACIONADOS:Política