Repartían fentanilo en sobres postales: así desmantelaron una organización que traficaba drogas en la cárcel de Guaynabo
Ocho personas fueron acusadas esta semana por un jurado federal por conspiración para traficar drogas dentro del Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Guaynabo, a través de sobres postales que simulaban ser cartas.
Se trata de la única prisión federal que existe en Puerto Rico y tiene una población de poco más de 1,000 reclusos, donde han estado reos conocidos como José Figueroa Agosto y el exboxeador Félix Verdejo.
Sin embargo, este incidente no es aislado, ya que en años anteriores se han registrado casos similares de contrabando que han involucrado drogas y artículos prohibidos.
¿Qué traficaban y cómo lo hacían?
De acuerdo con la Fiscalía Federal del Distrito de Puerto Rico, los imputados conspiraron desde julio de 2023 hasta el 22 de mayo de 2024 para proporcionar buprenorfina, ketamina y fentanilo a los reclusos alojados en el Centro de Detención Metropolitano, en Guaynabo.
La organización criminal utilizaba el correo para suministrar drogas en las prisiones federales y estatales, mediante sobres que pretendían parecer del correo postal legal.
Las autoridades emitieron en total 14 cargos por los delitos de tráfico de drogas, conspiración para proporcionar contrabando en prisión y conspiración para cometer robo de identidad.
Los ocho acusados fueron identificados como José J. Rodríguez Cumba alias ‘Chambi’, Richard Cruz Monzón, Yarelis I. Colón Ríos, Yarushka M. De León Acosta alias ‘La Secretaria’, Edwin D. González Reyes alias ‘Cotto’, José J. López Pellot, Christina M. Rodríguez Cumba alias ‘Nani’ y Selena Crespo Dumeng.
Los imputados podrían enfrentar hasta 20 años de cárcel, es decir, 10 años por posesión de fentanilo, cinco años por intentar proporcionar buprenorfina en prisión y cinco años por conspiración para proporcionar contrabando en prisión.
Además, podrían enfrentar una sentencia máxima de 20 años por conspiración para cometer robo de identidad, así como una sentencia mínima obligatoria consecutiva de dos años por robo de identidad agravado.
La División de Miami del Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos está a cargo de la investigación junto al Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).
¿Qué se sabe de la prisión federal de Guaynabo?
El Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Guaynabo se ubica junto al Fuerte Buchanan del ejército estadounidense, y está a sólo seis millas de San Juan.
Fue inaugurada en 1993 y atiende a reclusos masculinos y femeninos de todos los niveles de seguridad, donde los reclusos están alojados en celdas para dos personas.
Es la única prisión federal ubicada fuera de los Estados Unidos continentales.
MDC Guaynabo está catalogada como una prisión de Nivel 2 de Atención Médica, que permite reclusos que requieren evaluación y atención de rutina o trimestral por parte de un médico.
Tras el incidente de contrabando de drogas, los fiscales federales Alberto López Rocafort, Teresa Zapata Valladares, Vance Eaton y Carlos J. Romo Aledo, quienes están a cargo de procesar el caso, señalaron en un comunicado que el el incidente es una amenaza significativa porque puede causar la muerte inmediata tanto a los reclusos como al personal correccional.
¿Qué otros incidentes se han registrado en esta cárcel?
En 2010, una investigación del FBI descubrió una conspiración para distribuir cocaína, heroína, marihuana, Percocet y Xanax a un recluso de esta cárcel.
La conspiración, encabezada por Juan Ríos Ortiz, intentó proporcionar teléfonos celulares, cargadores y tarjetas SIM a un recluso del MDC. Ríos-Ortiz trabajaba para una empresa que tenía un contrato para suministrar productos a la cocina de la prisión.
Tres años después, el 26 de febrero de 2013, Osvaldo Albarati, teniente del Negociado Federal de Prisiones, fue asesinado a tiros en lo que se cree que es una represalia por sus investigaciones sobre el contrabando de teléfonos celulares en el MDC Guaynabo.
Las autoridades han dicho que su asesinato pudo haber sido cometido por poderosos narcotraficantes retenidos en las instalaciones en represalia por las incautaciones.
El 24 de marzo de 2020, como resultado de la pandemia de COVID-19, la prisión informó que estaba operando con un horario modificado y no se permitían visitas a los reclusos.
Mira también: