El tiempo excesivo frente a la pantalla merma las capacidades de los niños, advierte estudio

Como media, los niños de entre 8 y 11 años pasan 3,6 horas frente a un televisor, celular, tableta o computadora, el doble de tiempo del límite sugerido (de unas dos horas), según un estudio publicado hoy en el diario Lancet Child & Adolescent Health que vincula el uso de estos dispositivos con una merma de la inteligencia de los niños en un momento crucial para su desarrollo.
La falta de sueño (la recomendación para estas edades es de entre 9 y 11 horas por noche), de ejercicio (al menos una hora diaria) y, sobre todo, el exceso de tiempo recreativo frente a la pantalla (que no debe superar las dos horas) se traducen en una reducción de las habilidades cognitivas como el lenguaje, la memoria o la capacidad de completar una tarea, de acuerdo con esta investigación, que se basa en las respuestas a cuestionarios de más de 4,500 niños en Estados Unidos.
Cerca del 30% de los niños no cumple ninguna de las recomendaciones, y solo el 5% cumple las tres. "Cuantas más recomendaciones individuales cumplan los niños, mejores capacidadaes cognitivas tendrán", concluía el estudio, que destaca el abuso del tiempo frente a la pantalla como el factor más relevante en su maduración intelectual. A diferencia de lo que mostraban investigaciones anteriores, la falta de ejercicio no se relacionó con peores resultados en los tests cognitivos.
Los científicos y educadores están cada vez más preocupados por el uso constante de los celulares desde una edad temprana, que podría conllevar problemas como la adicción o el déficit de atención (o ADHD, por su siglas en inglés). Una investigación reciente mostró que uno de cada diez niños en EEUU recibe un diagnóstico de déficit de atención, un porcentaje que se ha ido incrementando enormemente con el paso de los años.
Jeremy Walsh, investigador del Hospital Infantil del Este de Ontario, en Canadá, y director del estudio, resaltó que los padres, pediatras, educadores y legisladores deberían promover que se limite el tiempo recreativo frente a las pantallas y se prioricen las rutinas de sueño en la niñez y la adolescencia.
No todo el tiempo frente a la pantalla es igual, un hecho que, como reconoció Walsh, representa una importante laguna en este trabajo. Mientras que los programas educativos de la televisión podrían tener efectos beneficiosos, hay cada vez más pruebas de que el uso de artículos móviles y redes sociales pueden ser perjudiciales para la atención, la memoria y el control de los impulsos. Otra limitación del estudio es que solamente se centra en niños de entre 8 y 11 años, dejando dudas sobre lo que ocurre con otros grupos de edad.
Por otra parte, el estudio es observacional, lo que quiere decir que no podemos saber con certeza en qué sentido va la relación causal. ¿Puede ser que sean los niños menos capaces los que usen más los dispositivos y no al revés? "No podemos establecer causalidad en nuestro estudio", ite Walsh en declaraciones a El País, "pero lo que sí puedo decir es que dos tercios de los niños estudiados incumple las pautas de ocio con pantallas, por lo que la respuesta debe ser más complicada que pensar que los menos capaces tienden a usarlas".
Lo que parece estar claro es que existe un claro vínculo entre el abuso de artículos electrónicos y la falta de sueño. Un estudio anterior elaborado por científicos británicos mostró una gran correlación entre las pantallas y el deterioro del sueño: por cada hora que los preescolares pasaban con un aparato electrónico, reducían 26 minutos su tiempo de sueño nocturno.