Condenados por un tuit: opositores al régimen de Ortega reciben duras penas de cárcel

Una corte en Nicaragua condenó esta semana a siete opositores a largas penas de prisión por "conspiración para atentar contra la soberania nacional", tras ser declarados culpables en juicios celebrados a puerta cerrada en la conocida prisión de El Chipote.
Los condenados el jueves formaban parte de las decenas de detenidos en el periodo previo a las elecciones del año pasado, en las que Daniel Ortega obtuvo otro mandato de cinco años -el cuarto desde 2006- en unos comicios tachados de ilegítimos por los observadores internacionales.
Entre ellos se encuentra Dora María Téllez, una legendaria exrebelde sandinista de 66 años que fue condenada a ocho años de prisión. Téllez es una antigua camarada de Ortega que dirigió un famoso asalto, a los 22 años, al Palacio Nacional en 1978 y mantuvo a los congresistas como rehenes a cambio de la liberación de los presos rebeldes.
Téllez, que fue ministra de Sanidad de Nicaragua durante el primer gobierno sandinista de los años 80, se convirtió después en una fuerte crítica del autoritarismo de Ortega.
Otro preso, el exguerrillero sandinista Hugo Torres Jiménez, falleció este sábado, informaron sus familiares en un comunicado sin dar mayores detalles. En diciembre fue llevado a un hospital por complicaciones en su salud, según allegados, informó la AFP.
Grupos defensores de derechos humanos han desestimado el proceso judicial, celebrado en la prisión de Chipote como una farsa.
"Soy inocente"
"La situación en Nicaragua es cada día más urgente... los presos políticos se encuentran en una situación de riesgo extremo, ya que el régimen viola flagrantemente sus derechos humanos y los del pueblo nicaragüense", dijo Jared Genser, un abogado internacional que representa a dos de los acusados.
También fue condenado Lesther Alemán, un líder estudiantil que se enfrentó de forma célebre al presidente Daniel Ortega en 2018, a quien se le impuso una pena de 13 años. "Soy inocente", gritó el joven de 24 años tras su veredicto en El Chipote, según el diario La Prensa.
Entre las figuras de la oposición encarceladas el pasado verano se encontraban siete posibles aspirantes a la presidencia de Ortega. El miércoles, el exaspirante a la presidencia y periodista radiofónico Miguel Mora fue condenado a 13 años de prisión.
Los juicios recibieron críticas de toda la región, incluso de la izquierda. "Vergonzoso", tuiteó el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, tras conocerse la condena de Téllez.
Otros dos, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, están acusados de conspiración para socavar la integridad nacional, cargo que conlleva una pena de prisión de entre 15 y 25 años. Su juicio tendrá lugar el 15 de febrero de 2022.
Acusados de traición
Muchos de los enjuiciados han sido acusados de trabajar en contra de su gobierno con la financiación de Estados Unidos, y alentando a las naciones extranjeras a aplicar sanciones a los de su gobierno... y a su familia. Según las leyes aprobadas por el Congreso controlado por Ortega, estos actos de critica a su gobierno supuestamente "atentan contra la independencia, soberanía y autodeterminación [de Nicaragua]".
Ortega, de 76 años, gobernó anteriormente Nicaragua de 1979 a 1990, tras liderar la guerrilla sandinista que derrocó al dictador Anastasio Somoza, respaldado por Estados Unidos. Volvió al poder en 2007 y ha ganado la reelección en tres ocasiones, mientras los críticos dicen que fue consolidando el poder y reprimiendo la disidencia.
Se han programado juicios similares para los próximos dos meses para el resto de los 46 detenidos que fueron arrestados en el período previo a las elecciones de noviembre, incluidos líderes de la oposición, candidatos presidenciales rivales, empresarios, periodistas y líderes estudiantiles y campesinos.
Los críticos del proceso dicen que no tienen ninguna base legal y que están siendo utilizados como una táctica de terror para defenestrar a su oposición política.
A los acusados se les ha permitido poco o con los abogados de la defensa y sólo un pariente ha podido observar los juicios.
Ortega y su esposa, Rosario Murillo, que también es vicepresidenta, "utilizan el manipulado sistema judicial nicaragüense como herramienta política para condenar a cualquiera que hable en contra de su régimen", dijo Genser, que representa a Maradiaga y Chamorro.
En ocho meses, Genser dijo que a ninguno de los dos hombres se les ha permitido estar a solas con sus abogados o revisar sus expedientes. Su juicio será sólo la segunda vez que vean a sus abogados.
"Ortega y Murillo creen que pueden actuar con impunidad; la comunidad internacional debe actuar urgentemente y de forma coordinada para obligar al régimen a poner fin a esta farsa y liberar a los presos políticos de forma inmediata e incondicional", afirmó.
Tuits traicioneros
Las pruebas se han descrito como endebles en el mejor de los casos, incluyendo tuits supuestamente traicioneros.
Parte de las pruebas que los fiscales presentaron contra Téllez fueron sus comentarios en Twitter en respuesta a José Miguel Vivanco, el influyente exjefe para las Américas del grupo activista Human Rights Watch, y también un feroz crítico del régimen de Ortega.
En el caso de Mora, las pruebas contra él incluían un tuit que escribió agradeciendo al secretario general de la Organización de Estados Americanos en Washington por expresar su preocupación después de que paramilitares sandinistas apedrearan a su esposa en un mitin político en 2020.
Calificar los tuits como pruebas válidas es en sí mismo una clara prueba de la falta de legitimidad de las pruebas que se están utilizando para condenar a los presos políticos, según los expertos legales.
"Prácticas dictatoriales"
" Es un ejemplo de la gran fragilidad de estos juicios, que no tienen base legal, ni sustancia probatoria. Tienen que tamizar actitudes expresadas que están bien dentro de la libertad de pensamiento para hacerlas cuadrar con la idea de acciones que ponen en riesgo a la nación, al Estado o a la seguridad nacional", dijo Paulo Abrao, abogado brasileño y ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a Esta Semana, programa semanal conducido por el periodista nicaragüense exiliado, Carlos Fernande Chamorro.
"Estas son prácticas esencialmente dictatoriales... la Fiscalía está siendo utilizada como una mera herramienta. Todos sabemos que el resultado de los juicios que se están llevando a cabo en Nicaragua ya está predeterminado y todo preparado. Están consolidando un estado policial, un estado de sitio", añadió.