Senadores republicanos piden investigar al autor del dossier que relacionó a Trump con Rusia

Dos senadores republicanos realizaron este viernes la primera solicitud de investigación penal del Congreso relacionada con la intromisión de Moscú en las elecciones presidenciales y el objetivo no es otro que el autor del polémico dossier sobre las relaciones de Donald Trump con Rusia.
El presidente de la Comisión Judicial del Senado, Chuck Grassley, y el senador Lindsey Graham pidieron que el Departamento de Justicia investigue si se pueden presentar cargos criminales contra Christopher Steele, quien confeccionó un documento en el que se aseguraba que el entonces candidato republicano conspiró con el Krenlim para llegar al Despacho Oval.
El dossier fue duramente criticado desde que se conoció su existencia durante la campaña electoral, ya que gran parte del contenido fue puesto en cuestión y no pudo verificarse. Además, fue financiado parcialmente por los demócratas.
Ahora, estos senadores quieren que se investigue a Steele, quien es un exespía británico, por posiblemente haber mentido al FBI y por "la distribución de información contenidas en el expediente".
El comité judicial del Senado lidera una de las tres investigaciones que el Congreso tiene en marcha para aclarar la posible colusión de Trump o su entorno con Rusia. Sin embargo, los legisladores no pueden procesar actividades penales, pero por lo general, envían al Departamento de Justicia cualquier solicitud de investigación sobre posibles infracciones penales que encuentren.
El paso dado por los dos senadores parece estar basado en reportes de que el exespía se reunió con el FBI y que fueron entregados al comité por el Departamento de Justicia, según el Times. Hasta ahora no han trascendido las posibles mentiras que supuestamente dijo Steele a la agencia y tampoco está claro el porqué, si dicha información es cierta, no fue imputado directamente.
La iniciativa fue recibida con escepticismo por parte de algunos demócratas y republicanos del mismo comité judicial, sobre todo por señalar a única persona. Además, ha sido interpretada como una nueva estrategia para poner en cuestión la credibilidad del FBI, la agencia que debe investigar el 'Rusiagate'.
"Está claro que es otro esfuerzo para desviar la atención sobre lo que debería ser prioritario para el comité: esclarecer si hubo o no coordinación entre la campaña de Trump y Rusia para influenciar las elecciones y si hubo posteriormente obstrucción de la justicia (por parte del presidente)", afirmó Dianne Feinstein, la senadora demócrata de mayor rango en dicho comité.
Algunos republicanos, incluidos los dos senadores firmantes de la misiva, sostienen que el polémico dossier Steele pudo ser una de las razones por las que se abrió el 'Rusiagate', tratando de denunciar así su imparcialidad. Sin embargo, funcionarios consultados por el diario The New York Times subrayaron que la pesquisa federal no se lanzó con dicha publicación y no se basa tampoco en ella.
El pasado mes de diciembre, Michael Flynn, ex asesor de seguridad de Trump y pieza clave del 'Rusiagate', se declaró culpable de haber mentido al FBI y aceptó colaborar con la justicia. Pese a que Flynn se vio forzado a dejar su puesto pocos días de llegar al cargo a mediados de febrero, con su declaración de culpabilidad la investigación entró directamente a la Casa Blanca.
Pero no es el único acusado. A finales de octubre, tres exfuncionarios de la campaña de Trump también lo fueron por su conexión con Moscú y su posible participación con los rusos para alterar las elecciones presidenciales.
Uno de ellos fue Paul Manafort, ex jefe de la campaña del mandatario, que se entregó al FBI, al igual que uno de sus socios, Rick Gates. Ambos fueron imputados por conspirar contra Estados Unidos, lavado de dinero, actuar como agentes de un gobierno extranjero y varios otros delitos relacionados con no reportar cuentas bancarias en el extranjero.
El tercero fue uno de los consejeros de política exterior de la campaña de Trump, George Papadopoulos, quien se declaró culpable de mentirle al FBI durante una entrevista que le hicieron en enero para indagar sobre sus os con un profesor extranjero que tenía lazos con funcionarios del Kremlin.