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beneficios del yoga

Comienza el día con una sonrisa con una de estas 5 posturas de yoga para la felicidad

Publicado 8 Mar 2019 – 08:16 AM EST | Actualizado 8 Mar 2019 – 08:16 AM EST
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Todos queremos ser felices. Una vez que las necesidades básicas están cubiertas (salud, alimento, higiene personal, un techo sobre la cabeza), el ser humano se pregunta por qué no es más feliz. Y en esa búsqueda de la felicidad es que se pierde, obteniendo más dinero y más experiencias placenteras, muchas veces, sin éxito.

La felicidad es más que objetos materiales, belleza exterior o experiencias únicas. La vida está llena de cambios bruscos, y se pone complicada y a veces confusa. Por eso, tu felicidad no puede depender de las circunstancias de tu vida. Tu felicidad tiene que ser una decisión de cada día. Comienza todos los días con alguna de estas 5 posturas de yoga para la felicidad y da la bienvenida a un torrente de pensamientos positivos.

Posturas de yoga para la felicidad: comienza tu día con una sonrisa

Si estás preocupada: saludo al sol

Esta secuencia dinámica traerá tu mente al presente. Respirando a través de todas las posturas, sintiendo cómo el cuerpo viaja entre un asana y el siguiente, apaciguarás tu mente y la llevarás a concentrarse en lo que realmente importa en ese momento: la inhalación y la exhalación. Son 12 pasos muy sencillos. Si eres principiante, recomiendo hacer 3 repeticiones del ejercicio, de los dos lados (es decir, 6 veces los 12 pasos).

  1. Comienza en postura de pie con la espalda completamente derecha. Lleva tus manos juntas al pecho y exhala todo el aire de tus pulmones.
  2. Inhala y lleva los brazos arriba.
  3. Exhalando, flexiónate hacia adelante sobre ti misma, con la columna recta. Apoya las manos a los lados de tus pies. Flexiona las rodillas todo lo que necesites.
  4. Inhalando, lleva la pierna derecha hacia atrás y apoya los dedos del pie derecho. Puedes apoyar o no la rodilla en el piso según tu flexibilidad.
  5. Exhala y lleva la otra pierna hacia atrás, para quedar en la postura de la plancha.
  6. Inhala, luego exhala mientras apoyas las rodillas, el pecho y el mentón en el piso.
  7. Deslízate hacia la postura de la cobra, inhalando; levanta el pecho del piso y mantén los codos flexionados y las manos firmes en el suelo. Descansa los empeines sobre el suelo.
  8. Apoya los dedos de los pies nuevamente y exhala mientras te apoyas en tus manos para levantar la cadera y pasar al perro boca abajo.
  9. Inhala y lleva la pierna derecha adelante, entre las manos. Si no llegas, ayúdate de una de las manos para acercarla y colocar el pie allí. Si prefieres, en esta postura puedes bajar la rodilla que está atrás al piso.
  10. Exhala y lleva el pie derecho junto al izquierdo. Quédate en esa flexión hacia adelante con las rodillas flexionadas. Aprovecha para descansar: deja que el torso, los brazos y el pecho caigan, sueltos.
  11. En la próxima inhalación, sube con la espalda redonda; lo último que debes hacer es despegar el mentón del pecho.
  12. Junta las manos en el pecho nuevamente y, tras algunas respiraciones, repite el ejercicio con la otra pierna.

Si tienes ansiedad: camello

La ansiedad tiende a hacer que nos cerremos en nosotras mismas y no queramos hablar con nadie más. Hace que pongamos una sonrisa ante el montón de emociones que estamos viviendo por dentro solo para no creer que molestamos a los demás, algo que solo agrava las sensaciones.

Las posturas de extensión de columna abren el pecho para dejar salir los pensamientos y sentimientos negativos, y dan la bienvenida al amor propio y a la conexión con los demás. Recibe pensamientos y experiencias positivas abriéndote al universo.

