¿Las mujeres son mejores personas que los hombres? Un experimento nos dio la respuesta definitiva
Un grupo de investigadores demostró que los actos benéficos de las personas se pueden ver afectados si son juzgados por alguien más.
La moral y las actitudes altruistas son, en parte, comportamientos no medibles que dependen del contexto social de cada individuo.
Sin embargo, existe un código social implícito que define el rango moral de una persona con base en sus decisiones o comportamientos.
Esas actitudes se podrían ver afectadas si son juzgadas por alguien, a diferencia de realizarlas de manera privada.
Una investigación de la Universidad de Linköping en Suecia puso a prueba a un grupo de personas para medir la influencia de la presión de social en sus decisiones altruistas y dilemas morales.
374 individuos fueron divididos en varios grupos para responder preguntas de manera colectiva o individual. Antes del experimento, les dieron 50 coronas suecas.
Los grupos siempre estuvieron expuestos a una audiencia, pero no en todos los casos las respuestas se hicieron públicas.
La primera prueba consistía en que los participantes podían asignar cierta cantidad del dinero que les dieron a una organización médica.
La decisión de los participantes no cambió significativamente cuando se hicieron públicas las respuestas; sin embargo, sí cambió y donaron más dinero cuando estaban frente a algún familiar o ser querido.
Además, las mujeres fueron más altruistas que los hombres, lo cual comprueba teorías previas de estudios sobre diferencias de comportamiento social entre géneros.
La segunda parte del experimento consistió en pedir ayuda a los individuos a ayudar a otro grupo de personas para cumplir alguna tarea.
En ese caso, la decisión de ayudar sí se vio afectada cuando las personas, en su mayoría hombres, estaban siendo observados o juzgados por alguien más.
La última parte consistió en tomar decisiones frente a diferentes dilemas morales. Por ejemplo, el caso de cambiar las vías del tren para sacrificar a una persona y salvar a cinco.
En ese caso, la decisión sí cambió cuando las personas contestaron en privado y frente a una audiencia. Es decir, la gente moldeó su comportamiento o su rango moral de acuerdo con la presión social a la que se vieron sometidos.
Según las conclusiones de la investigación, es una prueba de que la moral no es un comportamiento rígido y tiende a cambiar de acuerdo al contexto en el que los sujetos estén situados.
Por otra parte, las decisiones altruistas no se ven afectadas, por lo que no sirve de mucho para una organización mostrar las donaciones de los participantes.
En cuanto a la cooperación en grupos, fue la prueba más práctica de que, si se requiere que una persona participe activamente, debe ser observado por alguien más.
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