Las secuencias de inicio de las series de televisión solían ser las mismas: escenas del actor que se presentaban acompañadas de una canción divertida. En los últimos años, los opening titles han cambiado tanto como la televisión misma. Minimalistas, simples e interesantes, son minifilmes en su propio derecho, pequeñas obras de arte que sirven de transición y preparación emocional para el espectador. Estas secuencias de créditos, en particular, merecen una distinción. Son un poema visual que puedes ver una y otra vez sin hartarte.