El delfín robot que puede acabar con los zoológicos del futuro y salvar el planeta
En los últimos años, cada vez es más debatible la situación de los animales en cautiverio: aunque es un entorno que puede ayudar a protegerlos de las amenazas de sus depredadores o la caza; en muchas ocasiones puede conducirlos a una muerte prematura.
El cautiverio como medio de ganancias, también es altamente controversial: los zoológicos y los centros de exhibición son un recurso de aprendizaje para muchos, pero es un hecho que los animales pagan con su libertad.
Quizás pensando en lo anterior, la empresa estadounidense Edge Innovations parece decidida a acabar con los zoológicos tradicionales. La alternativa para que se sigan viendo animales salvajes de cerca (y a la vez éstos no sufran) es simple: fabricar robots interactivos a su imagen y semejanza.
La empresa situada en San Francisco (que se dedica prioritariamente a los efectos especiales) creó como primer proyecto en este contexto un delfín robótico que se ve, mueve y actúa como uno de verdad.
Incluso la textura que rodea al robot está diseñada para imitar la piel de este mamífero. Por otro lado, su estructura interna emula casi a la perfección el sistema óseo de dicha especie.
Según la propia compañía, la idea de fabricación tras este "pequeñín" es que sustituya a los delfines que viven en acuarios y/o forman parte de espectáculos con piruetas.
Las imágenes hablan por sí solas: los delfines creados con la más alta tecnología en robótica podrían engañar hasta a sus contrapartes reales (o quizás no, pero basta con que funcionen para la percepción humana).
Por ahora, la creación de Edge Innovations está en fase de pruebas dentro de los complejos turísticos de Disney en EE.UU, se espera que con el tiempo, se exporten algunas piezas a los parques de dicha franquicia en China.
Prestando atención al detalle, los principales movimientos tienen la naturalidad deseada gracias a las ondas que produce su "columna". Pero claro, por ahora el delfín robot no es autónomo: el robot de 270 kilogramos es controlado a distancia por un operario.
Esto último es una ventaja: el robot puede dirigirse específicamente a los visitantes, o puede interactuar de forma más personalizada sin la necesidad de un cruel entrenamiento de por medio. ¿Qué te parece la idea? ¡Dinos en los comentarios!
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