Canto de gallos molesta a residentes de este edificio en Manhattan, pero otros sienten nostalgia
NUEVA YORK. - Un polémico corral con 24 aves entre gallos y gallinas opera desde el verano pasado en el jardín de un edificio residencial en Inwood, en el Alto Manhattan, dividiendo las opiniones de los vecinos y generando múltiples quejas ante las autoridades.
El propietario del corral, quien se identifica como 'Golden Child', estableció el espacio con gallos y gallinas como parte de lo que él describe como un experimento científico.
"La idea fue para replicar otras razas que sean hasta más saludables", explica el dueño, quien enfatiza que las aves no están destinadas al consumo, ni a peleas de gallos.
Las aves generan de tres hasta siete huevos diarios.
Además, según 'Golden Child', mantiene un vínculo emocional con los animales. "Ellos te dan afecto de vuelta cuando tú los cuidas y eso me da más gusto", señaló.
Para algunos residentes, el corral representa un pedazo de naturaleza en medio de la urbe.
Ludovino Fernández, un vecino del área, siente nostalgia en la presencia de las aves: "Me paro a entretener a verlas. Me hace recordar mis años de mi juventud cuando yo trabajaba la agricultura con mi papá".
En "un infierno" por el canto de los gallos
El cantar del gallo no produce el mismo efecto a otros vecinos del edificio, que se sienten en un "infierno". Dicen que el constante canto de estas aves no les permite dormir bien y tampoco trabajar en paz durante el día.
Micky Chorny, quien trabaja desde casa y cuyas ventanas dan directamente al corral, ha presentado 18 quejas formales.
Y no es la única. La tensión entre los vecinos es evidente.
El propietario del corral confirma haber tenido varios "acalorados enfrentamientos" con Chorny.
Corral con gallos y gallinas es ilegal
Las autoridades han tomado nota de la situación. El Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York ha confirmado que el corral opera de manera ilegal y que el propietario podría enfrentar multas.
La entidad mantiene una investigación activa sobre el caso.
Hasta el momento, a pesar de las múltiples quejas presentadas ante la ciudad, el superintendente y los propietarios del edificio, las aves continúan en el lugar.
Con infomación de Alejandro Condis.