Bostezar mientras te ejercitas no es sinónimo de aburrimiento: tiene que ver con tu cerebro
Es muy probable que alguna vez, durante tu entrenamiento de gimnasio, apareciera un bostezo solitario que te tomó desprevenido. Algunos entrenadores incluso que lo toman a mal, pues creen que no le estás echando ganas al ejercicio.
Antes de que te sientas avergonzado, debes saber que este bostezo no significa que estés cansado o aburrido, en realidad es algo muy normal.
¿Por qué bostezamos cuando hacemos ejercicio?
La doctora Celeste Robb-Nicholson, de la Escuela de Medicina de Harvard, explica que bostezar podría parecer como una señal de aburrimiento, pero no lo es.
La especialista asegura que el cuerpo activa el bostezo para enfriar el cerebro y que se mantenga a una temperatura adecuada que le permita funcionar correctamente.
Si el bostezo ocurre durante el ejercicio, significa que el organismo busca la manera de regularse para estar alerta, pues el esfuerzo que realizas es importante y sabe que debe mantenerse activo.
Lo que la doctora comenta es muy similar a lo hallado en un estudio de la Universidad de Princeton, dirigido por el doctor Andrew C. Gallup, en donde descubrieron que el bostezo ayuda a regular la temperatura del cerebro cuando comienza a calentarse.
De acuerdo con el estudio de Gallup, el cuerpo eleva su temperatura durante el ejercicio (por esta razón sudamos, para regular la temperatura muscular). El cerebro también sufre un aumento de temperatura, pero al no poder enfriarse con sudor entonces detona un bostezo, para que llegue suficiente oxígeno y se termo-regule.
Además, el tipo de ejercicio que hagas afectará la frecuencia de los bostezos. Por ejemplo, si realizas una rutina muy intensa o enfocada a grupos musculares grandes —como las piernas o espalda—, elevarás tu temperatura más rápido y bostezarás más.
El especialista asegura que esto ocurre porque la cantidad de sangre que llega a tus músculos durante el ejercicio es mayor a la que recibe el cerebro, así que al bostezar también intenta controlar la irrigación de sangre hacia él, para mantenerse alerta.
Y tú, ¿eres de los que bosteza mucho durante tu entrenamiento?
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