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En tu esponja viven 362 tipos de bacterias, pero según esta experta eso no debería preocuparle a nadie

Según un estudio publicado por Scientific Reports, es posible que no haya otro lugar en la tierra con semejante densidad de bacterias igual a la que tienen las esponjas de lavar los platos. La única forma de mantenerlas limpias sería reemplazarlas una vez cada semana. Sin embargo, una experta en enfermedades infecciosas asegura que tanta alarma es innecesaria.
7 Ago 2017 – 03:56 PM EDT
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Un reciente estudio encontró que en la esponja de lavar los platos habtian más de 362 tipos diferentes de bacterias. Crédito: IStock

Un microbiólogo alemán sacudió la tranquilidad de las cocinas de muchos la semana pasada con su particular descubrimiento: resulta que las esponjas para lavar los platos, al menos las 14 que él y su equipo de la Universidad de Furtwangen analizaron, tenían tantas bacterias casi como una muestra de laboratorio de materia fecal.

“Es posible que no haya otro lugar en la tierra con semejante densidad de bacterias”, dijo jocosamente el científico al New York Times y quien señaló al insignificante rectángulo de ser lo suficientemente poroso y húmedo para que las bacterias, más de 362 de diferente tipo, se den a diario todo un festín.

Aunque no dejaba de ser sorprendente que justo el implemento que se usa para limpiar todo en la casa resulte el receptáculo de un universo de bacterias, -en las que incluso se cuentan las Acinetobacter que pueden afectar a los seres humanos con un sistema inmunológico muy débi-l, lo cierto es que la alarma se fue decantando con los días.

"¿No vivimos en un universo esterilizado. Tú y todos tus allegados viven rodeados de bactrias. Es normal", le debatió al estudio Judy Stone, experta en enfermedades infeccionas y colaboradora de Forbes quien además puso de manifiesto que una prueba en 14 esponajas no parecía suficiente evidencia científica. En realidad el estudio que puso sus ojos en el peculiar mundo de las esponjas de cocina "no encontró ninguna Salmonella o Campylobacter, bacterias asociadas a la intoxicación alimenticia que de verdad representarían un daño para la salud", añadió.

Por qué entonces prestarle especial atención a la esponja si igual hay clara evidencia de las bacterias que viven en la piel de algunas frutas, en las bolsas de tela en la que cargamos la comida o en los cordones de los zapatos que siempre amarramos sin vernos abocados a lavarnos las manos. Sin ir más lejos, el celular tiene diez veces más bacterias que el sanitario según lo encontró en su estudio Charles Gerba de la universidad de Arizona.

Lo que la gente suele hacer para limpiar sus esponjas es ponerla en una solución con jabón y algo de limón en el microondas, una práctica que para el autor del estudio resulta un error. En el microondas solo se mueren las bacterias más débiles pero las más fuertes no solo se mantienen intactas sino con más espacio para esparcirse.

La verdadera y gran solución sería cambiarla una vez cada semana, pero si no se quiere ser parte de semejante debacle ambiental y si todo este debate, como lo sugiere Judy Stone, no resulta más que una paranoia innecesaria será suficiente con lavarla en el lavaplatos, con agua caliente y en un ciclo seco.

Al parecer se puede seguir viviendo con la esponja, siempre desagradable al tacto, algo manchada y un poco maltrecha, porque aunque sepamos que está llena de vida, los científicos sí que han confirmado una cosa: es completamente inofensiva.

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