¿No puedes pagar lo que te recetó el médico? Estos trucos pueden evitar que te quedes sin tratamiento

Te sientes mal. Vas al médico. Te receta un tratamiento. Pero cuando llegas a la farmacia te das cuenta de que acceder a esa cura no será tan sencillo: no puedes pagar por el medicamento. Lejos de ser una excepción, esta situación es cada vez más frecuente en EEUU, donde el costo es una gran barrera para el a la salud.
Según una encuesta publicada este lunes por la consultora Gallup, 1 de cada 4 estadounidenses se saltó un tratamiento médico debido a su costo y, 45% de los adultos están preocupados de que un problema grave de salud pueda dejarlos en la bancarrota. De hecho, según ese informe, los estadounidenses pidieron prestados 88 mil millones de dólares para costear gastos médicos.
También lo comprueba un reporte publicado hace poco por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades al revelar que 1 de cada 3 pacientes sin seguro médico no puede costear el tratamiento que le prescribieron. Una realidad que toca de cerca a los hispanos si se toma en cuenta que son más propensos a no estar asegurados.
Según un estudio realizado por la Fundación Kaiser en 2017, los hispanos representan el 37% de las personas menores de 65 años sin seguro médico en EEUU aun cuando constituyen solamente el 20%de este grupo demográfico en general.
Incluso con seguro médico, hay quienes no logran hacer frente a ese gasto, bien sea porque su seguro no cubre ese fármaco en particular, o porque el copago que les corresponde sigue siendo muy elevado. Así ocurrió a la venezolana residenciada en Texas, Zoey Muguerza que, al llegar a la farmacia, se enteró de que la pastilla que le habían prescrito para la diabetes tipo 2 -Xigduo- no era cubierta por su póliza y le costaba 800 dólares para el suministro de un mes. “Intenté disputarlo con el seguro, pero no lo logré”, cuenta a Univision Noticias.
Tuvo entonces que pedirle al médico que le prescribiera un medicamento más económico, una solicitud que 1 de cada 5 adultos en EEUU ha hecho a su doctor según el reporte de los CDC que se basó en una encuesta realizada en 2017. “Pero ese fármaco, la metmorfina, en mi caso me genera muchos más efectos secundarios como acidez estomacal y otras molestias, algo con lo que he aprendido a vivir”, explica.
Antes de resignarse a tomar la metmorfina, intentó comprar el fármaco óptimo durante unas vacaciones a Argentina. Allí la misma caja para 30 días costaba 70 dólares.
Un largo viaje a la farmacia
Cada vez son más los pacientes que deciden viajar fuera de EEUU para adquirir su tratamiento. “Sabemos que los precios que se pagan por fármacos de uso frecuente es mucho menor en países como México o Canadá, pero igual puede ser inconveniente o costoso para las personas obtenerlos en otros países, especialmente si tienen que trasladarse hacia ellos”, aclara a Univision Noticias Stacie Dusetzina, profesora de Salud Pública de la Universidad de Vanderbilt, y especializada en el tema del a medicamentos en EEUU.
Zoey Muguerza concluyó que esta sería solamente una solución de corto plazo y, ante su enfermedad crónica, necesitaba algo sostenible en el tiempo, así que decidió cambiarse a la metmorfina que, con seguro, le cuesta unos pocos dólares al mes. Tiene la “suerte” de que existe una alternativa más económica para su condición, algo que no siempre ocurre. No obstante, confiesa que ya está averiguando tratamientos alternativos para intentar revertir su diabetes tipo 2.
El reporte de los CDC encontró que 5% de los adultos a los que se les prescribió un medicamento decidieron buscar terapias alternativas para reducir costos. Ese porcentaje ascendía a 14% en el caso de los no asegurados.
Un 33% de los pacientes sin seguro médico que contestaron la encuesta de los CDC recurrieron a medidas más extremas: no tomaron la medicina de la manera en que se las recetó el médico, algo que puede tener consecuencias graves para la salud. Algunos estudios han estimado que hasta dos tercios de las hospitalizaciones podrían provenir por falta de adherencia a medicamentos recetados por un especialista.
Ya se ha sabido de personas que han fallecido en EEUU por racionar la insulina debido a su alto precio.
A algunos pacientes les preocupa verse en ese espejo, lo que los obliga a tomar medidas extremas. Un lector que prefirió no revelar su identidad describe a Univision Noticias el terror que sintió al enterarse de que la mesalamina que le mandaron para tratar su colitis ulcerativa -una enfermedad incurable que requiere un tratamiento de por vida- costaba entre 900 y 1200 dólares al mes con su seguro médico. “El mismo día que me lo recetaron caí en pánico en plena farmacia y pensé en irme del país. Ese día solamente pude comprar la mitad del tratamiento”, confiesa.
De los 1,218 votantes hispanos mayores de 50 años que participaron en una encuesta hecha por la Asociación de Personas Retiradas (AARP por sus siglas en inglés) en marzo de este año, la mitad anticipa que en el futuro no podrá obtener la reposición de un medicamento por falta de fondos.
32% itió que en los últimos 12 meses ya se han visto obligados a no comprar un medicamento por falta de dinero. 28% ha recortado el consume de luz, gasolina o alimentos para poder costear ese gasto.
