Bajo su enorme y elegante capó, se encuentra un motor V12 de 6.75 litros doble turbo, capaz de producir 563 caballos de fuerza y 627 lb-pie de torque. La única opción para su transmisión es una automática de ocho velocidades, encargada de enviar la potencia a cada una de las ruedas. Crédito: Rolls-Royce
Así también incluye un sistema de suspensión único en su estilo, pues cuenta con la capacidad de escanear la carretera y reaccionar de manera proactiva a los cambios en la superficie. Siempre con el objetivo de ofrecer una marcha placentera, como si de flotar se tratase. Crédito: Rolls-Royce