Hegseth, el candidato de Trump para manejar el Pentágono, ante el Senado
Este martes empezaron las audiencias en el Senado para confirmar a uno de los más nominados polémicos, Pete Hegseth, propuesto para secretario de Defensa y cuya idoneidad para el puesto ha sido cuestionada por demócratas, pero también por republicanos.
El presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, el senador Roger Wicker, calificó la nominación de Hegseth para dirigir el Departamento de Defensa como “poco convencional” y la equiparó a la elección de Trump.
“Es cierto que esta nominación no es convencional. El candidato no es convencional (...) como ese empresario inmobiliario de Nueva York que bajó por las escaleras mecánicas” en 2015, pero destacó que Hegseth no es el típico funcionario porque “Washington no forma hombres como Pete. El combate hace a hombres como Pete”.
Al empezar el cuestionamiento, el senador Jack Reed, el demócrata de más alto rango del comité, destacó que el ejército fue un precursor en la sociedad estadounidense en materia de esfuerzos de integración racial y otros estándares inclusivos y afirmó que Hegseth busca “politizar a los militares a favor de su posición particular” y dañaría “el profesionalismo del ejército de Estados Unidos”.
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Hegseth es un veterano del Ejército en el que llegó al rango de mayor, sirvió en Irak y Afganistán, es autor de varios libros y expresentador del canal Fox News, y se ha visto cuestionado por varios polémicos comentarios públicos, señalamientos de violencia de género y hasta de problemas con la bebida.
Sus opiniones podrían dar una idea de cómo podría abordar el puesto más importante del Pentágono si es confirmado. A veces, dice que lo han malinterpretado, pero otras ha tratado de suavizar sus opiniones previamente expresadas sobre temas polémicos.
Aquí te presentamos cosas que Hegseth ha dicho, en sus propias palabras y sobre las que, con seguridad, será cuestionado por los senadores:
Qué ha dicho Hegseth sobre el estado de las fuerzas armadas de EEUU
Hegseth dice que cree que los estándares han disminuido y que los esfuerzos por expandir la diversidad, la equidad y la inclusión han alejado a los hombres blancos.
En su último libro, 'La guerra contra los guerreros: detrás de la traición de los hombres que nos mantienen libres' asegura que los generales 'woke' y los líderes de las academias de élite han dejado al ejército peligrosamente débil y "afeminado" al promover la DEI (siglas inglesas de diversidad, igualdad e integración), y asegura que "el próximo comandante en jefe (en este caso Trump) tendrá que hacer limpieza".
"Resulta que todos los mensajes de reclutamiento de 'diversidad' hicieron que jóvenes niños, jóvenes blancos, sintieran que no eran bienvenidos", dijo en su libro.
Ha dicho que, de ser confirmado, no habrá más "justicia social, enfoques políticamente correctos sobre cómo luchamos y conducimos las guerras", y ha prometido despedir a los generales involucrados en programas "despiertos".
"Se trata de letalidad, meritocracia, preparación".
Sobre las mujeres en combate
La oposición de Hegseth —expresada en su libro y entrevistas— era simple y directa antes de su nominación el 12 de noviembre. Pero, frente a las preguntas del Congreso, parece haber cambiado su postura.
"Simplemente, digo que no deberíamos tener mujeres en roles de combate. No nos ha hecho más efectivos. No nos ha hecho más letales. Ha hecho que luchar sea más complicado", dijo en un pódcast presentado por Shawn Ryan el 7 de noviembre.
Considera que las mujeres tienen un lugar en el ejército, pero no en operaciones especiales, artillería, infantería y unidades blindadas.
En su libro, dijo que las mujeres se han desempeñado bien en roles de apoyo peligrosos durante la guerra, pero "las mujeres en la infantería —las mujeres en combate a propósito— es otra historia".
"Las mujeres no pueden cumplir físicamente con los mismos estándares que los hombres".
"Los papás nos empujan a tomar riesgos. Las mamás ponen las rueditas en nuestras bicicletas. Necesitamos mamás. Pero no en el Ejército, especialmente en las unidades de combate".
Sus opiniones irritaron a algunos del Congreso. Cuando se le preguntó sobre el tema en el 'Megyn Kelly Show' a principios de diciembre, Hegseth dijo que solo le importa que se mantengan los estándares militares.
Las mujeres sirven en combate, dijo, y, "si tenemos el estándar correcto y las mujeres cumplen con ese estándar, entendido. Vamos".
