El pequeño se alejó el pasado 28 de noviembre unas 11 millas de su casa en Asa, una comunidad cerca del Parque Nacional de Tsavo Oriental, en Kenia. El menor se extravió durante una tormenta, mientras pastoreaba ovejas con sus hermanos, explicó en un comunicado el Sheldrick Wildlife Trust, organización que se encarga de rehabilitar la vida silvestre y rescate de elefantes huérfanos en el país.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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El piloto Roan Carr Hartley relató la búsqueda que realizó con esperanza, a pesar de los reportes acerca de que las huellas del menor “habían empezado a volverse ilegibles. Estaba consciente de lo difícil de la tarea, al recordar que muchas veces tardó hasta una semana en localizar un elefante.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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Tras varios días de búsqueda, el 4 de diciembre Carr salió temprano a volar sin poder comunicarse con los equipos en tierra, que llevaban sobreviviendo varios días a base de leche mezclada con agua. Fue entonces cuando “ocurrió un milagro” y el piloto pudo detectar “una figura diminuta (…) rodeada de una masa de arbustos y árboles”.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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Carr asegura que, en medio de su emoción, no pudo evitar sentirse sorprendido por verlo “vivo y caminando”, aunque cuando comenzó a bajar para auxiliarlo el pequeño se escondió bajo los arbustos. Se concentró para no perderlo de vista mientras trataba de hacer que un equipo en tierra llegara para auxiliarlo.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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El piloto dijo que, tras una media hora de dar vueltas en círculo encima del menor, tres hombres del equipo de rescate aparecieron en el lugar y les señaló el lugar donde estaba el niño, el cual fue alzado por encima de sus hombros, mientras celebraban haberlo encontrado con vida. “Encontrarlo era un objetivo casi imposible, pero de alguna manera las estrellas se alinearon”, aseguró Carr.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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Al volver a la aldea, Carr (en medio de camiseta gris) fue recibido por ancianos de la comunidad y lo llevaron a ver a la madre y al padre del niño, quienes lloraron cuando les mostró fotos de su hijo al ser rescatado. “El resto del pueblo se agolpó alrededor de la cámara (…) y esperamos dos horas hasta que escuchamos los cánticos del grupo de búsqueda, que lo había transportado durante 18 kilómetros hasta su casa”, agregó.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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El niño fue atendido por personal médico que lo hidrató y atendió sus heridas por los mosquitos, así como las ampollas de sus pies. “Los ancianos de la aldea se reunieron y me regalaron un chivo macho, algo muy cotizado en esta zona”, contó Carr, quien días más tarde recibió un mensaje de los padres del menor informándole que añadieron Roan al nombre del menor, que sus amigos lo apodan ‘Piloto’ y que estaba completamente recuperado.
Crédito: The Sheldrick Wildlife Trust
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