El lector en cuestión al final logró que familiares que viven en el exterior se lo mandaran desde países como Colombia o España, donde era mucho más económico.
¿Qué hacer si te recetan un medicamento demasiado costoso?
- Ante todo, no te resignes. Aunque por momentos no lo parezca, hay opciones a tu alcance. Informarte será el primer paso para buscar una alternativa que no ponga en riesgo tu salud. Lo peor que puedes hacer es quedarte de brazos cruzados.
- Habla con tu médico y pregunta por otras opciones como los genéricos. Una buena práctica es preguntarle al doctor durante la consulta si el medicamento que te está mandando es muy costoso, si hay genéricos disponibles y qué debes hacer si no lo cubre tu seguro. Probablemente haya otros fármacos más económicos que puedan recetarte. Por ejemplo, el precio en GoodRX de la misma mesalamina que le recetaron al lector para la colitis ulcerativa, baja de 1200 dólares en promedio por el medicamento de marca (caja de 30 supositorios) a 330 dólares por el mismo suministro si se solicita su versión genérica.
- Aprovecha las muestras. Si no hay genéricos disponibles, existen otras alternativas. “A veces los doctores pueden tener muestras del medicamento disponibles que pueden darte mientras consigan una opción que encaje con tu presupuesto”, advierte Dusetzina, profesora de Salud Pública de la Universidad de Vanderbilt.
Eso fue lo que usó Isabel Llamozas (nombre falso) para controlar un brote grave de dermatitis seborréica, una enfermedad crónica de la piel que ocasiona inflamación y picor en áreas como el cuero cabelludo. El tratamiento ideal -Avar, un foam de sulfacetamida-, no estaba cubierto por su póliza “gold” de una aseguradora de renombre y con cupón, costaba no menos de 610 dólares. Ya antes le habían recetado un champú medicado cuyo costo rondaba los 800 dólares, así que al preguntarle al dermatólogo qué hacer si no podía pagar el Avar, éste le dio algunas muestras que le permitieron contener la irritación.
- Toma en cuenta las dosis y el suministro. Tory Marsh, analista de salud de GoodRX, una aplicación que ayuda a buscar buenos precios en medicamentos ofrece otros trucos útiles para discutir con el doctor: “El paciente puede pedirle un suministro de pastillas de 90 días en vez de 30 días porque el costo por unidad puede ser menor.
“También pueden preguntarle si pueden picar una pastilla de mayor dosis por la mitad. En muchos casos la dosis más alta cuesta lo mismo, y así puedes ahorrarte hasta la mitad del costo. Lo único que hay que verificar es que la cápsula pueda picarse y que el medicamento pueda tomarse de esa forma, por eso es importante discutir esta opción con el médico”, explica. Esto no se puede hacer con algunos medicamentos como la metformina o el pantoprazol.
- Busca ayuda profesional y asesoría. En GoodRX no sólo puedes visualizar el precio de un mismo medicamento en varias farmacias cercanas y descargar cupones para abaratar su costo, sino que también ofrecen un call center en español que brinda asesoría personalizada: 1-888-799-2553.
Si vas a una clínica comunitaria, habitualmente allí tienen alianzas con farmacias o programas de salud que ofrecen descuentos o hasta financian el tratamiento de forma gratuita. El cómo aplicar y los criterios de elegibilidad varían según el caso.
Además, hay organizaciones como NeedyMeds que ayudan a los pacientes a costear sus medicamentos asesorandolos sobre programas de descuento como los llamados Prescription Assistance Programs (PAPs), las Clínicas de Bajo Costo, Tarjetas de Descuentos y Programas de Asistencia Basados en el Diagnóstico (DBAs).
Desafortunadamente, muchos hispanos no saben que esto es una opción, advierte Damaris Hernández, quien trabaja en el área de investigación y base de datos y brinda asesoría en español a los pacientes de NeedyMeds. “Muchas veces no saben que existen estos programas que pueden ayudarlos y, para el momento en que son referidos a nosotros, están desesperados, desesperanzados y furiosos”, cuenta a Univision Noticias.
Señala que también “hay quienes conocen de estos programas, pero se niegan a aplicar debido a su status migratorio, la idea prematura de que no van a calificar o simplemente por orgullo o vergüenza”.
De las 340,000 llamadas que ha recibido la línea telefónica de ayuda de NeedyMeds, poco más de 3,000 provienen de la comunidad hispana. Las principales condiciones de salud que sufre este grupo son diabetes, cáncer, presión arterial alta, problemas renales/trasplantes o del corazón. “Una vez que les explicamos la información sobre estos programas y los orientamos sobre qué hacer, se sienten aliviados”, advierte. Pronto NeedyMeds, ofrecerá más información en español en su página web. Por ahora, el servicio en este idioma se limita al call center.
No es la única organización que provee este tipo de servicios. Otro recurso útil es la Alianza para Asistencia con Medicamentos de Prescripción(Partnership for Prescription Assistance), la cual es patrocinada por las empresas farmacéuticas.
Los criterios de elegibilidad, requisitos, proceso de aplicación y tiempos varían dependiendo de cada programa. Organizaciones como las antes mencionadas y otras como RxHope, la Patient Advocate Foundation y RxAssist pueden ayudarte en la tarea de dar con el que más te convenga.