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¿Te gusta comprar libros aunque no los leas? Conoce el placer llamado tsundoku

Publicado 24 Sep 2018 – 05:26 PM EDT | Actualizado 24 Sep 2018 – 05:26 PM EDT
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Los libros, al igual que la risa, el sexo y la comida, representan uno de algunos grandes placeres de nuestras vidas, aunque para muchos resulta todavía más apasionante comprarlos, acumularlos y jamás leerlos. ¡Sí! Se trata de una manía, más antigua y común de lo que imaginamos, a la que los japoneses han denominado tsundoku.

El término ya es bastante conocido en los cinco continentes también con el nombre de « bibliomanía». Tiene su origen en las palabras tsunde-oku, cuya traducción al español es «apilar cosas para luego y marcharse»; y dokusho, que significa «leer libros». Si fusionamos ambas, obtendremos tsundoku.

Esta pequeña palabra resume aquel hábito a veces difícil de expresar o incluso de reconocer. Y es que explica precisamente cómo una persona es capaz de coleccionar más libros de lo que en realidad puede llegar a leer.

Una sensación inigualable

Pero el asunto es mucho más complejo de lo que creemos. Realmente, existe un enorme placer en comprar y apilar grandes volúmenes de textos para nunca ser leídos solo por el simple hecho de verlos allí, acumulados en nuestra repisa.

Es como tener la sensación de que, por estar rodeados de libros, tenemos más conocimientos y entretenimiento que los demás. Por ello, la persona que padece de tsundoku puede dejar una fortuna en librerías sin percatarse en las repercusiones que podría causar.

Y es que el tsundoku es considerado una enfermedad que realmente atormenta al coleccionista/lector y puede llegar a ser un dolor de cabeza de todos en casa. Imagínate una habitación donde ya no hay espacio para tantos ejemplares. Además, el hecho de no leer los libros adquiridos puede generar cierta frustración.

Cómo organizar el tsundoku

Marie Kondo es una consultora, empresaria y autora japonesa de libros en los que hace referencia al tema. Aunque defiende la teoría de que debemos tener una biblioteca casera solo con los libros que vayamos a necesitar, explica que ante la presencia de un lector/coleccionista se deben aplicar métodos de organización efectivos.

Para garantizar el orden, será necesario separar los textos según autores, temas, colecciones o por orden alfabético. Si se dispone de un estante, será necesario dejar para la parte superior los volúmenes más grandes; mientras que los de menor tamaño deberán estar a la altura de los hombros.

Y a ti… ¿qué te parece la idea de acumular libros que probablemente no llegarás a leer? ¿Te pasa lo mismo y no lo podías explicar? Ahora ya sabes, quizás sufres del placentero tsundoku.

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