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Derechos humanos

Ex presos políticos nicaragüenses rechazan el destierro del régimen "medieval" de Ortega

Los presos nicaragüenses liberados cuentan que los llevaron al aeropuerto a las 4 de la mañana sin saber qué estaba pasando. No les anunciaron que les iban a quitar la nacionalidad hasta que ya estaban en el aire.
Publicado 10 Feb 2023 – 03:13 PM EST | Actualizado 10 Feb 2023 – 04:36 PM EST
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La decisión de Nicaragua de expulsar y despojar de la ciudadanía a 222 presos políticos el jueves fue un regreso a formas de gobierno "medievales" que no se veían desde el Imperio Romano, dijo uno de los presos liberados en una conferencia de prensa virtual este viernes.

"Algo que fue borrado del derecho internacional, como el destierro, está siendo nuevamente establecido en Nicaragua en una forma absolutamente ridícula", dijo Félix Maradiaga, líder opositor y precandidato presidencial de 46 años, liberado tras un año y ocho meses de cárcel.

Despojar a alguien de su nacionalidad "no tiene ningún sentido, ni nunca lo tendrá", añadió Maradiaga.

Un abogado estadounidense que representa a Maradiaga y otro de los presos liberados, Juan Sebastián Chamorro, dijo que era demasiado pronto para decir cómo podrían impugnar la decisión del régimen de Daniel Ortega. Pero una opción podría ser la impugnación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA).

"Se trata de una violación muy clara del derecho fundamental", dijo Jared Genser, abogado especialista en derechos humanos en Washington DC. "Obviamente, en Nicaragua no hay ninguna instancia para impugnarlo, ya que Ortega controla la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo", añadió.

La decisión nicaragüense dejó a la mayoría de los 222 apátridas, aunque el gobierno español les ofreció el viernes la ciudadanía incondicional. Uno de los presos, el dirigente del sector privado Mike Healey, es también ciudadano estadounidense.

El gobierno de Joe Biden ha ofrecido a los exiliados nicaragüenses un permiso humanitario que les permite permanecer en el país durante dos años. Se alojan en hoteles bajo la responsabilidad del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos y del Departamento de Seguridad Nacional. También dijo que colaboraría con organizaciones no gubernamentales para ayudarles en su reasentamiento.

"Estas últimas 24 horas han sido una locura"

En una emotiva rueda de prensa, Maradiaga dijo que no tenía "palabras para expresar lo que siento en el fondo de mi corazón" tras reunirse el jueves con su esposa y su hija.

"Estoy profundamente conmovido tratando de controlar tantas emociones", dijo Maradiaga en la llamada de Zoom, sentado junto a su esposa, Berta Valle, a la que dijo no haber visto en tres años.

"Es un momento muy importante en mi vida. Estas últimas 24 horas han sido una locura", dijo, sentado junto a su esposa, Victoria Cárdenas, en la llamada de Zoom. "Estamos preparados para comenzar nuestra nueva vida como marido y mujer. Es muy emocionante", añadió.

Los dos dijeron que les llevaría algún tiempo digerir la experiencia de los últimos 20 meses. Maradiaga aseveró que luchar por los derechos humanos "no es sólo teoría [....] es una causa humana, íntima y personal".

Al mismo tiempo, dijo que tendría que reflexionar sobre el costo para su familia de defender los derechos humanos y adoptar una posición política contra una dictadura. "Es un momento para reflexionar sobre el costo y el valor de la familia", dijo.

200 años de guerra y exilio en Nicaragua

Algunos de los presos describieron tratos "horribles" en los centros de detención nicaragüenses, otros alegan que incluso se les negó tratamiento para problemas médicos crónicos o se les dio poco de comer.

Chamorro señaló que era importante seguir luchando "para que eso no vuelva a pasar a ningún nicaragüense", y añadió que el país necesita un cambio fundamental después de que "todas las generaciones de los últimos 200 años" hayan conocido la guerra, el exilio y el asesinato.

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“No fuimos avisados”: los presos políticos nicaragüenses subieron al avión sin conocer su destino

Los presos nicaragüenses no sabían adónde se dirigían

El jueves aún era de noche cuando despertaron a los 222 presos, les dieron la ropa con la que habían sido detenidos -casi dos años antes en algunos casos- y les dijeron que se vistieran.

A continuación, los líderes políticos, estudiantes y activistas encarcelados, considerados presos políticos por grupos de derechos humanos y gobiernos extranjeros, fueron subidos a autobuses y conducidos por la capital. Algunos de ellos eran aspirantes a la presidencia de Nicaragua y fueron arrestados por diversos motivos calificados por organizaciones de derechos humanos como una "farsa judicial".

Hasta que no llegaron al aeropuerto no se dieron cuenta de que los estaban expulsando de su propio país.

"Fue una completa sorpresa", dijo Chamorro, sobrino de la expresidenta Violeta Chamorro. Dijo que fue un momento "agridulce" cuando se dieron cuenta de lo que pasaba. "Dulce en el sentido de que éramos libres. Amargo porque nos expulsaban de nuestro país", dijo.

En la pista, antes de embarcar en un avión fletado por el gobierno estadounidense, les pidieron que firmaran unos formularios en los que aseguraban que se iban voluntariamente. Los funcionarios de la embajada estadounidense les informaron de que el avión se dirigía a Washington DC.

Cuando el avión ya estaba en el aire, un juez nicaragüense leyó una declaración en la que decía que los 222 presos habían sido "deportados" en virtud de una orden que los declaraba "traidores a la patria" por acciones que atentaban contra la independencia y la soberanía de Nicaragua.

Más tarde, el jueves, el Congreso de Nicaragua aprobó por unanimidad un cambio constitucional que permite despojar de la nacionalidad a los "traidores".

"La forma en que fuimos desterrados, o expatriados, es una situación que solamente la podría describir como Orwelliana", dijo Maradiaga, haciendo referencia al famoso autor británico que escribió sobre los peligros del totalitarismo.

Wilma Nuñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, dijo en un comunicado que si bien la liberación de los presos era bienvenida, "la deportación es un término legal que se aplica a los extranjeros que cometen delitos en un país. Quieren llamar deportación al exilio, lo cual es absolutamente arbitrario y está prohibido por las normas internacionales de derechos humanos."

Una "decisión unilateral" de Ortega

El gobierno de Estados Unidos afirmó que la liberación masiva fue tanto una "decisión unilateral" del gobierno de Ortega como el resultado de esfuerzos diplomáticos concertados.

Aunque el propio Ortega dijo el jueves por la noche que no busca nada a cambio de la liberación de los presos políticos, a quienes calificó como "terroristas y mercenarios", observadores señalan que el mandatario centroamericano busca mejorar su relación con Estados Unidos para que relaje las sanciones impuestas para comercializar oro con empresas estadounidenses.

A la pregunta de qué puede haber motivado a Ortega a liberar a tantos presos de una sola vez, Genser, el abogado de Maradiaga y Chamorro, dijo que era una señal de la debilidad del régimen. "Al fin y al cabo, los dictadores nunca liberan a los presos políticos cuando quieren. Lo liberan cuando tienen que hacerlo, cuando la liberación es la opción menos mala".

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