Por qué teléfonos inteligentes como el iPhone bajan de precio pese a la inflación
La inflación en EEUU está subiendo a cerca de un máximo de 40 años, y los precios de los alimentos, el alquiler, la electricidad y casi todo parece aumentar más cada mes. Los teléfonos inteligentes, los smartphones, pueden ser una excepción.
Apple, por ejemplo, anunció recientemente sus nuevas versiones del iPhone y otros dispositivos, y llamó mucho la atención cuando dijo que no cobraría más a pesar de los costos más altos para fabricar los dispositivos.
Esto es desconcertante porque las empresas suelen aumentar los precios de acuerdo con la inflación, o al menos lo suficiente para cubrir los mayores costos de fabricación de sus productos.
Los datos de precios al consumidor cuentan una historia aún más desconcertante. Los últimos, del 13 de septiembre, sugieren que los precios de los teléfonos inteligentes en realidad bajaron un 20.4 % en agosto con respecto al año anterior.
Esa es la mayor caída entre los gastos a los que da seguimiento el Buró de Estadísticas Laborales del Gobierno, y contrasta con el aumento general de precios del 8.3%.
¿Que esta pasando? Como economista que enseña a estudiantes de escuelas de negocios, disfruto explorando y explicando estos acertijos económicos. Creo que hay dos explicaciones básicas: una para los datos y otra para Apple.
¿Por qué cayeron los precios al consumidor en los teléfonos inteligentes?
La historia detrás de los datos del índice de precios al consumidor es más fácil de explicar, aunque un poco técnica. La caída del 20% durante el año pasado no es inusual para los teléfonos inteligentes. De hecho, según el índice, casi siempre bajan de un mes a otro. Desde finales de 2019, los precios de los teléfonos inteligentes han bajado un 40%.
Y aunque los teléfonos inteligentes muestran la mayor caída en el índice, los equipos tecnológicos en general, desde computadoras hasta relojes inteligentes, también tienden a caer con el tiempo.
En los 12 meses anteriores, los televisores cayeron un 19% y lo que el gobierno llama productos básicos de tecnología de la información cayeron un 8,8%.
Parte de la razón de su declive constante se encuentra en el sitio web del Buró de Estadísticas Laborales. El índice de precios al consumidor trata de medir una calidad constante de bienes y servicios en la economía. Esto significa que busca rastrear los cambios de precios del mismo conjunto exacto de bienes y servicios cada mes. Es comparar el precio de hoy con el precio de exactamente lo mismo hace un mes o un año.
Para la mayoría de los productos, no es realmente un problema porque su calidad no cambia mucho en períodos de tiempo relativamente cortos. Por ejemplo, una manzana que muerdes hoy es más o menos igual a una manzana que comiste hace un año. Los teléfonos inteligentes y otros dispositivos de alta tecnología son diferentes.
No valen menos: tienes más por el mismo precio
Debido a que los teléfonos inteligentes mejoran constantemente en calidad, con las últimas actualizaciones de un iPhone o Samsung Galaxy esperando ansiosamente cada año, es más difícil asegurarse de que se está comparando precios de productos de la misma calidad.
Para artículos que mejoran rápidamente, el Buró de Estadísticas Laborales utiliza lo que se denomina "modelos de regresión hedónica" para estimar estos cambios en la calidad a lo largo del tiempo. Los modelos hedónicos miden la misma cantidad de satisfacción.
Si bien esto suena complicado, el objetivo es simple: averiguar cuánto cambia el precio de cada nueva característica del teléfono inteligente. Como consumidor, esencialmente está haciendo esto cada vez que decide si vale la pena pagar el dinero extra por esa cámara ligeramente mejor o por una batería de mayor duración al comprar un teléfono nuevo.
Entonces, la caída del 20.4% no significa que vaya a pagar menos por un nuevo teléfono inteligente. Pero sí sugiere que está obteniendo un 20% más por su dinero en comparación con el mismo teléfono del año anterior. Si vale la pena es otra cuestión.
Por qué Apple mantuvo los precios
Eso nos lleva a por qué Apple no cambió sus precios, incluso cuando la calidad del iPhone mejoró y los costos de la cadena de suministro aumentaron.
Una de las principales formas en que los problemas de la cadena de suministro están afectando a los teléfonos es la escasez de chips de computadora.
Si hay algún producto que dependa de los chips informáticos, son los smartphones. La escasez ha provocado retrasos en la producción de automóviles, camiones y muchos otros artículos de consumo. La escasez también ha aumentado el precio de las piezas de semiconductores.
El índice de precios al productor del gobierno de EEUU muestra que el precio de las piezas de semiconductores, como chips y obleas, aumenta constantemente desde que comenzó la pandemia del covid-19 en 2020, después de caer durante años. Es probable que los precios de los chips suban un 20% el próximo año.
Por estas y otras razones, los analistas esperaban que Apple aumentara sus precios. En cambio, Apple lanzó sus últimos modelos de iPhone a los mismos precios que los dos últimos modelos: $799 para el iPhone 14 y $999 para la versión pro. Mantener los precios constantes durante tiempos inflacionarios significa que los iPhones se están volviendo relativamente más baratos.
Un artículo que mejora y no se encarece
Entonces, ¿por qué Apple no aumenta los precios? ¿Es simplemente ser amable con sus clientes, que han generado enormes ganancias para la empresa durante la última década? Probablemente no.
Apple gana un 40% sobre el costo de producción de todos sus productos y servicios, por lo que probablemente pueda permitirse absorber el aumento de los costos de chips y otros componentes.
Mi mejor suposición, dado que el mercado de teléfonos inteligentes es bastante competitivo, es que Apple mantiene los mismos precios para aumentar su porción de mercado en los EEUU, más allá del récord del 50% que alcanzó recientemente, de manera que el iPhone siga siendo uno de los teléfonos inteligentes más vendidos.
Entonces, si bien el costo de casi todo lo que compramos está aumentando, puede sentirse tranquilo sabiendo que al menos un artículo está mejorando con el tiempo y no sucumbiendo a una espiral inflacionaria de precios.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
