El Universo Extendido de DC (o DCEU) es una franquicia que no comenzó con el pie derecho. Tras el gran éxito del MCU –surgido en 2008–, Warner apresuró su producción fílmica para poder alcanzar, o al menos aprovechar, el nuevo furor por las adaptaciones de cómics. Y el gran problema, es que esa decisión se ve muy reflejada en los resultados; por eso es que las películas en las que la productora «aportó ideas» para el corte final están entre las peores de toda la franquicia.