Los jóvenes son el principal factor de riesgo para los rebrotes: EE.UU. tiene un nuevo reto
Los casos positivos por COVID-19 ascienden a más de 9 millones en todo el mundo. Mientras tanto, Estados Unidos continúa siendo el país con más contagios gracias a una cifra superior a los dos millones.
Con la economía reactivada en el país (acompañada en teoría de diversas medidas de seguridad), los reportes por fiestas clandestinas no faltaron en Nueva York, al igual que en diversos estados donde las precauciones vigentes son ignoradas por muchas personas.
El que se levantara la cuarentena, NO significa que el distanciamiento social o el uso de las cubrebocas deban ser descartados, pero al parecer, quienes no toman con seriedad el riesgo de contagio, son prioritariamente los jóvenes de entre 20 y 30 años de edad. Los nuevos casos de coronavirus comenzaron a repuntar en dicho sector.
De acuerdo a múltiples funcionarios gubernamentales, estados como California, Texas y Florida, registran cada día cifras alarmantes de jóvenes adultos contagiados.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, mencionó que el 62 % de los nuevos casos del 7 de junio, fueron en personas menores de 45 años, con una edad media de 37. Esto quiere decir que más de la mitad se dieron en personas más jóvenes.
Por otro lado, Greg Abbott —gobernador de Texas— rectificó en una conferencia de prensa, que los enfermos son menores de 30 años en ese territorio porque la asistencia a los bares aumentó, pero ni los locales ni los visitantes siguen las normas de seguridad sanitaria.
Mientras tanto, George Lemp, epidemiólogo en la Universidad de California, mencionó en una entrevista para Nacional Public Radio sus propias conclusiones:
quote: Algo de esto podría deberse a las pruebas en sí mismas, y a que se han dirigido a gente más joven (...) también es probable que sea por el cambio en el comportamiento de los jóvenes, que no usan el distanciamiento social ni los rios de protección necesarios.
La acción colectiva de usar cubrebocas es una de las medidas más importantes para evitar el contagio. El riesgo de infección continúa latente sin importar la edad de los individuos.
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