Tener un hijo me ha cambiado totalmente la vida y debo confesar que aunque la experiencia es maravillosa en muchos sentidos, hay ocasiones en que extraño varias cosas. Algunas parecen insignificantes, pero hoy las valoro tanto, que quisiera repetirlas aunque sea solo un día.

¡Cómo lloran los bebés! Lloran porque tienen hambre, lloran porque tienen sueño, lloran porque necesitan a la mamá, lloran porque necesitan un cambio de pañales... lloran por todo, incluso por motivos que nadie se hubiese imaginado. Un estudio publicado por la Universidad de Harvard nos cuenta el verdadero motivo por el que los bebés lloran durante la noche. ¿Te quedarás sin saberlo? Por supuesto que no.

No hay nada más anti-natura que un sacaleche. La parafernalia más bien parece sacada de una película sado-maso, es incómoda, hace ruido, el bolso es horrible. Hay que utilizar un sujetador especial si te decantas por los modelos “manos libres” que al final de cuentas no es mucho lo que te permite hacer.

¡Se acerca el gran momento! Estás a punto de convertirte en mamá y para poder disfrutar a pleno de uno de los momentos más importantes de tu vida es importante que tengas todo listo para recibir a tu bebé con la mayor tranquilidad posible.

A medida que las mujeres descubren lo que es el parto humanizado, son cada vez más las que reclaman poder dar a luz en las condiciones adecuadas.

La maternidad es una especie de montaña rusa, tiene sus altos, sus bajos, sus momentos de adrenalina, de miedo, de terror absoluto, de alegría, de alivio, sus momentos lindos y feos. Puede que desde afuera la maternidad parezca estupenda y maravillosa pero como dice el dicho, "no todo lo que brilla es oro". Si bien la maternidad es una experiencia hermosa también existen los momentos difíciles.