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¿Tu hijo rechina los dientes? Así es como puede afectar su salud

Publicado 4 Jun 2019 – 01:58 PM EDT | Actualizado 4 Jun 2019 – 01:58 PM EDT
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Los bebés tienen un rápido crecimiento y múltiples cambios en su cuerpo en los primeros dos años de vida. En esta etapa aumentan de talla, de peso y les crecen los primeros dientes.

Es en este época cuando también desarrollan ciertos hábitos. La mayoría son pasajeros, pero otros pueden ser síntoma de un malestar mayor si se prolongan durante más tiempo.

Es muy común que los niños a partir de los dos años rechinen los dientes. A esto se le llama bruxismo y es un hábito voluntario o involuntario que por lo regular desaparece con el paso de los años. Sin embargo, hay ocasiones en que el rechinido de los dientes no desaparece y eso puede tener repercusiones en la salud del pequeño.

¿Qué sucede si el bruxismo persiste durante mucho tiempo?

De acuerdo con especialistas en salud infantil, el bruxismo se presenta cuando los niños han terminado la dentición (entre los 15 y 22 meses). Puede ser provocado por su morfología (dientes torcidos), problemas de salud emocional (nerviosismo, ansiedad, irritación) o incluso deficiencia nutricional.

El bruxismo se puede convertir en un problema de salud cuando persiste tiempo después de que el niño consiguió todos sus dientes de leche. En este caso lo mejor es acudir con un pediatra para un chequeo, el cual probablemente canalizará al pequeño con un odontólogo, quien examinará si este hábito es ocasionado por la posición de los dientes o se debe a cualquier otra causa.

Es importante estar al pendiente del bruxismo de un niño, ya que con el tiempo esto podría ocasionar la pérdida del tejido dentario, contracturas musculares, gingivitis o retracción de las encías.

En ocasiones, más extremas, el bruxismo puede ir acompañado con dificultad para masticar ciertos alimentos. A su vez esto puede ocasionar trastornos digestivos, pues la comida llega casi entera (poco masticada) al estómago y dificulta su metabolismo. En este caso es muy importante acudir con el pediatra, para que se inicie el tratamiento adecuado.

¿De qué consta el tratamiento para el bruxismo?

El tratamiento más común es el uso de una placa de descanso, la cual es elaborada por un odontólogo. Esta placa contribuye a frenar el avance de las lesiones en la mayoría de los casos, aunque en ciertas ocasiones es necesario complementar el tratamiento con técnicas de relajación, además de fundas protectoras que se ponen para dormir y evitan la fricción.

Los remedios caseros, ¿funcionan?

Existen remedios caseros que ayudan aliviar el malestar del niño, como mojar una toallita en agua caliente para después ponerla sobre la cara del pequeño durante 4 minutos, o comer manzanas para fortalecer su mordida. Sin embargo, lo ideal es acudir con el especialista si el rechinado de dientes ya ha durado mucho tiempo.

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