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¿Estás listo para dejar de fumar? Responde estas 3 sencillas preguntas y averígualo

Publicado 26 Mar 2019 – 03:21 PM EDT | Actualizado 26 Mar 2019 – 03:29 PM EDT
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El consumo de tabaco es, sin lugar a dudas, una de las grandes epidemias de las últimas décadas alrededor del mundo y se ha convertido en el mayor problema sanitario prevenible de nuestra época.

Si no fuera porque el tabaquismo tiene un creciente impacto en la salud quizás su tendencia de consumo cada vez más masiva no sería tan preocupante. Sin embargo, es la causa de una amplia gama de enfermedades graves, que deterioran la calidad de vida y significan un incremento en la mortalidad de la población.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que anualmente mueren 4.9 millones de personas como consecuencia del consumo de tabaco.

La realidad es que existe un gran nivel de conciencia respecto a los efectos negativos que la adicción provoca en la salud, pero ello no se ve reflejado en una tendencia de consumo decreciente. Es decir, ningún fumador (o la gran mayoría de ellos) ignora que está perjudicando su propia salud, pero, ¿por qué mantiene el hábito?

Es importante entender que el acto de fumar significa mucho más que un hábito adquirido. Saber que estamos hablando de una enfermedad, que es la adicción, es uno de los pilares fundamentales a la hora de intentar abandonarlo.

Por ello, autoconocernos, saber los beneficios que tiene el dejar de fumar y comprender en qué etapa nos encontramos es menester para acercarnos a abandonar este hábito.

Cómo hago para dejar de fumar

En el libro «Dejar de fumar» de delhospital ediciones, la editorial del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires, diferentes especialistas que integran el Grupo Antitabaquismo (GRANTAHI) brindan herramientas a tener en cuenta al momento de dejar de fumar.

La realidad es que no existe un momento ideal ni una serie de trucos para dejar de fumar. De hecho, dicen los especialistas, pensar que sí lo hay es un justificativo para muchos de los fumadores cuando no se animan a intentar dejarlo.

«Querer dejar de fumar significa elegir un camino saludable y buscar nuevos placeres en la vida, como poder hacer actividad física, disfrutar de un aroma o de una comida, mejorar la sexualidad, sentirse menos cansado, dormir mejor, sentirse con más autoestima, más libre, ser un ejemplo para los hijos o nietos, obtener reconocimiento social o simplemente no sentirse 'atado a un atado'», explica GRANTAHI.

Para poder hacerlo el vehículo es la motivación. Es decir, cada persona debe encontrar en lo más profundo de su ser cuáles son los motivos por los que vale la pena hacer el cambio.

«Cuando esto pueda sentirse fuertemente, y entonces se pueda fijar una fecha durante el próximo mes, significa que estás listo para dejar de fumar», sintetizan los especialistas.

¿Estoy listo?

La herramienta más viable es el autoconocimiento y evitar engañarnos a nosotros mismos. Por eso, los especialistas definen que hay 3 preguntas claves que nos debemos hacer para saber si ya estamos listos:

  1. ¿Fumo?
  2. ¿Estoy dispuesto a dejar el cigarrillo en los próximos seis meses o he estado sin fumar al menos 24 horas en el último año?
  3. ¿Estoy dispuesto a dejar de fumar en el último mes?

Si responde de manera afirmativa a las tres preguntas, significa que está preparado para dejar de fumar. Si, en cambio, la segunda respuesta es afirmativa pero la tercera es negativa, significa que está en una etapa contemplativa: tiene el deseo de dejar de fumar pero le falta un poco. Aquí la clave es, nuevamente, la motivación.

Beneficios de dejar de fumar

A su vez, es importante reconocer los aspectos positivos que genera en nuestro cuerpo el dejar de fumar. El grupo de especialistas enumeró algunos de los beneficios más importantes que se obtienen y que funcionan como incentivo a la hora de comenzar este proceso.

Estos son algunos:

  • 30 minutos después de no fumar comienza a descender la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Es el primer beneficio que se puede observar.

