Un gusano robot que opera el cerebro: la nueva herramienta que usarán los cirujanos
La tecnología enfocada en mejorar la salud avanza a pasos agigantados. Su principal objetivo es encontrar lo más pronto posible soluciones a los graves padecimientos que pesan sobre la humanidad.
Un ejemplo de esto es la Inteligencia Artificial que Google está desarrollando, para detectar el cáncer de mama de una manera más eficaz.
El combate a las enfermedades cerebrovasculares, cuyas víctimas mortales se cuentan por millones cada año, es una de las prioridades de los investigadores.
Con esto en la mira, ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) desarrollaron un robot con forma de gusano, que tiene la capacidad de deslizarse a través de los estrechos tejidos del corazón y el cerebro.
La meta es que este hilo robótico se utilice en combinación con otras tecnologías existentes, para que los médicos puedan guiar al robot de forma remota a través de los vasos cerebrales.
Este desarrollo podría ser especialmente útil para el tratamiento de lesiones como aneurismas y accidentes cerebrovasculares, los cuales deben ser tratados lo antes posible.
¿Por qué es importante atender con rapidez los problemas cerebrovasculares?
Xuanhe Zhao, profesor asociado de Ingeniería Mecánica del MIT, explica que si los accidentes cerebrovasculares son tratados en los primeros 90 minutos, la tasa de supervivencia podría aumentar de manera significativa.
El objetivo es que el dispositivo revierta el bloqueo de los vasos sanguíneos dentro de la llamada 'hora dorada', en la cual se podría evitar un daño cerebral permanente.
Cabe señalar que, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, tan solo en el 2015 murieron más de 17 millones de personas a causa de accidentes cerebrovasculares, ubicándose como una de las principales causas de muerte en el mundo.
Tradicionalmente, para eliminar los coágulos de sangre en el cerebro los médicos realizan un procedimiento llamado endovascular.
Este procedimiento consta de una cirugía un tanto invasiva, en la que el cirujano inserta un cable delgado a través de una de las arterias principales de la pierna o en la ingle. Después, el médico guía el cable manualmente hasta llegar al vaso sanguíneo obstruido en el cerebro.
Para poder guiarse, el cable toma imágenes de los vasos sanguíneos mediante rayos X, y cuando llega al vaso dañado istra medicamento mediante un catéter.
La desventaja del procedimiento actual es que es físicamente agotador, por lo que requiere que los cirujanos estén especialmente entrenados para esta tarea, además de que son expuestos a la radiación de los rayos X. Lo anterior provoca una escasez de cirujanos, en comparación de la demanda.
Los alambres utilizados en la cirugía actual no tienen movimiento, por lo que el cirujano debe guiarlo manualmente. Su nula autonomía y el material con el que están elaborados pueden provocar fricción y daño en los vasos sanguíneos.
Para mejorar esto, los investigadores del MIT diseñaron el 'gusano robot' con hidrogeles y dispositivos magnéticos, para producir un hilo robótico o alambre de guía recubierto de hidrogel y magnéticamente orientable.
Lo elaboraron tan delgado, que lograron que pasara a través de una réplica de silicón del tamaño natural de los vasos sanguíneos del cerebro.
El nuevo material protegerá a los vasos sanguíneos del daño colateral, y al ser un cable magnéticamente direccionable elimina la necesidad de que los cirujanos empujen físicamente el dispositivo, evitando su exposición a la radiación de los rayos X.
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