Los viajes en balsa hasta Florida son mortíferos: vimos con la Guardia Costera por qué
La Guardia Costera ha incrementado los vuelos para vigilar, vía área, las costas de Florida y así detener la inmigración ilegal vía marítima.
Un grupo de 6 personas patrullan en aviones con equipos y tecnología, capaz de detectar cualquier movimiento sospechoso en el mar. Estos funcionarios realizan vuelos a diario, día y noche, para interceptar migrantes ilegales en alta mar.
Los agentes cuentan que ven todos los días balsas, llenas de migrantes, “generalmente si están en una embarcación, ellos van en dirección a EEUU”, dijo Raúl Tavares, operador de radar de la Guardia Costera.
Aunque en otras oportunidades solo ven el rastro que dejan quienes intentan llegar a tierra de libertad, pero no lograr sobrevivir.
En nuestro recorrido con la Guardia Costera, vimos balsas vacías, casi destruidas o campamentos improvisados en cayos inhabitados, que quizás son la evidencia de un naufragio en alta mar.
“Gracias al uso de nuestro radar nosotros navegamos hasta donde vemos que hay movimiento y con la cámara detectamos qué tipo de movimiento es”, explicó Tavares Gracias a la tecnología del radar, él puede ver si los balseros están aparentemente bien para esperar a que lleguen los barcos de la Guardia Costera.
También son capaces de detectar, si los migrantes están pidiendo ayuda y desde el aire es posible lanzarles lo necesario para sobrevivir.
“El avión está equipado con una bomba que ayuda a sacar el agua, si es que les está entrando mucha.Tenemos comida, botellitas de agua, sabanas y radio”, dijo el operador del radar.
¿Qué pasa con los migrantes después que interceptan la balsa?
En nuestro vuelo de patrullaje, detectamos una balsa rústica, con aproximadamente 20 migrantes. Estábamos a unas 20 millas de Los Cayos de Florida y a 100 millas de las Bahamas.
Los migrantes iban amontonados, algunos hasta en el borde de la balsa, que se balanceaba con el oleaje en el medio del mar.
Pudimos ver que llevaban algunas bolsas con sus pertenencias, mientras la embarcación se movía lentamente con un pequeño motor.
“Ya le pasamos la información a los botes de la Guardia Costera y a otras agencias que trabajan con nosotros y de ahí ellos formalizan un plan para ver lo que pueden hacer”, dijo el funcionario.
Finalmente, los botes de la Guardia Costera, que estén más cerca, llegan a recoger a los balseros, gracias a las coordenadas que les dieron. Y como muchas veces suele ocurrir, este peligroso viaje termina, con la deportación de los migrantes a su país.
