Un cocodrilo arrastró a un niño de 12 años hasta el agua y casi deben amputarle una pierna
Charlie Buhl, de 12 años, disfrutaba de unas vacaciones con su familia en Cancún, México, cuando fue atacado por un cocodrilo de 13 pies (unos cuatro metros) en las instalaciones del hotel en el que se hospedaba.
El suceso obligó a la familia del menor, que reside en Pennsylvania, a extender su estancia en Cancún cuatro semanas más, debido a la gravedad de las heridas del niño.
Charlie estaba jugando con otros niños cuando se metió debajo de una escalera, cerca de una laguna. Fue entonces cuando se topó con un enorme cocodrilo, que lo atacó.
“No había nada que pudiera hacer”, dijo el niño en una entrevista con el programa Good Morning America al recordar el momento del ataque. “Fue tan fuerte… sentí como si alguien te clavara sus uñas en tu brazo”.
Cómo hicieron que el cocodrilo soltara la pierna del niño
Fue la rápida reacción de los empleados del hotel y algunos huéspedes lo que consiguió salvar al niño de los dientes del reptil, evitando que las heridas fueran aún más graves.
“Los trabajadores [del hotel] me ayudaron a salir, picaron los ojos del cocodrilo y le colocaron una almohada en su cabeza. Y finalmente me soltó”, contó Charlie.
La madre de Charlie, Jennifer Buhl, escribió sobre el incidente en el blog de la empresa en la que trabaja, Happy Hour Headshot.
En la publicación, la madre agradece a los extraños que acudieron en socorro de su hijo y se refiere especialmente a una persona que identifica como Adrián, quien corrió para ayudar cuando escuchó los gritos sobre si alguien era médico o especialista en salud.
La madre agradece la atención de los paramédicos que atendieron al niño víctima del ataque del cocodrilo
La madre escribió que Adrián, enfermero paramédico, ayudó a su hijo y consiguió detener la hemorragia antes de que llegaran los equipos que lo trasladaron al hospital. “Fue el regalo más grande y el salvavidas: tan tranquilo, preciso, lógico y solo enfocado en lo que tenía que hacer”, relató.
La gravedad de las heridas era tal que los médicos del hospital en Cancún pensaron que sería necesario amputar la pierna del niño, pero afortunadamente su recuperación fue positiva y ahora puede caminar y correr.
De acuerdo con la familia, el hotel donde se hospedaron ha cubierto todas las facturas médicas y aumentó las medidas de seguridad, como letreros e iluminación, para evitar que un incidente similar se repita.