Un gel podría curar daño cerebral severo: no es ciencia ficción, solo es ciencia
Las consecuencias de un derrame cerebral, hasta el momento, son irreparables, pero una nueva investigación podría cambiar los daños en el organismo con un gel.
El cerebro no tiene la capacidad de regenerar las conexiones neuronales perdidas o deterioradas después de un ICTUS.
Las funciones cerebrales y la formación del sistema nervioso central se dan gracias a un proceso conocido como angiogénesis, el mismo en el que se desarrollan las venas, arterias y capilares del organismo. Estas funciones son las principales afectadas después de una apoplejía.
Después del accidente cerebrovascular, es imposible que el organismo regenere el tejido perdido y, en consecuencia, las funciones no vuelven a ser las mismas; sin embargo, un nuevo avance científico podría reparar las lesiones cerebrales con un gel.
Una investigación de la Universidad de California y la Universidad de Durham desarrolló un líquido inyectable capaz de restablecer el flujo sanguíneo perdido en el cerebro después de un derrame.
El estudio liderado por Tatiana Segura evaluó en ratones la capacidad de regenerar tejido en las zonas dañadas. El resultado fue una nueva estructura de conductos sanguíneos muy parecidos en funcionalidad y ramificación con los perdidos.
La investigación de Segura desarrolló una inyección de gel a base de una matriz de ácido hialurónico. El líquido fue modificado para liberar moléculas reparadoras de los vasos sanguíneos y fue istrado en ratones con lesiones cerebrales.
El gel promovió la recuperación de las conexiones neuronales en el tejido cerebral después de 16 semanas de haber aplicado la inyección. Además, las funciones motoras de los animales mejoraron considerablemente después del tratamiento.
Según la explicación del estudio, el gel actúa como un puente de construcción en el cerebro que rellena la cicatriz y regenera el tejido perdido. Además, el organismo lo absorbió y no quedó rastro del gel.
La idea del tratamiento es encontrar un intervención temprana después de un derrame cerebral para evitar daños severos y regenerar el tejido. En el caso de los ratones, se istró 5 días después del accidente, lo cual es el equivalente a 2 meses en humanos.
El gel todavía no se aplica en humanos, pero los científicos tienen la intención de crear un tratamiento que regenere el cerebro en tiempos más largos. Es decir, se podría aplicar la inyección mucho tiempo después de haber tenido el ICTUS.
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