Esta organización enseña a los comercios cómo apoyar a los inmigrantes en caso de redadas

Dentro de un espacio comunitario en el centro de Oakland, Kori Chen aprendió que un tampón se puede usar para detener el sangrado provocado por una herida de entrada de bala. También aprendió acerca de los derechos que tenía a su disposición si acaso ICE alguna vez tratara de llevar a cabo una redada dentro de Red Bay Coffee, la cafetería en donde Chen es el jefe.
En mayo de este año, Chen y otros dueños y empleados de cinco negocios locales asistieron a una capacitación sobre seguridad comunitaria. En esta, les enseñaron a lidiar con una serie de situaciones, desde una emergencia médica a una redada migratoria. La sesión fue organizada por el Lightning Bolt Collective, una organización que reúne instructores de grupos como Sins Invalid —una organización defensora para las personas discapacitadas— y el Oakland Power Project, el cual enseña a la gente cómo responder a las crisis de salud sin llamar al 911, lo cual invitaría una intervención policíaca.
Lightning Bolt fue fundando por Max Airborne, Katie Loncke, Hasmik Geghamyan y Zoé Samudzi. Estos activistas ven a esta capacitación como un programa holístico mediante el cual las comunidades se puedan volver más seguras para todos.
La idea surgió poco después de las elecciones, a fines de 2016. “Al mirar la retórica política y el clima actual, estamos viendo un gran resurgimiento de algunas ideas muy peligrosas sobre quién merece reclamar este país”, dice Loncke. Al principio, Airborne y Loncke consideraron la creación de un símbolo visible de solidaridad con los inmigrantes, como el que se usó en Inglaterra después del Brexit. Ahí, la gente comenzó a usar ‘safety pins’ (lo que en distintas partes de Hispanoamérica conocemos como imperdibles, seguritos o ganchos). Sin embargo, algunos en la comunidad consideraron a los seguritos como un gesto vacío. Además, “no hay ninguna garantía de que alguien que ande con [un segurito] tenga las habilidades para realmente ayudar”, observa Airborne. “Entonces fijamos nuestra atención en el desarrollo de habilidades”.
Los movimientos de base centrados en educar a los ciudadanos e inmigrantes sobre el patrullaje policíaco y la deportación — capacitaciones Conoce tus derechos y programas como Cop Watch o Vigilancia Policíaca— han existido en todo el país desde los años 90, cuando CopWatch empezó en Berkeley. Lo que hace única a la capacitación de Lightning Bolt es su alcance y su énfasis en negocios pequeños como centros importantes para la seguridad comunitaria.
Los organizadores se centran en restaurantes, galerías de arte, cafeterías y otros negocios pequeños porque piensan que estas tiendas están en el frente cuando se trata de lidiar con la población creciente de personas sin techo en la ciudad y el patrullaje policíaco en comunidades. “Siendo dueños de negocio, si algo sucede cerca de sus negocios, resulta importante que sepan cómo comunicarse con la comunidad”, dice Shareena Thomas, cofundadora de People’s Community Medics (Profesionales Médicos Comunitarios del Pueblo) y uno de los instructores en la sesión de capacitación que organizó Lightning Bolt in mayo.
Una de las lecciones clave que Thomas imparte durante sus sesiones de capacitación es cómo comportarse llamar al 911 o al lidiar con un técnico de emergencias médicas. “Muchas personas no saben cómo comunicarse con un [despachador de 911] y la manera en que hablan con el despachador afecta a quién envían para ayudar [con] una situación”, dice Thomas. Si la persona que llama está calmada, el despachador quizás envíe un paramédico o un solo policía. Si la persona que llama está gritando y entra en pánico, explica Thomas, el despachador quizás mande una brigada completa de policías. Muchas de las sesiones de capacitación de Lightning Bolt se centran en desintensificar situaciones con policías y manifestantes, así como en las maneras en que los negocios pequeños puedan ayudar a los desamparados y a los que tienen problemas mentales sin recurrir a la intervención policíaca.
Nadia Gaber —una voluntaria con el Oakland Power Project, una organización comunitaria— dirigió una capacitación sobre cómo proveer recursos de salud, entre ellos comunicarse directamente con los paramédicos en lugar de usar el triaje del 911 e introducir policías en una situación. Gaber dice que es importante que las personas en una comunidad tengan las habilidades, recursos y conocimiento que muchos actualmente esperan que el estado proveerá. “Simplemente son buenas habilidades”, dijo. “De poder dirigirse a alguien en una crisis, poder dirigir a las personas a los servicios sanitarios de apoyo”. Además, Gaber agrega que “es importante que las personas en el sitio de interacción puedan participar en momentos de crisis”.
Chen, director de Red Bay Coffee, agradeció aprender sobre cuáles autoridades resulta lógico involucrar —y cuándo— y cuáles situaciones los negocios pequeños podrían manejar por su cuenta. “En el caso mío y en los de muchas de las personas que empleamos en Red Bay, no hemos tenido buenas experiencias con el Departamento de Policía”, dice. “Lo que la capacitación realmente me enseñó es que existen opciones en estas situaciones diferentes”.
“Necesitamos poder contar los unos con los otros porque la policía no se va a aparecer e ICE no va a ayudar a nadie”, dice Eli Isaacs, el gerente de operaciones en Reem’s, una panadería y restaurante local que sirve comida siria-palestina. “Entonces necesitamos que se capacite a nuestro personal porque esa es la única forma en que podamos sobrevivir como negocio y como una comunidad”.
Tanto Chen como Isaacs encontraron valiosa la variedad de instructores y temas, ya que el programa resaltó las maneras en que muchos asuntos de la comunidad están interconectados. Por ejemplo, según explica Chen, instructores del Proyecto de Justicia para las Personas Transgéneras e Intersexuales explicaron cómo los asuntos de las personas transgénero son asuntos de justicia, porque anteriormente se encarcelaron a muchas personas en la comunidad transgénero. Aunque Reem’s no puede instalar un baño unisex porque comparten sus baños con otro negocio, TGIJP fue indicándoles otros pasos que podrían tomar para hacer que su negocio se sienta más seguro para la comunidad transgénera, tal como dar los códigos de de tanto el baño de los hombres como el de las mujeres a cualquiera que los pida en lugar de asumir la identidad de género de una persona.
“Oakland es un lugar progresista y se habla mucho de la interseccionalidad”, dice Chen. “Pero la capacitación fue una buena forma de poner ésa en práctica”.
La primera sesión de la organización fue financiada mediante el Pollination Project (Proyecto de Polinización) y la segunda será financiada mediante una subvención reciente de $1,000 de la Awesome Foundation. La meta de Lightning Bolt es capacitar a 50 negocios pequeños a lo largo del próximo año. “Queremos estar en la vanguardia de esto”, dice Loncke. “Queremos seguir cambiando el panorama cultura a uno en que nadie se deja atrás”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.