  1. Colócate de rodillas sobre una mat, con las piernas levemente separadas. Apoya los empeines en el piso.
  2. Lleva las manos a tu cintura, con los brazos en jarras, y lleva los codos hacia atrás, de modo que tus brazos queden paralelos. Debes sentir cómo tu espalda se endereza y tus hombros se tensan levemente hacia atrás.
  3. Reclínate levemente hacia atrás, con cuidado de que la pelvis se mantenga en su lugar y no se vaya para adelante. Puedes mantener el cuello como está o llevar la cabeza hacia atrás, aunque recomiendo lo primero.

Si ves que este ejercicio es sencillo, y tienes flexibilidad, puedes intentar una versión más exigente de la postura:

  1. Colócate de rodillas, como en el ejercicio anterior. Esta vez, apoya los dedos de los pies en el piso, dejando que los talones apunten hacia arriba.
  2. Inhalando, lleva el brazo izquierdo hacia arriba y, exhalando, apoya la mano izquierda sobre el talón izquierdo. Haz lo mismo del otro lado.
  3. Deja que la cabeza caiga hacia atrás en esta postura para cuidar tus cervicales.

Una variante aun más exigida de la postura es hacerla con los empeines apoyados en el piso y las manos sobre los talones. Es necesario tener un nivel de práctica intermedio a avanzado para poder realizar estas posturas exigentes. La versión más sencilla tiene los mismos beneficios.

Si sientes que no tienes control: guerrero

Hay momentos de la vida en que sentimos que perdemos el control. Pero todos los días tenemos la capacidad de ponernos sobre nuestros pies y hacer frente a cualquier evento. Siente tu fortaleza y tu poder al plantarte en una posición de lucha sobre tus pies.

  1. Colócate sobre la colchoneta con las piernas separadas y los pies en una sola línea.
  2. Gira tu pie derecho hacia afuera y tu pie izquierdo hacia adentro en un ángulo de 45 grados. También gira tu torso para que quede enfrentado a la pierna derecha.
  3. Flexiona la pierna derecha, de modo que la rodilla quede en un ángulo de 90 grados (o menor). La rodilla no debe adelantar al pie. Si necesitas reajustar la distancia entre tus pies, hazlo ahora.
  4. Exhala e, inhalando, lleva tus brazos, estirados, hacia arriba, y junta tus manos. Quédate en la postura unas 10 respiraciones más. Desarma lentamente y repite el ejercicio con la otra pierna.

Si necesitas relajarte: ángulo reclinado

En un mundo que está constantemente girando, puede ser difícil obtener un descanso reparador. Nuestros días están llenos de actividades sociales, trabajo o estudio. A veces, necesitamos dar un paso atrás y alejarnos del estrés innecesario. Realiza esta postura cuando creas que necesitas un descanso.

  1. Coloca un almohadón grande sobre una colchoneta y siéntate por fuera de uno de sus bordes, dándole la espalda.
  2. Junta las plantas de los pies y llévalas tan cerca de tu pelvis como puedas. Ayúdate de tus manos.
  3. Apoyando las manos detrás, deja que tu espalda y tu cabeza se apoyen sobre el almohadón y allí descansa. Suelta los brazos a los lados del cuerpo.

Si necesitas independencia: diosa

Esta postura te recordará que estás completamente a cargo de tu felicidad, que no es responsabilidad de nadie ni nada más. Si te sientes triste o tienes el corazón roto esta es una postura perfecta para volver a ganar tu poder. Suelta los «solo seré feliz si...» y planta los pies en el suelo a la vez que te conectas con el universo.

  1. Ponte de pie con las piernas separadas. Gira los pies hacia afuera en un ángulo de 45 grados.
  2. Lleva los brazos hacia arriba y junta las manos por encima de tu cabeza.
  3. Flexiona las rodillas mientras intentas llevarlas hacia atrás. Las rodillas no deben sobrepasar la línea de los pies.
  4. Mantén la postura algunas respiraciones con la espalda derecha.

Recuerda que toda sesión de posturas requiere un calentamiento adecuado. Concéntrate en una sola de estas posturas por día para aprovechar mucho más sus beneficios.

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