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Bodas

«No quiero niños en mi boda»: Novia fue criticada al decir que dejen a sus hijos en casa

Publicado 18 Ago 2021 – 01:20 PM EDT | Actualizado 19 Ago 2021 – 05:41 PM EDT
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Hace unos días, la ex concursante de MasterChef, Rox Quintana, anunció que se casaría con su novia Julie Payan. Todo era felicidad y comentarios de celebración, hasta que a la también influencer, se le ocurrió dar una “polémica” declaración.

Mediante su cuenta de Twitter, Rox aseguró que NO quería niños en su boda. Casi enseguida, sintió la ira de millones de personas indignadas por la elección que correspondía a su propia fiesta.

A las pocas horas de esa afirmación inicial, Rox tuvo que salir a aclarar todo y a apelar por la comprensión lectora de quienes la seguían.

En sí, el debate alrededor de esta decisión de Rox es eterno. Sin embargo, hay que decirlo: Quintana tiene toda la razón al solicitar que no haya infantes en su boda.

¡Espera! Antes de que pienses en cancelarnos a nosotros también, por favor lee las cinco principales razones por las que no debe haber niños en las bodas, a menos claro, que la pareja festejada solicite su expresa presencia.

Las experiencias personales de miles de testigos, wedding planners, y hasta otros padres, nos respaldan:

# 1 No es nada personal

No, nadie odia a tus hijos. No, el problema no es con ellos. En general, muchos adultos no tienen la certeza de cómo relacionarse con infantes, pero esto no quiere decir que los odien.

Si algunos te piden que no los lleves a su boda, es precisamente por lo anterior: no sabrán cómo entretenerlos o hablar con ellos, simplemente porque no están acostumbrados.

# 2 Los accidentes están a la orden del día

Si eres de América Latina, probablemente ya hayas escuchado de Peraki, un prestigioso tiktoker y organizador de bodas.

Peraki es un firme defensor de la causa “no niños en las bodas.” Sus razones son muy simples, pero también, guarda una cruda experiencia en su trayectoria que lo convenció de la idea.

Cuando este planner iniciaba su carrera, organizó una boda con estrictas reglas para que los niños no estuvieran presentes (por petición de los novios, claro está.)

Aún así, un par de invitados desacató la orden con gran necedad… nadie esperaba que una desdicha permanente tuviera lugar. El problema es que al haber tanta cristalería como parte de la decoración, y al ser inevitable que el infante corriera alrededor, la fórmula para un accidente estaba elaborada.

Tristemente, Peraki cuenta hasta la fecha, cómo la imprudencia de los padres desató un altercado de trágico final para el niño, quien se estrelló contra una decoración de vidrio. Una desgracia que, sin duda, pudo evitarse.

# 3 Sólo se trata de respetar la decisión de la pareja

Habrá parejas que quieran a los niños como parte de su celebración, pero habrá otras que no. Es su fiesta, y como invitados, sólo corresponde respetar los planes que tienen para ella.

Imponer presencias o armar un escándalo por un evento que no va a ser pagado por ti, habla de una potencial inmadurez.

# 4 Estarías añadiendo un gasto extra, así como un posible cambio de plan

Un niño es un invitado más, y como tal, representará un gasto extra para los novios. Quizás no lo tengan contemplado en sus planes, pero igual tendrán que adaptarse más a sus necesidades que a sus deseos originales; todo depende de la cantidad de niños que acaben yendo y de cómo se comporten.

De más está decir que a la hora del vals o del brindis, no es nada agradable ver corriendo a los niños alrededor de la pista. Es un momento irrepetible.

Muchas parejas adaptan el espacio de su fiesta para que los niños acudan. Sin embargo, la idea extra de rentar brincolines, servicio de entretenimiento y definir la designación de un área en especial, no es nada barata.

# 5 Las bodas llegan a ser aburridas, a veces hasta para los adultos

Afrontémoslo: los niños tienen esa honestidad brutal que los adultos perdemos con el tiempo. Si se aburren o se fastidian, simplemente lo van a decir o a manifestar en un berrinche.

En general, las bodas no son lugar para los niños. Hay alcohol, música a todo volumen, adultos amontonados, y pequeños rituales “raros” que sólo conmueven a las abuelas.

Llevar un niño a una boda es una GRAN responsabilidad, no puedes deslindarte de él si es que te consideras un padre responsable, y muy probablemente, ni tú ni tu hijo disfruten la fiesta.

Si la idea de diversión de tu hijo no es terminar dormido entre dos sillas con las bocinas retumbándole en la cara, probablemente es mejor que se quede en casa.

¿Estás de acuerdo con Rox Quintana y con las razones que presentamos para no llevar niños a las bodas? Dinos en los comentarios.

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