Sobre las acusaciones de infidelidad y agresión sexual
Hegseth enfrentó acusaciones de que agredió sexualmente a una mujer que conoció en una conferencia en California en 2017. Él lo ha negado, diciendo que fue consensual. No se presentaron cargos.
Ha reconocido haber pagado un acuerdo a su acusadora, alegando que lo hizo para evitar una demanda infundada. "El asunto se investigó a fondo y quedé completamente libre de culpa", dijo.
También ha reconocido múltiples casos de infidelidad, incluido el incidente de California, que ocurrió mientras se estaba divorciando de su segunda esposa después de tener un hijo con la mujer que es su esposa actual, Jennifer Rauchet.
Le dijo a Kelly que ir a una habitación de hotel con alguien que no era su esposa "no está bien" y que pagó el acuerdo "para proteger" a su esposa. "Lo hice para proteger a mi familia. Lo hice para proteger mi trabajo".
Dijo que era justo llamarlo "infiel serial", pero que "realmente fue cambiado por Jen y mi Señor y Salvador Jesucristo" y ahora es un hombre diferente.
Sobre el consumo de alcohol
Algunos senadores han expresado su preocupación por los informes de consumo excesivo de alcohol.
Hegseth ha negado tener un problema con la bebida y ha dicho públicamente que les dijo a los legisladores que no bebería mientras fuera secretario de Defensa.
Dijo que a menudo, cuando los del servicio vuelven a casa de la guerra, “toman algunas cervezas”. Pero insistió en la entrevista con Kelly: “Nunca he tenido un problema con el alcohol”.
“No voy a beber nada”, dijo, comparándolo con seguir la orden general Nº 1 del Pentágono, que prohíbe a las tropas beber mientras están desplegadas.
Sobre el extremismo político en el Ejército
Hegseth ha dicho que el Pentágono reaccionó exageradamente al tomar medidas para abordar el extremismo y ha criticado a los líderes por los esfuerzos del ejército para eliminar a las personas que considera supremacistas blancos y extremistas violentos.
Escribió que el problema es “falso” y lo caracterizó como “vender la mentira del racismo en el Ejército”. Dijo que los esfuerzos para erradicar el extremismo habían expulsado a “patriotas de base de sus formaciones”.
Hegseth fue retirado del servicio en la Guardia Nacional de Washington durante la toma de posesión del presidente Joe Biden después de que un compañero de servicio lo señalara como una posible "amenaza interna" debido a un tatuaje.
Hegseth ha dicho que se debió a un tatuaje de una cruz cristiana en su pecho. Pero el compañero, que estaba en un equipo antiterrorista en ese momento, compartió con The Associated Press un correo electrónico que envió al liderazgo de la unidad señalando un tatuaje diferente en el bíceps de Hegseth que está asociado con grupos de supremacía blanca.
La necesidad de un jefe del Pentágono que sepa de combate
Poco después de que el presidente electo Trump anunciara su nominación, Hegseth publicó en X: "Tal vez sea el momento de un @SecDef que haya... liderado en combate. Ha estado en patrulla durante días. Ha apretado un gatillo. Ha escuchado las balas pasar zumbando. Ha pedido apoyo aéreo cercano. Ha liderado evacuaciones médicas. Ha esquivado IED (aparatos explosivos improvisados)".
Dijo que Trump le dijo: " Te elegí porque eres el tipo que pondrá a los combatientes primero. No hemos tenido eso. Necesitamos a alguien que haya derribado puertas y que entienda las consecuencias de la guerra”.
El primer secretario de Defensa de Trump, el general retirado de los Marines Jim Mattis, sirvió en combate en las guerras de Irak y Afganistán y fue galardonado con una Estrella de Bronce con V por valor por servir en una de las principales unidades de asalto que entraron en Kuwait en la primera guerra del Golfo.
El actual secretario de Defensa, Lloyd Austin, un general de cuatro estrellas retirado del Ejército, también comandó tropas en Irak y Afganistán y fue galardonado con una Estrella de Plata, el tercer premio más importante del país al valor, por liderar tropas en Irak durante la invasión de 2003.
“He liderado tropas en combate en situaciones bastante significativas y difíciles”, dijo Austin a The Associated Press. “Incluso si usted se describe a sí mismo como un ‘pateador de puertas’ o como quiera llamarlo, había dirigido organizaciones grandes y complejas antes de asumir este trabajo, y lo hice con éxito”.
“Creo que hay que tener una perspectiva de lo que está sucediendo en el terreno, pero también hay que entender cómo encajan las cosas en el panorama general”, dijo.