5 razones por las que no debes desperdiciar tu primera gran oportunidad
Muchos de nosotros tenemos sueños y metas que deseamos cumplir, ya sea en el plano profesional, personal o espiritual. Pero el camino hacia el éxito muchas veces no es claro y requiere de mucho discernimiento, intuición, y hasta de un golpe de suerte. Más vale abrir los ojos y no dejar pasar las oportunidades desde el principio. ¿No me crees? Aquí te dejo 5 razones.
1. No hay seguridad de que volverá a ocurrir
Vivimos en tiempos donde hay más demanda que oferta en el mercado laboral. Lo que hace que los chances de encontrar oportunidades se reduzcan considerablemente. Incluso si se vuelve a presentar una oportunidad, no hay garantías de que va a ser tan buena como esta.
2. Otro la aprovechará
Lo más probable es que si dejas ir tu gran oportunidad otro la aproveche y difícilmente puedas recuperarla.
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3. El arrepentimiento
Al darte cuenta de que dejaste ir tu primera gran oportunidad, podrías empezar a sentir arrepentimiento. Este sentimiento puede generar dudas acerca de tu capacidad y sobre tu futuro. Trata de alejarte de él.
4. Cuanto antes mejor
Supongamos que tienes otra oportunidad más tarde en la vida, imagina todo el tiempo que perdiste antes de que se te abrieran las puertas. Todo ese tiempo podrías haberlo aprovechado aprendiendo cosas nuevas y perfeccionando tus habilidades. Es tiempo que no podrás recuperar. Esto es particularmente importante en carreras donde las capacidades se desarrollan a largo plazo.
5. Lo que empieza en grande termina en grande
Muchas veces la primera gran oportunidad es solo el principio de un camino mucho más largo y más rico. Empezar con una oportunidad grande te dará la oportunidad de aprender más y más rápido desde el principio, lo cuál aumenta exponencialmente la magnitud del resultado final.
Pues ya sabes, más vale poner las manos en el asunto con la primera oportunidad.
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El éxito conlleva trabajo duro, dedicación, y perseverancia.