La Enmienda Hyde o cómo el aborto se metió en el debate sobre el presupuesto
El Partido Republicano asiste estos días a un escenario político que parece hecho a su medida con el aborto, tradicionalmente dos temas bandera de los conservadores.
El ambicioso paquete de reconciliación de $3.5 billones (trillions en inglés) para financiar las políticas sociales del presidente Joe Biden, peligra porque un demócrata conservador y antiabortista, el senador Joe Manchin, liga su imprescindible voto a que incluya la Enmienda Hyde
El problema es que para que este proyecto clave de Biden en la recuperación pospandemia, salga adelante son necesarios los votos de los 50 demócratas en el Senado. Se prevee que ningún republicano apoyará una propuesta que critican fundamentalmente porque afirman que expande irresponsablemente el gasto federal.
La presidenta del Caucus Progresista del Congreso, la representante Pramila Jayapal, ya ha dicho que ella no avalará una ley que incluya la Enmienda Hyde. Los demócratas en guerra interna por un asunto en el que se juegan los votos de millones de mujeres: los derechos reproductivos.
La Enmienda Hyde , aprobada en 1976, estipula que no se pueden usar fondos federales para pagar abortos. Originalmente solo incluía la excepción del peligro para la vida de la madre, pero durante la Presidencia del demócrata Bill Clinton se incluyeron también el incesto y la violación.
Esta disposición se ha renovado desde entonces cada año, a pesar de que los defensores del igualitario al aborto señalan que perjudica directamente a las personas con menos recursos, sobre todo a mujeres latinas y negras, porque impide que puedan recibir financiación para interrumpir su embarazo a través del programa federal de salud Medicaid.
Aquella medida fue una reacción de los sectores conservadores a la decisión de 1973 de la Corte Suprema de Justicia que, con el caso conocido como Roe vs. Wade legalizó el aborto en todo el país, bajo la premisa del derecho de las mujeres a la privacidad que la Constitución consagra a todos los ciudadanos.
¿Qué es lo nuevo?
Esta la primera vez que Biden tiene que pronunciarse sobre esta medida como presidente y Manchin ha aprovechado la circunstancia para tener visibilidad nacional como abanderado del autodenominado campo de los pro-vida. El senador representa a un estado conservador, Virginia Occidental, donde este tema arrastra muchos votos.
En sus tiempos en el Congreso y luego, en sus ocho años como vicepresidente de Barack Obama, Biden, quien es católico, apoyaba esa política.
En la campaña electoral por la nominación presidencial del Partido Demócrata cambió de posición. En junio de 2019 hizo el anuncio impulsado, según arguementó, por la ofensiva republicana contra el al aborto con medidas que calificó como "leyes extremas".
Biden había sido hasta entonces uno de los pocos demócratas que defendía la Enmienda Hyde.
A lo largo de su extensa carrera política, había expresado su apoyo hacia la despenalización del aborto en 1973 que quedó consagrado con Roe vs. Wade, pero se opuso a numerosas medidas impulsadas por sus compañeros de partido para ampliar los derechos reproductivos, siempre apelando a su fe.
El hoy presidente cambió de postura tras las duras críticas recibidas de las bases más progresistas demócratas -para las que la defensa del derecho al aborto es un tema irrenunciable-, pero ahora ha dicho estar dispuesto a firmar el paquete de reconciliación aunque incluya la Enmienda Hyde.
La portavoz de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reiteró recientemente que Biden se opone a la enmienda.
Sin embargo, interesado en destrabar su agenda en el Congreso el presidente dijo: "Lo voy a firmar de las dos maneras", es decir, si la incluye, o si vence la posición de Manchin y la enmienda logra meterse en el paquete de reconciliación del que dependen las ambiciosas iniciativas de Biden.