El 29 de enero de 2025 se registró un mortal choque entre un avión de pasajeros de American Airlines y un helicóptero militar. Ninguna de las personas a bordo de las aeronaves sobrevivió, los 67 murieron. Al principio no se tenía información certera, conforme pasaron las horas se supo la dimensión de la tragedia.
American Airlines dijo en un comunicado que el avión accidentado fue el vuelo 5342, que viajaba de Wichita, Kansas, hacia Washington DC, a bordo iban 60 pasajeros y 4 tripulantes. El otro involucrado fue un helicóptero militar Sikorsky H-60, con tres elementos, según dijo la Casa Blanca. Crédito: AP.
De acuerdo con AP, la investigación de la colisión aérea que cobró la vida de 67 personas cerca de Washington, D.C., reveló una alarmante cantidad de situaciones de riesgo recientes en las afueras de la capital del país.
Ahora, expertos en aviación y familiares de personas que perdieron a sus seres queridos se preguntan por qué el Congreso y la istración Federal de Aviación (FAA) no actuaron a pesar de las advertencias previas. Crédito: Getty Images.
Ahora, expertos en aviación y familiares de personas que perdieron a sus seres queridos se preguntan por qué el Congreso y la istración Federal de Aviación (FAA) no actuaron a pesar de las advertencias previas. Crédito: Getty Images.
Los datos recopilados por la FAA muestran que los accidentes fueron mucho más frecuentes de lo que los viajeros y los expertos en aviación externos sabían en el Aeropuerto Nacional Reagan, que fue construido para manejar 15 millones de pasajeros al año, no los 25 millones que viajan a través de él anualmente. Crédito: AP.
En el abarrotado espacio aéreo, la pericia de los pilotos ha sido fundamental para evitar más tragedias, como ocurrió el 25 de febrero, cuando un piloto realizó una maniobra que evitó un choque justo antes de aterrizar en el Ronald Reagan. El avión de American Airlines interrumpió su aterrizaje, siguiendo las instrucciones de un controlador de tráfico aéreo, para evitar acercarse a otra aeronave que despegaba de la misma pista, informó la FAA. Crédito: Getty Images.
A principios de marzo, Reuters informó sobre avisos emitidos por la FAA a varias tripulaciones en el Aeropuerto Nacional Reagan de Washington, sobre aeronaves cercanas durante sus maniobras de aproximación. Las alertas fueron calificadas como erróneas, pero siguieron emitiéndose. Días después se informó que eran drones los que sobrevolaban el espacio aéreo, pese a que se habían prohibido tras la colisión mortal. Crédito: Getty Images.
Un avión de United Airlines procedente de Houston,chocó con una cometa mientras se aproximaba al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan la tarde del 29 de marzo. No se registró ningún daño a la aeronave o pasajeros. El Departamento de Policía de la Autoridad Metropolitana de Aeropuertos de Washington (MWAA, por sus siglas en inglés) informó que la cometa fue confiscada brevemente a una persona en Gravelly Point, una zona donde está prohibido volarlas debido a la proximidad con el aeropuerto. Crédito: Getty Images.
Un vuelo de pasajeros de Delta Air Lines que recibió autorización para despegar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington DC, y un avión militar que se aproximaba recibieron instrucciones para desviarse y evitar una posible colisión. Ocurrió el 29 de marzo, a las 15:15, la misma hora en que cuatro aviones T-38 Talon de la Fuerza Aérea estadounidense se dirigían a sobrevolar el Cementerio Nacional de Arlington. La FAA afirma que los controladores de tráfico aéreo emitieron instrucciones correctivas a ambas aeronaves. Crédito: AP.
El 10 de abril, dos aviones de American Airlines sufrieron un roce en sus alas en la pista de despegue del Aeropuerto Internacional Ronald Reagan. La compañía indicó que los daños se limitaron a un winglet en cada aeronave, y que ambos aviones serían retirados del servicio para su inspección. Los pasajeros continuaron su viaje, unos con destino a Nueva York y otro a Carolina del Sur, en aviones de reemplazo. Crédito: Getty Images.
En uno de los aviones viajaban dos sobrevivientes israelíes del cautiverio de Hamás que se encontraban en Washington para promover la liberación de los 59 rehenes restantes, según Israel National News. Ambos expresaron su gran temor por el incidente, pero enfatizaron que esto no los disuadiría de continuar con su misión. Crédito: Getty Images.
Al menos seis congresistas de Nueva York y Nueva Jersey también se encontraban a bordo de uno de los aviones involucrados en el choque de alas. “Servir en el Congreso ha traído consigo experiencias únicas en la vida… como cuando justo ahora, mientras estábamos detenidos en la pista del aeropuerto DCA, otro avión chocó contra nuestra ala”, escribió a X el representante del condado de Suffolk, Nick LaLota. “De regreso a la puerta de embarque, ¡pero por suerte todos estamos bien!”. Crédito: Getty Images.