Demandan a Tesla por usar clientes como conejillos de indias para pruebas de tecnología peligrosa

Tesla fue demandada el pasado jueves por un grupo de clientes furiosos por haber sido utilizados como conejillos de indias para el desarrollo de su sistema de conducción autónoma Autopilot, según un reporte de Bloomberg.
Según la demanda presentada en una corte de distrito en la ciudad de San José en el estado de California, los s que activan el sistema de conducción autónoma Autopilot en sus vehículos “se convierten en probadores beta de un software que no está listo y que hace que los vehículos Tesla sean peligrosos”
Cerca de 47,000 dueños del sedán de lujo eléctrico Tesla Model S y de la camioneta crossover Tesla Model X vendidos entre los años 2016 y 2017 aspiran a que el tribunal le confiera el estatus de ‘acción colectiva’ a sus demandas contra Tesla para poder formar un frente común en contra de la compañía.
Los dueños de los vehículos alegan en el escrito presentado en el tribunal que sus vehículos “se sacuden, aplican los frenos de golpe sin motivo y no reducen la velocidad y no frenan cuando se acercan a otros vehículos”.
En un comunicado Tesla calificó la demanda como “un intento sin base con el propósito de recabar honorarios legales posando como una acción legítima, lo que se hace evidente por la tergiversación de una gran cantidad de hechos”. En respuesta al alegato de que los demandantes fueron convertidos en conejillos de indias sin su consentimiento Tesla responde que “siempre hemos sido transparentes sobre el hecho de que el software Autopilot mejorado es un producto que va a ser desplegado incrementalmente, y que sus funciones van a ser introducidas en la medida en que sean validadas y que el marco regulatorio lo permita”.
Tesla aprovechó la oportunidad para enfatizar su posición sobre el futuro del manejo autónomo como un dispositivo de seguridad diciendo que “la visión inexacta y sensacionalista sobre nuestra tecnología presentada por este grupo es exactamente el tipo de desinformación que amenaza la seguridad de los consumidores”.
Tesla ha enfatizado que los s de los vehículos equipados con Autopilot, una opción con un precio de 5,000 dólares, no deben delegar su responsabilidad en el sistema, el cual no debe considerarse como un sistema de asistencia al conductor y no como un piloto electrónico, a pesar de los que su nombre sugiere.
Desde que Tesla incluyó la primera versión de Autopilot en sus vehículos en octubre de 2014 solo se ha registrado un solo accidente mortal en un vehículo con la función activada. Una investigación exhaustiva llevada a cabo la istración Nacional de Seguridad Vial de Estados Unidos (NHTSA por sus siglas en inglés) exoneró al sistema Autopilot de responsabilidad en aquel accidente. La NHTSA dijo en su informe “no haber identificado ningún defecto en el diseño ni en el funcionamiento del sistema, así como ningún incidente en el que el sistema no funcionó de la manera de la manera para la que fue diseñado”.
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