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Charlie Sheen y el final de Two and a Half Men

Publicado 20 Feb 2015 – 11:00 AM EST | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Muchos rumores, confirmaciones y desmentidos circularon desde hace tiempo sobre el regreso de Charlie Sheen a Two and a Half Men para su final, cuatro temporadas después de que, en medio de un escándalo público y un fuerte enfrentamiento con Chuck Lorre –el creador de la serie–, fuera despedido.

Este jueves se emitió el episodio final de Two and a Half Men, que además de llevar a una conclusión la historia de la ficción (la que probablemente a nadie le interesaba demasiado), fue también la última entrega del enfrentamiento público entre Charlie Sheen y la serie.

¿Quién fue el ganador? Lo vemos a continuación.

No del todo muerto

(Spoilers del último episodio de Two and a Half Men)

Todos sabíamos que no tenía sentido continuar con la serie después de que se fue Charlie Sheen, pero Chuck Lorre quiso demostrar lo contrario, tal vez un poco impulsado por su animosidad contra el actor, con la intención de sentenciar algo como “¿vieron que no era tan importante?”.

Y durante un tiempo, por muy desastrosa que hayan sido las últimas temporadas, se mantuvo la ilusión de que era posible hacerlo sin Sheen y con Kutcher. El episodio final demuestra que no.

Los rumores acerca del regreso de Charlie Sheen para el último episodio de la serie fueron propiciados por los propios creadores, que lo titularon “ Of Course He’s Dead” (“Claro que está muerto”), en una referencia obvia a Charlie Harper, o a Charlie Sheen, que es casi lo mismo.

Se informó que durante la filmación del episodio ni siquiera los actores habían leído todo el guión para no revelar lo que sucedía en el mismo. Es evidente que el misterio y la ambigüedad al respecto les beneficiaba, y que todo este asunto en torno a Charlie Sheen resultaba mucho más intrigante y atractivo para la audiencia que saber qué le deparaba el final de la serie a Alan o a Walden, personajes que difícilmente podrían ya despertar el interés o la empatía de nadie.

Dos rencores y medio

Chuck Lorre antes había dicho que “no había rencores”, que estaba agradecido por los años en que trabajaron juntos, y que el final honraría ambas épocas de la serie: la era Charlie Sheen y la era post Charlie Sheen.

Sin embargo, todo el episodio final (doble, de una hora) es construido como un gran insulto final a Charlie Sheen, en el que se sucedieron toda clase de chistes y referencias a los escándalos públicos del actor (drogas, prostitutas, excesos, etcétera), aquellos que lo hicieron alejarse de la serie y pelearse con todos los involucrados.

Finalmente se revela que Charlie Harper estaba vivo. En lugar de aparecer Charlie Sheen aparece otro actor de espaldas haciendo de Charlie Sheen haciendo de Charlie Harper, para ser aplastado por un piano, y luego mostrar al propio Chuck Lorre que menciona la frase característica de Charlie Sheen ("Winning") y es a su vez aplastado por otro piano.

Una secuencia que quedará entre lo más delirante, megalómano y autoindulgente de la historia de la televisión.

Por alguna misteriosa razón, Chuck Lorre creyó que era una buena idea terminar la serie con la muerte simbólica del conflicto que lo enfrentó con el actor, pensando que estaba haciendo el gran chiste final, pero dejando en claro que el resentimiento y la bronca contra Sheen siguen presentes, y dándole al actor la importancia que todo el tiempo quiso negarle, al dedicarle a él todo la última hora de una serie de 12 temporadas.

El acostumbrado texto de Lorre al final de los créditos decía lo siguiente:

“Sé que muchos estarán decepcionados de que no tuvimos a Charlie Sheen en el episodio final. Para que conste, le ofrecimos que aparezca. Nuestra idea era que caminara hacia la puerta de la casa en la última escena, tocara el timbre, luego se girara, mirara directamente a la cámara y lanzara todo un discurso acerca de los peligros del abuso de drogas. Luego explicaría que esos peligros eran para la gente corriente, no para él, que era un guerrero ninja de Marte. Que era invencible. Y luego caería un piano sobre su cabeza. Pensamos que sería gracioso. El no pensó lo mismo. En cambio, el quería que le escribiéramos una escena muy emotiva que sirviera como introducción para su gran regreso a la televisión en una nueva serie llamada The Harpers, protagonizada por él y Jon Cryer. Creímos que sería gracioso también”.

Algo me dice que toda la parte final también es un chiste orientado a dejar a Charlie Sheen mal parado.

¿Qué te pareció el final de Two and a Half Men?

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