ACV durante el orgasmo: ¿es posible? Una mujer lo sufrió, te contamos cuidados y riesgos
El sexo es capaz de hacernos sentir las más increíbles sensaciones hasta llegar al orgasmo, el punto álgido, el clímax, de las relaciones sexuales. En ese momento máximo de placer, sentimos que estamos por perder el control. Una mujer del Reino Unido llegó a perderlo por completo, cuando sufrió un accidente cerebrovascular durante un orgasmo.
Una mujer inglesa tuvo un ACV durante un orgasmo
La mujer, de 44 años, estaba teniendo relaciones sexuales, a punto de tener un orgasmo, cuando su pareja notó que el cuerpo de ella estaba completamente rígido, por lo que llamó a una ambulancia, explica el reporte del caso, que se publicó en la revista científica BMJ, de acuerdo a Health. La mujer estuvo inconsciente por unos pocos minutos: cuando llegaron los médicos, ya estaba consciente y respondía bien.
La llevaron de todos modos a la emergencia. La mujer solamente tenía un dolor de cabeza y se quejaba de náuseas: sus signos vitales estaban normales.
Al principio, los médicos pensaron que podía haber tenido una convulsión, pero, debido al dolor de cabeza persistente, decidieron hacerle una tomografía computarizada. Los análisis revelaron un sangrado entre el cerebro y los tejidos que lo recubren: había tenido un accidente cerebrovascular (ACV).
Después de pasar 15 días internada, la paciente fue dada de alta sin secuelas, de acuerdo al reporte.
ACV hemorrágico por aneurisma: ¿qué es?
Un aneurisma es una dilatación en las paredes de un vaso sanguíneo. Es posible que esta dilatación permanezca igual por muchos años, sin llegar a romperse. El problema aparece cuando se rompe, porque puede causar un ACV provocado por un aneurisma, que fue el caso de esta mujer inglesa, de acuerdo a BMJ.
El ACV hemorrágico por aneurisma es un poco diferente del ACV más común: mientras que este último ocurre debido a un desbordamiento de la sangre en el cerebro por la rotura de un vaso sanguíneo (sin dilatación), el primero viene de un derrame en los vasos con características de aneurisma.
El primer tipo suele ser más grave y tener secuelas más preocupantes que el segundo. Cuando un aneurisma se rompe, la sangre se acumula en el espacio subaracnoideo, que está entre dos de las capas de las meninges: la piamadre (la más cercana al cerebro) y la aracnoides.
La acumulación de sangre en el espacio subaracnoideo deriva en hipertensión intracraniana, que debe ser controlada, ya que dificulta la llegada de sangre al tejido cerebral. En casos graves, esto puede causar muerte encefálica.
Este tipo de ACV es peligroso por el riesgo de nuevas roturas de vasos sanguíneos, y, en consecuencia, derrames de sangre. En caso de que esto acontezca, el riesgo de mortalidad es del 70 %. Por eso, se hacen necesarias cirugías para cerrar los aneurismas y disminuir las probabilidades de desarrollar complicaciones.
Una de ellas es la isquemia tardía: «La sangre inmóvil puede generar una irritación en los vasos sanguíneos, y, en consecuencia, una isquemia, que es una interrupción del flujo sanguíneo de mayores proporciones», explica la neuróloga Gisele Sampaio, del departamento científico de enfermedades cerebrovasculares de la Academia Brasileña de Neurología.
Entre las secuelas posibles de un ACV, están:
- Hidrocefalia
- Parálisis de uno de los lados del cuerpo
- Crisis epilépticas
- Secuelas motoras o del habla
¿Es posible tener un ACV durante el orgasmo?
A pesar de que no es nada común, la situación no es tan imposible. Nuestro cuerpo pasa por una serie de alteraciones en sus funciones durante el sexo, como cambios en la frecuencia cardíaca, en la presión arterial y en la circulación sanguínea, de acuerdo con el neurocirujano Julio Pereira, de la clínica BP en San Pablo.
Además, el propio cerebro recibe un impacto por el aumento de la circulación sanguínea en la región, especialmente en el área frontal y en el hipocampo, partes relacionadas con el placer. Explica Pereira:
¿Quiénes están en riesgo de ACV?
Las personas que tienen mayor riesgo de ACV lo pueden sufrir por cualquier tipo de estrés, no solo sexual. Los hipertensos, fumadores, diabéticos y quienes tienen una enfermedad crónica en el corazón son los grupos que tienen mayor predisposición ante un ACV.
Lo recomendado para las personas que están en estos grupos de riesgo es visitar periódicamente al médico, de preferencia, a un cardiólogo, para descartar posibles enfermedades o complicaciones a través de diversos análisis.
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Original Author: Maria Beatriz Melero Original Author URL: https://www.vix.com/pt/s/maria-beatriz-melero
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