  • A las 8 horas de no fumar disminuye el nivel de nicotina y de monóxido de carbono en sangre. Así, mejora y se normaliza la cantidad de oxígeno que llega a los órganos.
  • Mejoría de la circulación sanguínea: hay menor cansancio y también menor dolor de piernas.
  • Mejoría del aparato respiratorio: algunas personas pueden presentar tos y expectoración durante los primeros días. Parece malo, pero en verdad significa que han comenzado a restablecerse la estructura y el funcionamiento normal del aparato respiratorio.
  • A los pocos días la persona puede comenzar a percibir cómo recuperó el olfato (y así notar hasta qué punto lo había perdido).
  • Recuperación del gusto: se vuelve a saborear mejor la comida.
  • Recuperación de la capacidad física: las personas sienten que empeñan menos esfuerzo en las simples tareas que los agotaban.
  • Mejoría del aspecto: un mes después de no fumar se recupera el color de la piel que aparecía sin luminosidad, mejora el color de los dientes, de los dedos y el aliento.
  • Disminución de las enfermedades respiratorias y una resolución más rápida cuando estas se presentan.
  • Disminución del riesgo de enfermedades coronarias y accidentes cerebro vasculares (ACV).
  • Mejoría de la sexualidad.
  • Mejoría en los dolores de cabeza.
  • Beneficio económico.

Ahora bien, todos sabemos los beneficios (o muchos de ellos) que trae el dejar de fumar y cuán perjudicial es seguir consumiendo. Aún así, ¿por qué seguimos fumando?

Como decíamos antes, estamos hablando de una adicción donde, según los especialistas, existe una búsqueda y un consumo compulsivo. Esta dependencia tiene tres vertientes: la dependencia física, la psicológica y la social y conductual.

En esta línea, según el Grupo GRANTAHI, es menester comprender que el abordaje debe ser desde todos los ángulos para poder salirse de esa lógica, con el conocimiento de las herramientas adecuadas para los diferentes aspectos que la conforman.

Etapas que vive todo fumador

Según GRANTAHI las personas que quieren dejar de fumar pasan por diferentes momentos, ya que muchas veces tienen ganas de dejar de fumar y muchas otras no. «En realidad, muchas veces sienten que deben dejar pero no quieren hacerlo», expresan en «Dejar de fumar». La situación descripta fue teorizada por el psicólogo James O. Prochaska y Carlo Diclemente, quienes construyeron un modelo para explicar qué le pasa a una persona que tiene una adicción.

Este modelo plantea diferentes etapas de cambio que atraviesan a la persona, donde se relaciona de diferente forma con el cigarrillo. Estos períodos son seis:

Etapa de precontemplación

El fumador no tiene ninguna intención por dejar de fumar. No creen ser adictos o no perciben el tabaquismo como un problema amenazante para la salud.

Etapa de contemplación

El fumador reconoce que tiene un problema de salud y se muestra preocupado por no poder resolverlo. Sabe que debería dejar de fumar y piensa que en algún momento lo hará. Es importante saber que no tiene sentido forzar la decisión si aún no está claro que el fumador quiere realizar un cambio profundo y hacer el efuerzo correspondiente.

Etapa de preparación

Aquí el fumador se encuentra listo para dejar de fumar y dispuesto a hacerlo durante el próximo mes. Es el momento en que está decidido a hacerlo y, más allá de los miedos y de las dudas que puedan existir, cree que es la oportunidad para hacer el intento.

Etapa de acción

Es el período que se inicia cuando se deja de fumar y finaliza a los seis meses de estar sin fumar.

Etapa de recaída

El fumador vuelve a fumar y puede luego volver a cualquier etapa. Por lo general, luego de las recaídas el círculo se hace cada vez más rápido, hasta lograr definitivamente abandonar el cigarrillo.

Si estás intentando dejar el cigarrillo y necesitas tomar una decisión que se mantenga en el tiempo, trabajar la motivación y entender que es un proceso que depende de muchas variables emocionales y físicas te ayudará a lograr tu objetivo.

¿Estás listo para dejar de fumar?

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