La teoría de la relatividad, formulada a principios del siglo XX, se le atribuye a Albert Einstein. Pero hay ciertas indicios que podrían sugerir que la mente de este afamado físico no fue la única que trabajó en este gran logro. El Dr. Evan Walker, un físico que trabaja en el instituto de cáncer de Aberdeen, Maryland, estudió correspondencia entre el físico y su esposa MIleva Mariç, que sugiere que ella hacía mucho más que escuchar y aconsejar a su marido.