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Ecuador

El presidente de Ecuador disuelve la Asamblea Legislativa para evitar su destitución

Con la disolución del Congreso, Lasso podrá gobernar hasta por seis meses por decreto con el control de la Corte Constitucional. En un comunicado dijo que solicitará a la autoridad electoral la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas.
Publicado 17 May 2023 – 08:32 AM EDT | Actualizado 17 May 2023 – 10:37 AM EDT
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El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, disolvió este miércoles la Asamblea Nacional poniendo así fin al juicio político por presunto peculado que estaba en marcha con la intención de destituirlo.

El mandatari ordenó "disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna", señala el documento difundido por la presidencia.

Con la disolución del parlamento, Lasso podrá gobernar hasta por seis meses por decreto con el control de la Corte Constitucional.

Lasso deberá convocar elecciones presidenciales y legislativas. Los ganadores de estos comicios completarán el actual periodo presidencial y legislativo que termina en mayo de 2025.

Corresponde al Consejo Nacional Electoral deberá convocar las elecciones que deberán cumplirse en un plazo máximo de 90 días. Quienes resulten electos en esos comicios tendrán que completar el tiempo restante de mandato hasta mayo de 2025. Aunque la constitución no especifica una duración para este proceso, se estima que podría tomar entre cuatro y seis meses. Lasso podría presentarse como candidato.

La Constitución ecuatoriana le da al presidente la facultad de disolver el Congreso

En una cadena de radio y televisión Lasso aseguró que “todos los esfuerzos del poder legislativo están enfocados en desestabilizar al gobierno”.

Argumentó que “esta es una decisión democrática no solo porque es constitucional sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones” y consideró que “esta es la mejor decisión posible que nos abre el camino para recuperar la esperanza, la tranquilidad”.

Añadió que “este es un nuevo momento para el optimismo”.

La decisión se sustenta en el artículo 148 de la constitución que confiere al presidente la potestad de disolver el Legislativo por una sola vez, dentro de los tres primeros años de su mandato, por tres causales: cuando la Asamblea se hubiere arrogado funciones que no le corresponden, por obstrucción al plan nacional de desarrollo o por grave crisis política y conmoción interna.

La disolución se produjo en momentos en que la Asamblea, dominada por una coalición integrada por el partido Unión por la Esperanza (UNES) del expresidente Rafael Correa (2007-2017), el Partido Social Cristiano y el de los indígenas Pachakutik llevaban adelante un juicio político a Lasso por supuesta malversación de fondos.

El presidente ha mantenido una mala relación con el Legislativo, a cuyos integrantes ha acusado de haberle pedido cargos estatales, el manejo de instituciones públicas como hospitales y hasta dinero en efectivo a cambio de votos.

Lasso gobernará por decreto bajo control de la Corte Constitucional

El abogado y constitucionalista Ismael Quintana, citado por la AP, dijo que Lasso está facultado para gobernar por decreto aunque éstos solo pueden ser de materia económica y es la Corte Constitucional la que decide si son válidos o no.

Aclaró, sin embargo, que dichos decretos podrían quedar sin efecto por decisión de la nueva mayoría legislativa que resulte elegida en los comicios anticipados, pues según la constitución deberá someter a revisión las decisiones del Ejecutivo.

El analista jurídico Ramiro Aguilar indicó a AP que “este es un mecanismo plenamente constitucional” y que la medida ayuda a destrabar la disputa entre el gobierno y la Asamblea. “Un conflicto de esta naturaleza puede durar cuatro años y es un conflicto que paraliza el país, entonces la 'muerte cruzada' (disolución de la Asamblea) establecida en la constitución del 2008 fue diseñada para superar los conflictos políticos que ponen en jaque a las instituciones, que paralizan la institucionalidad”.

Sin embargo, agregó, el país también pierde el debate democrático porque “va a haber una voz unilateral del Ejecutivo imponiendo un rumbo sin el contrapeso de la Asamblea y pierde credibilidad el país, porque queda con una institucionalidad débil”.

Según establece la normativa, la Asamblea Nacional deberá cerrar físicamente sus instalaciones y únicamente su general estará habilitado para mantener en operación al personal permanente mientras el resto de contratos provisionales quedarán sin efecto. El presidente podrá ordenar el uso de la fuerza pública para el resguardo del Palacio Legislativo.

Lasso, que tiene apenas 25 asambleístas de un total de 137, está en el poder desde mayo de 2021 y fue elegido para un período de cuatro años.

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