La historia de cómo 'Game Of Thrones' casi se cancela desde el principio
En un inicio, la serie de Game Of Thrones no lograba ver su éxito esperado.
Pocos conocían esta nueva propuesta por allá del año 2011, y si bien con paciencia, buen guión y actuaciones se fue ganando a la audiencia; el camino para la mediática serie de HBO no fue nada fácil.
En términos generales, el episodio piloto suele el más importante para las series. Es allí cuando pueden despegar gracias su buena trama, o bien, quedarse en los bosquejos de la historia televisiva por dramáticos errores.
Game Of Thrones casi se hunde en ese último caso, todo debido a un simple detalle en su episodio inicial: por sí mismo, pudo arruinar por completo una de las series más aclamadas de los últimos años.
Así se dio a conocer en el libro La guía no oficial de Juego de Tronos. Esta obra lleva a los fans a las historias tras bastidores.
En uno de los capítulos, se narra cómo los productores David Benioff y D.B. Weiss, convencieron a HBO de dar luz verde a un piloto y luego casi lo estropearon todo.
El episodio número uno se filmó en Irlanda del Norte. Ambos creadores pasaron meses en la locación, la cual había costado a la cadena 10 millones de dólares.
El detalle es que la trama era tajante y muy diferente: Bran descubre a los Lannister teniendo relaciones sexuales en la torre, así que es empujado. No obstante, en aquel entonces se manejó que el sexo entre Cersei y Jamie (hermanos) no era consensuado, lo cual confundió a los primeros observadores del material, ello debido a que no entendían cómo esa relación podía llevar a un presunto asesinato.
Craig Mazin (guionista y director de la serie Chernobyl) regañó a David Benioff y D.B. Weiss, recalcando que tenían un problema muy grande que debían cambiar: debían enmendar a los personajes y ahondar en su incómoda relación familiar. Si todo había sido producto de una violación violenta por parte de Jamie, ¿por qué habrían mantenido una relación tan cercana?
Al hacerle caso, las cosas cambiaron y explotaron aún más el potencial del casting, dejando en claro lo esencial de la relación de los Lannister para desatar la guerra entre las familias más poderosas de Westeros.
A veces los pequeños detalles son los más importantes. De no haber tenido la asesoría de Mazin, quizás todo sería diferente para Game Of Thrones hoy día.
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